El viejo adagio popular con el que hemos titulado este análisis, se aplica al proceso de elecciones primarias vivido por el Movimiento Popular Democrático (MPD), el pasado 9 de enero. Varios aspectos vuelven a este acontecimiento político trascendente en el país, pese a que los grandes medios de comunicación trataron de ignorarlo.

El primero se refiere al escenario en el que se desarrolló este proceso: luego del triunfo del SÍ en el referéndum de noviembre del año pasado, a partir del cual entró en vigencia la nueva Constitución, los partidos políticos se comían las uñas debido a la serie de cambios que tendrían que sufrir en su interior, y que en la mayoría de los casos terminarían por anularlos en la escena política. Uno de los más importantes cambios es el contenido en el artículo 108, que establece la realización de elecciones primarias internas para la selección de los candidatos.

Para partidos como el Social Cristiano, Izquierda Democrática, Democracia Cristiana, entre otros, luego del descalabro sufrido en estos últimos años, y en especial en las elecciones para asambleístas, cumplir esta disposición se volvía imposible, puesto que hacía falta tener una estructura sólida y activa, lo cual no tienen, hacía falta tener los suficientes líderes que pudieran contar con posibilidades reales en el electorado, lo cual tampoco tienen, y sobre todo, hacía falta tener una práctica democrática en su vida interna, lo cual tampoco tienen. Siempre han sido empresas electoreras controladas por caudillos, han sido organizaciones de propiedad de familias, o simples membretes creados para cada nuevo proceso electoral. Complicado entonces que cumplan. Y no cumplieron.

Por justicia histórica, hay que decir que al MPD le caracteriza exactamente todo lo contrario de lo que caracteriza a las fuerzas políticas tradicionales, y que la democracia es precisamente la forma de vida de sus militantes. Cabe recordar que para las últimas elecciones generales ya vivieron un proceso de primarias similar al actual, para seleccionar a sus candidatos.

El otro aspecto trascendente se refiere a que estas primarias del MPD se realizaron en un escenario político de intensa confrontación entre las posiciones más reaccionarias y atrasadas y las posiciones democráticas, progresistas y de izquierda, entre las cuales las del MPD han surgido de manera clara y contundente.

Varios análisis, tanto de simpatizantes como de enemigos de este partido, aceptan la consolidación que esta organización política tiene a nivel nacional, y la política acertada que ha sabido aplicar en cada difícil momento que ha vivido el país. Acertada en el sentido de su proyecto político, no de intereses de determinados personajes. Su propuesta de Patria Nueva y Socialismo se ha trabajado, se ha luchado en varios escenarios, y con importantes triunfos; muestra de ello son las actuaciones en la Asamblea Constituyente, en donde los tres asambleístas emepedistas lograron incorporar una parte importante de sus propuestas.

Se trata entonces de que el MPD, al actuar dentro de la tendencia, y al apoyar por tanto al gobierno de Rafael Correa, ha sabido mantener su independencia, su identidad política, y ha sabido confrontar cada ataque y escenario de disputa con sus fuerzas compañeras de tendencia, especialmente del gobierno, consiguiendo triunfos y desarrollándose en ese escenario.

Todo parece indicar que solo dos fuerzas políticas cumplirán con el requisito de las primarias: el Movimiento PAÍS, del gobierno, y el MPD. Pero para el MPD hay más mérito, pues no tiene la estructura estatal que le permita impulsar en mejores condiciones el proceso, ni siquiera tiene cargo alguno dentro del gobierno. Y a pesar de ello fue el primero en llevar adelante el proceso.

Por estas razones, cualquiera puede notar el ataque directo y furibundo que todas las fuerzas políticas le hacen: partidos y sectores de la oligarquía, sus medios de comunicación, y el mismo gobierno. Para el MPD, el objetivo es crecer, y esto evidentemente se vuelve una garantía para las transformaciones revolucionarias que requiere el Ecuador.

Es la continuidad de una vida de democracia interna

La ingeniera Jessi Tobar señaló que las primarias en la provincia de Cotopaxi fueron un proceso muy importante, que el MPD lo ha venido realizando por varios años y ahora lo que se está haciendo es aplicar la disposición constitucional. “Este ha sido un día extraordinario, dijo, de alegría, de un ejercicio democrático que ha vivido la militancia de izquierda en la provincia, miles de militantes de todos los cantones, parroquias y los barrios, maestros, mujeres, trabajadores, campesinos e indígenas fueron parte de esta fiesta democrática”.

Añadió que en estas primarias hubo la participación de los militantes, pero también de mucha gente que quiso apoyar nuestras candidaturas y han preguntado “¿cómo hacer para poder votar? Y les hemos dicho que lo que requieren es su carné de afiliación. Mucha gente se ha afiliado en este proceso y así accedieron a su derecho a votar. Hemos afiliados a miles de ciudadanos en esta jornada y esto va a fortalecer al partido”.

En la provincia se presentaron listas para asambleístas, nacionales, provinciales, concejales. “En el caso mío, dijo la ingeniera Jessi Tobar, la Asamblea General determinó por absoluta mayoría mi candidatura a la Alcaldía de Latacunga, eso ha concitado que tanto la militancia como varios sectores ciudadanos se hayan sumado a mi candidatura”.

Para votar solo se requería la cedula y la afinidad con la línea de izquierda revolucionaria

Para el presidente del Tribunal Electoral del MPD, Lenin Rosero, “la jornada vivida el 9 de enero fue una fiesta cívica y democrática que fortalece a un partido de izquierda revolucionaria, como es el MPD. Este proceso interno muestra la unidad y el gran nivel organizativo que tiene, pues fue el primer partido en cumplir con este requisito”.

“En nuestro partido, la democracia es una practica permanente, aquí se consulta siempre a nuestras bases y se toman decisiones colectivas; esta es una característica de una organización de izquierda revolucionaria, aquí no caben caudillos ni capataces que todo lo resuelven. Aquí las resoluciones son adoptadas democráticamente y todos aseguramos que esa democracia se cumpla”, señaló Stalin Vargas, miembro de la dirección nacional del MPD.

Previo al proceso de primaras, el MPD emprendió en una campaña de afiliación y reafiliación, lo que le ha sumado alrededor de 40 000 nuevos afiliados. Los militantes que se acercaban ha votar solo requerían de la célula y la afinidad con la línea política de izquierda revolucionaria, finaliza diciendo Lenin Rosero.

MPD ratifica respaldo al proyecto de cambio y anuncia apoyo crítico a Correa


En las elecciones primarias realizadas por el MPD, el 9 de enero, se sometió a consulta, el apoyo o no a la candidatura de Rafael Correa para la Presidencia de la República; los resultados arrojaron un apoyo mayoritario: 75% de los militantes y afiliados votaron por el SI y alrededor de un 25% lo hicieron negativamente.

Este resultado establece que un sector de la militancia emepedista tiene cuestionamientos al ejercicio de la acción gubernamental, lo que constituye, sin duda, una reacción a los ataques recibidos por parte del jefe de Estado. Pese a eso, es una misma militancia, con alta formación política, la que asume con claridad la línea establecida por sus órganos de dirección partidaria.

Luis Villacís, presidente nacional del MPD , rechazó las declaraciones realizadas por el presidente Rafael Correa en relación a su partido, “porque no corresponden a la realidad ni a la trayectoria del MPD”; además afirmó que “la posición de su partido ha sido consecuente con los principios revolucionarios, de izquierda, patrióticos y democráticos encaminados a la construcción de la Patria Nueva y el Socialismo”.

Estableció que las movilizaciones, los paros y las protestas, son un recurso de los trabajadores y los pueblos contra la represión, la prepotencia, la arrogancia y toda clase de medida que los afecte. En este sentido, Villacís ratificó el compromiso de la izquierda revolucionaria de apoyar a las protestas de campesinos, indígenas, maestros, estudiantes y trabajadores, de continuar enfrentando al imperialismo y a la derecha.

En los últimos días, el MPD ha presentado al país y al gobierno un programa anti crisis, que en su aspecto central busca evitar que los problemas económicos se descarguen sobre los pueblos. Entre otros aspectos, señala la búsqueda efectiva de la vía para el no pago de la deuda externa; la acción enérgica del Estado para erradicar la evasión tributaria, sobre todo de las empresas y las personas que no han tributado de sus millonarias ganancias; la reinversión de las utilidades de las grandes empresas y de la banca en proyectos desarrollo nacional; el retorno de los capitales que tienen los bancos privados en el exterior. La exigencia para que se transparente la información respecto de los bancos extranjeros donde se han colocado los dineros de los depositantes, entre otros varios puntos.