José Ramos Horta; Adolfo Pérez Esquivel, Rigoberta Menchú, José Saramago, Wole Soyinka, Zhores Alferov, Nadine Gordimer, Günter Grass, Darío Fo y Mairead C. Maguire han sumado sus activas voluntades para contribuir a que la Corte Suprema de Justicia de EE.UU. disponga de más argumentos y admita revisar el caso de los cubanos.

Bajo el precepto de la necesidad de defender a su patria, Gerardo Hernández, René González, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González, cumplían la misión de informar sobre las actividades terroristas que se fraguaban en el sur de la Florida contra Cuba, y los propios Estados Unidos, cuando fueron encarcelados en septiembre de 1998.

La historia de estos hombres ha recorrido varias veces el tortuoso laberinto de los procesos de apelaciones judiciales en busca de dictámenes justos, pero siempre ha tropezado con los obstáculos interpuestos por la voluntad política del gobierno estadounidense, empeñado en dilatar la tortura física y psicológica de los prisioneros y de sus familiares.

El seis de marzo último fueron presentados 12 documentos amicus curiae brief (Amigos de la corte), en los cuales se pide la revisión del proceso sobre la base de abogar por la verdadera justicia, habida cuenta que en el juicio primario actuó un jurado parcial y a través de los años se ha violentado la legalidad del debido proceso.

Se trata de documentos que apoyan a los presentados por los abogados de la defensa el 30 de enero de este año a la Corte Suprema, cuyas estadísticas indican que suele considerar apenas el dos por ciento de los casos que tocan a su puerta.

LOS AMIGOS DE LA CORTE DEFIENDEN LA LEY

No se pronuncian sobre la culpabilidad o no de los encartados. Simplemente avalan la necesidad de que la Corte Suprema conozca los hechos.

¿Y quiénes son esas personas merecedoras de Premios Nobel, que han añadido sus esfuerzos en empeño común de abogar por la justicia?

JOSÉ RAMOS HORTA, premio Nóbel de la Paz en 1996; políglota, político y patriota timoreño, profesor de prestigiosas universidades y actual Presidente de Timor Leste. Ha recibido numerosas condecoraciones, nominaciones y galardones por su labor en pos de la paz en su país y el mundo.

ADOLFO PÉREZ ESQUIVEL, argentino, arquitecto, diplomático y periodista; sufrió prisión bajo la dictadura militar en su país. Fue miembro del Comité Ejecutivo de la Asamblea Permanente de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos. Premio Nobel de la Paz en 1980. Reconocido luchador por los derechos humanos.

RIGOBERTA MENCHÚ, guatemalteca, de origen campesino, Premio Nóbel de la Paz en 1992; reconocida activista social por los derechos civiles y ciudadanos, multigalardonada internacionalmente.

JOSÉ SARAMAGO, portugués, Premio Nobel de Literatura en 1998. Autor de decenas de obras literarias de alta demanda; doctor honoris causa en 10 prestigiosas universidades y ganador de los más importantes galardones literarios que se conceden en el mundo.

WOLE SOYINKA (Akinwande Oluwole Soyinka), escritor nigeriano en idioma inglés, primer africano en obtener el Premio Nobel de Literatura en 1986. Es actor y director de teatro, autor de numerosas obras y luchador por los derechos civiles.

ZHORES I. ALFEROV, bielorruso, ganador del Premio Nóbel de Física en el año 2000, reconocido internacionalmente con decenas de galardones y máximas distinciones otorgadas por universidades de todo el mundo, autor de 14 libros, 400 artículos y 50 inventos patentados en la tecnología de los semiconductores.

NADINE GORDIMER, escritora sudafricana ganadora del Premio Nobel de Literatura en 1991. Autora de numerosas novelas y relatos cortos de hondo contenido social, Doctora Honoris Causa en 15 universidades.

GÜNTER GRASS, alemán, Premio Príncipe de Asturias de las Letras y Premio Nobel de Literatura en 1999. Prolífero autor de importantes obras narrativas y reconocido ilustrador de libros.

DARÍO FO, italiano, escritor y actor de teatro. Recibió el Nobel de Literatura en 1997. Crítico del capitalismo y autor de gran éxito por la versatilidad de su estilo.

MAIREAD CORRIGAN MAGUIRE, irlandesa, activista social por la paz. Recibió el Nobel de la Paz en 1976 y en 1992 el Pacem Interris, nombrado en honor al Papa Juan Pablo XXIII.

En un hecho sin precedentes el que estas 10 personalidades hayan puesto a favor de Los Cinco sus avales de integridad y reconocimientos científicos y sociales, junto a cientos de destacados intelectuales, políticos, congresistas, y otras sobresalientes personalidades públicas.

Su razón es merecedora de oídos receptivos, aunque la gran prensa lo silencie.

Agencia Cubana de Noticias