En el supuesto de que resuciten, sería imposible imaginar la reacción de los fundadores de la OTAN, el presidente de Estados Unidos Harry Truman y su el secretario de estado, si escucharán lo que actualmente discute el bloque atlántico creado para contrarrestar a la Unión Soviética, trascurridos 60 años después de su fundación.

Los principales asuntos discutidos en la última cumbre de la OTAN, fue la guerra en Afganistán y el reforzamiento de las tropas de la alianza en ese país asiático, las relaciones y la cooperación con Rusia y la reacción del mundo árabe ante el nombramiento del nuevo secretario general de la OTAN.

La cumbre de la OTAN en Estrasburgo fue la primera después de la "guerra del Cáucaso" y como consecuencia de ese conflicto, ocurrió el congelamiento de las relaciones entre el bloque militar atlántico y Moscú.

Ruptura que no afectó a Rusia en lo absoluto, pero sí creó serias dificultades a la OTAN.

El restablecimiento de las relaciones entre la OTAN y Rusia se hizo por razones netamente pragmáticas y también porque responde a la nueva estrategia del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para "dominar Afganistán".

Para dominar Afganistán hay que tener un corredor fiable que permita el suministro de armamento, municiones y demás tipo de carga, y ahora Pakistán no puede ser corredor que tanto necesita Obama y la OTAN.

Por esta razón, la cumbre de la OTAN declaró oficialmente el restablecimiento de la amistad con Moscú, y por el momento, para guardar las apariencias, de forma muy declarativa y sin acentos concretos, hizo una declaración en relación al ingreso de Georgia y Ucrania en el bloque militar Atlántico.

Esto no quiso decir que ese asunto se ha descartado del todo. Sencillamente fue aplazado "para después", con el fin de no irritar sin necesidad al país elegido como corredor adicional para continuar la misión en Afganistán.

Ahora, posiblemente a comienzos de junio, se reunirá el consejo Rusia-OTAN a nivel de ministros de Asuntos Exteriores, al menos ese fue el deseo expuesto por la Administración del presidente Obama.

En la cumbre de la OTAN de Estrasburgo ocurrieron cosas hasta ahora nunca vistas relacionadas más que todo, con la arquitectura nueva de un sistema global de seguridad.

Con respecto a esa estructura, además de la OTAN se recordó el esquema propuesto por el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, quien propuso una arquitectura diferente con la participación de Europa, Estados Unidos y Rusia.

Aunque resulta que hay una tercera variante. Como anunció, por ejemplo, el ministro de Asuntos Exteriores de Polonia Radoslaw Sikorski, que en declaraciones a la prensa durante la cumbre dijo que en el nuevo sistema de seguridad, Rusia podría ingresar en la OTAN.

"Nosotros necesitamos a Rusia para la solución de los problema europeos y globales, por eso, yo considero que sería bueno si Rusia se incorpora a la OTAN", subrayó Sikorski.

La última vez que se escuchó una propuesta semejante fue en 1954, cuando por todas las embajadas de la Unión Soviética se distribuyó un memorando confidencial firmado el ministro de Asuntos Exteriores de la URSS Viachesláv Mólotov, en el que se decía que Moscú estaba dispuesto a discutir "con las partes interesadas" su membresía en la OTAN.

Para ese entonces, la OTAN no encontró nada que responder a la broma original del líder soviético Nikita Jruschov.

En general, los llamamientos bastante honestos pronunciados actualmente por algunos países europeos de que la OTAN amplíe una cooperación real con Rusia, causan asombro en Moscú.

Estos llamamientos se corresponden a los esfuerzos de la OTAN de encontrar un lugar propio en un mundo que ha cambiado de forma radical, y más que eso, suponen el intento de hallar la forma más adecuada posible para legalizar un nuevo papel para esa alianza, cuya existencia cada vez es más absurda.

Fortalecer una cooperación real entre la OTAN y Rusia (para no mencionar su inclusión) crea la situación paradójica cuando esa entidad se propone implementar relaciones de cooperación y diálogo con el país contra la cual fue creada.

Y su transformación de estructura militar a una organización político-militar como se perfila ahora, supone la aparición de una estructura paralela a la ONU.

Esto conlleva a que la ONU ha sido desprovista de funciones que han sido asumidas por la OTAN como ha ocurrido en Kosovo y en Afganistán.

Fuente: Ria Novosti, 06 de abril de 2009. / Vía Altercom.