Enric Bastardes, secretario general de la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP), advirtió que las posibles fusiones entre cadenas de televisión podrán ayudar a sanear las cuentas de los operadores implicados en ellas, pero previsiblemente tendrán efectos negativos en el empleo de la profesión periodística y en la pluralidad informativa.

El periodista aseguró que las experiencias que hay en España de concentración de medios prueban que "las empresas priman los criterios de rentabilidad sobre los de la calidad del producto, y una alianza no supone mayores garantías de supervivencia de cabeceras", en declaraciones a Servimedia.

Bastardes cree que para el mapa audiovisual español "se abren muchos interrogantes" en los próximos meses, ya que las maniobras de concentración se van a producir en vísperas de "un apagón analógico que traerá una multiplicación de canales y nos tememos que más banalidad de contenidos y menos información, porque las cadenas no parecen dispuestas a la especialización".

La federación de periodistas celebrará los próximos días 16 y 17 de mayo en Sevilla su segundo congreso, bajo el lema “Salvemos el periodismo”.

Para su secretario general, la situación actual del sector es de "naufragio", porque las empresas "no sólo no presentan planes rigurosos de futuro para afrontar la crisis, sino que ya no les avergüenza recurrir a medidas que hace años sí se pensaban".

"Con los despidos y las jubilaciones, están lavando cantidad de errores de gestión cometidos en estos años. Y lo están haciendo a costa de dejar las redacciones vacías de experiencia y sin plantillas suficientes para hacer buenos productos".

Más de 1.700 periodistas españoles perdieron sus fuentes de trabajo debido a la política de despidos implementada por las patronales en unos casos, o directamente por el cierre de medios en los otros, según estudio difundido recientemente por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE).

De acuerdo a un seguimiento realizado del 1 de junio de 2008 al 11 de febrero de este año por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), las patronales de los medios nacionales dejaron sin trabajo a 968 periodistas, en tanto que las empresas regionales hicieron los mismo con otros 890 trabajadores de prensa.