A esta brutal decisión empresaria se agrega, en una clara demostración de que se trata de una estrategia de persecución y acoso a los trabajadores, el envió de telegramas de “apercibimiento” a raíz de la participación del personal en las asambleas realizadas para reclamar la reincorporación de los trabajadores despedidos.

Esto ocurrió luego que, el pasado miércoles 15 de abril, tras la negativa final de la patronal a revisar su decisión de los despidos, en una serie de asambleas en distintas secciones y pisos del diario, tanto en el edificio tradicional de Bouchard como en la planta de Zepita, los trabajadores repudiaran masivamente la medida, reclamando la reincorporación de los diez despedidos, lucha a la que se sumaron también los trabajadores gráficos y que se extendió hasta mas allá de la una de la madrugada.

La UTPBA, junto con los delegados despedidos, iniciará las acciones judiciales para exigir el inmediato reestablecimiento de los legítimos representantes de los trabajadores de prensa de La Nación en sus puestos de trabajo, y poner freno al atropello patronal del histórico matutino.

El largo conflicto arrancó en los últimos meses del año, cuando la empresa informó del cierre de distintas áreas, negándose a analizar seriamente, tras el rechazo absoluto de parte de los trabajadores, delegados y la UTPBA, la reubicación del personal que cumplía tareas allí.

Esto generó, primero, una Conciliación Obligatoria dictada por el Ministerio y a su término una Conciliación Voluntaria, que se extendía hasta el 31 de marzo, la que La Nación intentó desconocer cuando aún restaban más de tres meses para que concluyera y agregando al expediente, días después, una lista de 32 despidos, entre los que estaban 3 delegados, electos por los trabajadores de prensa del diario en democráticas elecciones que tuvieron un nivel de participación superior al de las últimas realizadas.

A pesar de que la Conciliación Voluntaria determinaba la imposibilidad de la aplicación de medidas que alteraran la situación que dio origen a su dictado, la empresa procedió a despedir el 4 de marzo a 10 de aquellos 32, que cumplían tareas en una de las oficinas de propiedad de la empresa, ubicada a pocas cuadras del edificio de Bouchard, generando la ocupación del lugar por parte de los afectados, los delegados y la UTPBA, que concluyó cuando el Ministerio determinó que La Nación debía reincorporarlos. Sin embargo la patronal desacató esa resolución.

Luego de esto y de que varios de los restantes 32 trabajadores se retiraran de la empresa, esta no se movió de su negativa de reincorporar a los 10 que quedaban de esa lista original, y ahora ratifica la brutal medida con el despido efectivo.

El rechazo absoluto a todo tipo de despidos y la firmeza en la postura de la defensa de todos los puestos de trabajo, rechazando mentirosos argumentos empresarios que refieren a una supuesta “crisis”, es la plataforma desde la que los trabajadores de prensa de La Nación, su comisión interna y la UTPBA reclaman la reincorporación de los despedidos.