El organismo oficial admitió que en los últimos cuatro años el número de cámaras informadas se multiplicó por mil, siendo en un 98 por ciento de origen privado, en tanto que la Asociación de Internautas remarcó que el 60 por cientos de las conectadas a Internet están abiertas, es decir, que cualquier persona puede acceder a sus contenidos.

Muchas de esas cámaras ofrecen alternativas de movimientos hacia distintos ángulos, la utilización de lentes de acercamientos de las imágenes y hasta opciones para grabarlas, según un informe de la periodista Mónica Ceberio Belaza publicado en el diario español El País.

Durante 2008, la Agencia de Protección de Datos abrió 365 expedientes y sancionó a 37 personas por colocar videocámaras en lugares inconvenientes o por no informar claramente sobre su existencia.

Para la Asociación de Internautas, uno de los principales problemas es que la mayoría de quienes utilizan esas cámaras desconocen que el sistema es vulnerable, y que por lo tanto deben utilizar claves de seguridad para impedir el acceso de cualquier curioso a través de Internet, luego de localizar la dirección del IP.

La organización sostuvo que el Estado debe asumir la capacitación de los personas respecto a la utilización correcta de las videocámaras, para evitar la violación de la intimidad a través de Internet.