Gabriel Cajamarca es trabajador de la EMOP Q desde el 6 de enero de este año, es casado y tiene tres hijos, que ya son escolares, su esposa también trabaja para ayudar con los gastos de la familia; es actualmente Presidente del Sindicato 30 de Julio, una organización nueva que nació de la lucha de los trabajadores tercerizados del Municipio de Quito y su necesidad de hacer respetar la Constitución para dar mejores días a sus familias.

Gabriel contó que más de cien personas trabajaban para la Microempresa asociativa Ashintaco. Era supervisor de asfalto, bacheo, aceras, bordillos, limpieza de túneles y mantenimiento en general de la ciudad, bajo las órdenes de la Empresa Municipal de Obras Públicas EMOPQ del Municipio de Quito. Algunos desde el año 92, en la administración del alcalde Jamil Mahuad.

Cuenta que 180 personas se unieron y, bajo la dirección y asesoramiento de la UGTE, desde julio pasado, se hizo cumplir con lo que dispone el Mandato Constitucional 008 y con gran esfuerzo de nuestra central sindical así como de quienes trabajabamos como tercerizados, 110 obtuvimos la resolución favorable del Ministerio de Trabajo para ingresar directamente a laborar en la EMOPQ, en los distintos centros zonales.

Este dirigente manifestó que aún existen trabajadores que realizan sus labores en parques y jardines en todas las zonas de la ciudad como tercerizados, la mayoría de ellos se encuentran en el mismo proceso jurídico y esperan que la resolución del Ministerio del Trabajo se extienda para que las autoridades municipales acojan bajo sus roles a estos compañeros a partir de febrero.

Aún no conocen cuánto van a percibir como sueldo, pero saben que será mejor y el pago será puntual, y lo que corresponda a horas extras, cosa que no ocurría con la tercerizadora.No tenían derecho a todos lo beneficios de Ley, los décimos eran reducidos y debíamos esperar muchos meses para ese pago. Recién hace tres años la tercerizadora nos afilió al IESS, algunos compañeros trabajaron muchos años pero no lograron jubilarse porque la empresa no les afilió.

Al preguntarle a Gabriel qué sintió cuando escuchó y miró la resolución del Ministerio del Trabajo a su favor, luego de tomar aire profundamente, le brillaron los ojos y manifestó: el cumplimiento del Mandato 8 significó en ese momento que se hizo justicia con los más pobres, que tengo un trabajo directo y estable y lo principal es que significa un triunfo y una gran satisfacción saber que mi familia estará más estable económicamente, mis hijos podrán estudiar con tranquilidad y podremos alimentarnos mejor”.

Recalca que todo esto se pudo realizar gracias al empuje y el gran apoyo que incondicionalmente los compañeros de la UGTE nos brindaron, sin ellos no hubiera sido posible este triunfo, “es el contrato por un año, pero con la unidad, la fuerza y la ley haremos cumplir el Mandato 8, la palabra del Presidente debe cumplirse y el municipio debe respetar la Constitución y darnos estabilidad en nuestros puestos de trabajo luego de estos 12 meses”, manifestó Gabriel.

Comentó que durante muchos años debió hacer grandes esfuerzos para que alcance su salario para poder darles estudio a sus tres hijos y poder alimentarles, “para esto teníamos que hacer menos gastos y no darnos lujos (como una golosina o un paseo familiar), no teníamos ni para un electrodoméstico, el sueldo era sólo para subsistir”.