Por: Msc. Mariana Pallasco

Los maestr@s, estudiantes, universidades, padres de familia y trabajadores del Ecuador que estamos inconformes con el sistema capitalista estamos en la tarea incansable de buscar las alternativas que permitan romper las estructuras económicas, sociales políticas injustas de este sistema que está imposibilitado de resolver los problemas de las grandes mayorías, entre los cuales está el de la educación.

Como una alternativa para enfrentar la actual situación y proyectar los alcances de una nueva educación en el país, los maestros ecuatorianos hemos desarrollado una propuesta que parte y corresponde a la realidad del Ecuador, que busca y contribuye a la transformación, no solo educativa, sino a la transformación de la sociedad toda.

Planteamos establecer una Escuela que forme educandos para el trabajo y para la vida. Esa Nueva Escuela se estructurará conforme la diseñemos las clases sociales trabajadoras y los pueblos del Ecuador; servirá plenamente a nuestros intereses y tendrá los elevados objetivos de forjar un nuevo ser humano: libre, igual entre sus pares, solidario; dotado de los conocimientos sociales y culturales, científicos y técnicos que le permitan laborar para el progreso social y material. Por ahora nos corresponde continuar la lucha por alcanzar y conquistar espacios, abrir camino para ella en el curso del proceso social y político que se desenvuelve en el país.

Una Escuela para todos los niños y niñas, para todos los jóvenes de la ciudad y el campo, para todos los pueblos, en la que nadie se quede al margen de la educación; obligatoria, desde la educación inicial, en sus diversas modalidades, hasta el bachillerato. Una Escuela pública gratuita en todos sus niveles, donde todos los educandos tengan acceso sin costo a los materiales de estudio, libros, cuadernos y demás instrumentos de aprendizaje, donde se provea de alimentación durante el tiempo de la enseñanza.

Una Escuela democrática en la que desaparezcan los privilegios y todo tipo de discriminación, social, étnica, de género, regional o por condición física. Todos los niños, niñas, jóvenes, de todas las clases y sectores, de todos los pueblos y nacionalidades, con o sin discapacidades, deben tener iguales derechos y deberes. Una Escuela donde los maestros/as cumplamos nuestras obligaciones conscientemente y que seamos reconocidos plenamente en nuestros derechos, con padres de familia que sean protagonistas activos de la educación.

Una Escuela intercultural, que coloque en pie de igualdad a todas las culturas de los pueblos del Ecuador, que contribuya al desarrollo de los pueblos, de su historia y sus culturas. La interculturalidad de la Escuela debe rebasar el hecho del aprendizaje en el idioma de los diversos pueblos; debe llevar a los niños mestizos el conocimiento y la comprensión de las culturas de las nacionalidades indígenas. No puede existir una interculturalidad fraternal si se desconocen las culturas y si la educación intercultural no llega a todos los niños y las niñas del país.

Una Escuela imbricada con el desarrollo social, económico, cultural y político de la comunidad, que fortalezca los nexos de sus integrantes, que se convierta en foro para el debate, en escenario para la toma de decisiones, y en eje del desarrollo comunitario; que rinda cuentas a la comunidad y cuente con la contraloría social, con la vigilancia, el control y evaluación de su función y de sus protagonistas, es decir, por parte de los maestros/as, los y las estudiantes, los padres y madres de familia.

Esta Escuela para el presente y el futuro debe estar a tono con el desarrollo científico y tecnológico, dotada de laboratorios y gabinetes, de la computación y la Internet, que reproduzca el conocimiento científico y cultural, y, simultáneamente, los enriquezca en el curso de su propio desarrollo.

Una Escuela que contribuya en todas sus magnitudes a la preservación del ambiente natural y creado, que armonice la relación de los seres humanos con el trabajo y la naturaleza, que contribuya para alimentar y desarrollar la cultura de nuestros pueblos, para la recreación espiritual, para la práctica del arte y la literatura, que lleve la cultura espiritual a todos los confines del país y la proyecte a la formación de la nueva sociedad.
Una educación que involucre en la práctica masiva del deporte a todos los alumnos, donde las canchas e implementos deportivos estarán al alcance de todos los educandos y educadores.

Una Escuela que revolucione los métodos de enseñanza-aprendizaje, que medie democráticamente entre los saberes y los alumnos. Una educación que afirme la Independencia y Soberanía del Ecuador en el marco de la unidad internacionalista de los trabajadores y los pueblos de la Tierra; que contribuya al progreso social y material del país, que abone para la disminución de las diferencias científicas y tecnológicas con los países desarrollados.

Se trata de una Escuela para la construcción de la sociedad y el hombre nuevos, que supere la educación capitalista y contribuya e erigir la sociedad de los trabajadores. Una Escuela Socialista.

Esta es una propuesta de maestros y maestras comprometidos con transformación de la sociedad y la educación, es una propuesta en construcción donde el debate siempre necesario debe avanzar a concretarse en un movimiento social que impulse esta propuesta, que vaya concretando experiencia creativas que involucren a los educadores y los educandos, que se manifiesta en la producción de textos escolares y guías para el proceso aprendizaje - desarrollo propuesto.