Quienes lo conocen, su familia, amigos y compañeros de esperanza revolucionaria, coinciden en señalar que Gustavo Terán es un hombre valiente para enfrentarse con las injusticias y las desdichas de la vida. Resaltan su decisión para abrazar un objetivo, su firmeza de pensamiento y acción política. Aplauden, también, su capacidad para relacionarse con la gente, su facilidad para ’hacer amigos’ y llegar al corazón de su pueblo.

Seguramente todas estas virtudes del carácter y la honestidad intelectual, se forjaron en Gustavo desde niño, cuando compartió los juegos infantiles con la necesidad imperiosa -y absurdamente cruel- de trabajar para ayudar a la economía familiar.

Esta fortaleza de espíritu devino en solidaridad, al educarse como estudiante normalista en el Colegio Juan Montalvo y compartir el saber académico con el conocimiento de la realidad social de su país: en las aulas empezó su activismo político por la reivindicación de los derechos de los más olvidados y explotados por la dictadura militar de la década del setenta.

A partir de esa época, su vida fue una constante rebeldía ante el poder establecido, ante los opresores del capital y los verdugos de la esperanza: desde la Unión Nacional de Educadores, UNE -organización que la presidió con mucha responsabilidad- luchó para que este gremio sea reconocido en su real dimensión e importancia; peleó por una capacitación adecuada y por salarios dignos para los maestros; desde la UNE visualizó un porvenir de justicia social para todos los ecuatorianos.

En este compromiso político e ideológico se destacó: Gustavo Terán fue elegido diputado nacional (1996 – 1998), y diputado por Pichincha (2006 – 2007), en representación de su partido, el Movimiento Popular Democrático, MPD.

Muchos lo conocen como ’el profesor’ Terán; su imagen está íntimamente ligada con el magisterio ecuatoriano; la gente lo valora porque mantiene intacta la balanza entre lo que dice y lo que hace; entre su discurso de izquierda revolucionaria y su accionar político.

En las próximas elecciones, Gustavo Terán aspira ser asambleísta por Pichincha, cobijado otra vez -como siempre- por los colores tomate y turquesa del MPD, listas 15. Su compromiso es reglamentar, a favor del pueblo, los derechos adquiridos en la nueva Constitución, especialmente los referentes a salud y educación públicas, gratuitas y de calidad; la seguridad social para todos, incluidas las amas de casa y los pequeños comerciantes; la inversión estatal para generar empleo, vivienda, carreteras, infraestructura; el respeto íntegro a nuestra soberanía y el no pago de la deuda externa, entre otros postulados.