Para un arquitecto como el rector de la Universidad Técnica de Cotopaxi (UTC), Francisco Ulloa, tener la vocación de constructor es algo más que un asunto técnico, es más bien la necesidad de luchar por el desarrollo de los pueblos. “Quizás lo que ha marcado mi vida es que todas las instituciones en las que he estado durante el proceso de estudiante, empleado o autoridad, es que he llegado para iniciar o cuando recién se ha iniciado la construcción de la infraestructura”, afirma, y esto lo entiende como la demostración de que la educación siempre ha estado relegada en nuestro país, sobre todo cuando se trata de servir a los sectores populares, tanto urbanos como rurales; y también, como la demostración de que hay que luchar por ella.

Cuando inició sus estudios en una escuelita fiscal de la entonces parroquia de Mira, en la provincia del Carchi, de donde es originario, lo primero que comprendió es que había que trabajar fuerte y sudar mucho en las mingas que organizaba su comunidad, para ver cómo poco a poco se levantaban las paredes de las nuevas aulas, instalaciones que, por esas cosas de la vida, no llegó a ocupar, puesto que ya terminó sexto grado y la obra aún no concluía.

Algo parecido le sucedió cuando ingresó al colegio. Como era una institución fiscal de reciente creación, los jóvenes tuvieron que aprender sobre las ciencias combinando sus estudios con el arduo trabajo para dar forma a su nuevo edificio. Tampoco pudo hacer uso de esas aulas, pues se había graduado cuando recién entraban en funcionamiento.

Pero, al contrario de lo que se podría pensar, ese trabajo no resultaba una obligación pesada y sin recompensa para Ulloa, pues entonces funcionaba, en su real sentido, la minga, con todo lo que ella significa: integración, fiesta, despliegue de energía y solidaridad, escuela de formación para los más jóvenes.

Para Francisco Ulloa, la minga continúa. Actualmente está al frente del rectorado de la UTC, y es artífice y propulsor de una de las construcciones más importantes de Latacunga: las instalaciones del moderno campus universitario de esta alma mater.

Construir “una universidad de futuro, íntimamente vinculada al pueblo”, que se inserte en un proyecto político de emancipación social y nacional, es una de las más importantes obras que este arquitecto de profesión ha tenido que emprender. Ahora es uno de los candidatos a asambleístas más opcionados que tiene la provincia. Encabeza las Listas 15, del Movimiento Popular Democrático.

“Para garantizar la plena vigencia de los derechos constitucionales en el ámbito educativo, se requiere impulsar un amplio debate entre sus actores, para que nuestros representantes en el seno de la Asamblea sean los interlocutores válidos que recojan las inquietudes y propuestas de maestros, estudiantes y servidores, garantizando con ello la promulgación de una ley que reúna las aspiraciones de transformación y desarrollo de la educación, que brinde garantías para el ejercicio pleno de la autonomía, la gratuidad, respeto a las fuentes de financiamiento, que establezca la carrera docente y la carrera administrativa universitaria”.