“Muerto el perro se acaba la rabia”, dice sabiamente el pueblo. En el caso de la crisis que golpea al Ecuador y el mundo, ésta se resolverá de manera efectiva, a favor de las mayorías, únicamente con la eliminación del sistema de explotación de la burguesía: el capitalismo, y con la instauración de la sociedad de los trabajadores: EL SOCIALISMO.

Está demostrado que la causa de la crisis está justamente en el sistema capitalista, el mismo que se basa en la sobreexplotación de la burguesía a millones de trabajadores. Este hecho es posible porque las fábricas, las industrias, las maquinarias, las grandes haciendas, en definitiva los medios que permiten producir, son propiedad de unos cuantos, de una minoría que detenta el poder. Es innegable, la causa de la explotación y de la crisis es la existencia de la propiedad privada sobre los medios de producción.

La clase obrera tiene que ser consciente de que mientras exista la propiedad privada sobre los medios de producción habrá explotación, que todo tendrá como objetivo el lucro. Con la propiedad privada, las riquezas que se producen con el trabajo de todos, servirán para enriquecer más a la oligarquía, sector que, con tal de engordar sus fortunas, no le interesa si la gente come o no, si lo que le gana le alcanza para vivir con dignidad o no.

Burguesía y oligarquía, por más de una ocasión, han remendado el capitalismo; un ejemplo de ello es la aplicación de políticas neoliberales, que no son otra cosa que tomar medidas para explotar, todavía más, a las masas trabajadoras y a los pueblos del mundo. Para eso sirvió el neoliberalismo y para ello servirán las nuevas recetas que se están inventando los capitalistas; según ellos, estas medidas les costarán arriba del TRILLÓN DE DOLARES (¿de dónde sacarán y cómo recuperarán esa plata?).

Los últimos datos demuestran que la crisis del capitalismo se encuentra en su momento de mayor gravedad, y que va para largo... Sólo tomemos como ejemplo EE. UU. En el trimestre de éste año, ya tiene 1 billón de dólares de déficit, 19 bancos han quebrado en el 2.009, el desempleo aumento al 8.5% y puede seguir subiendo. Otros países, en cambio, recién aceptaron que están en recesión (estancados en su economía), con la posibilidad de entrar en depresión (quiebra generalizada).

Sólo con la eliminación de la propiedad privada se puede edificar una nueva sociedad de armonía, bienestar, libertad y justicia; únicamente con la eliminación de la propiedad privada se logrará que las riquezas se distribuirán entre los que trabajan; con ello se asegurará a quienes generan la riqueza, los recursos y las condiciones para vivir como seres humanos.

Eso es el SOCIALISMO, una sociedad en la que el ser humano no es enemigo del ser humano; por el contrario, es la sociedad de la solidaridad. El SOCIALISMO piensa en el bienestar de la gente: la producción colectiva sirve para satisfacer las necesidades materiales y espirituales de toda la población. El SOCIALISMO es todo lo contrario de la mezquindad y la avaricia de que hacen gala las minorías que dominan actualmente.

Para los trabajadores, hablar de SOCIALISMO no es distorsionar ni manipular lo que en realidad esto significa; por lo tanto, no podemos aceptar los engaños que vienen con la envoltura del ’Socialismo del siglo XXI’; ese es uno de los tantos engaños que se hacen para confundir y engañar a las masas trabajadoras.

Desembozadamente, los defensores del ’Socialismo del siglo XXI’ engañan a los pueblos al decir que puede haber libertad y bienestar de los trabajadores mientras existe la propiedad privada (explotación), que puede haber igualdad de intereses entre los empresarios y la clase obrera, que los explotados pueden convencer a los explotadores con las palabras y no con la lucha.

DIGAN LO QUE DIGAN, LO ÚNICO CIERTO ES QUE LOS VERDADEROS CAMBIOS SOCIALES SÓLO SE DARÁN CON EL TRIUNFO DE LA REVOLUCIÓN, Y QUE PARA IMPLANTAR LA SOCIEDAD SOCIALISTA, LA CLASE OBRERA TIENE QUE TOMAR EL PODER POLÍTICO DEL ESTADO.