Ser joven y no ser rebelde es una contradicción hasta biológica (Salvador Allende)

La juventud se ha caracterizado por su activa participación en la vida política y social del país, jugando un papel determinante en la defensa de los derechos de los sectores populares en el Ecuador y en América Latina, lo cual ha sido reconocido como hazañas heroicas: “la juventud vive siempre en trance de heroísmo. Es desinteresada, es pura. No ha tenido tiempo aún de contaminarse.” (Manifiesto de Córdoba - Argentina, 1918).

En la etapa actual se han hecho planteamientos que pretenden mantener a los jóvenes al margen de la política, lo cual ha intensificado el debate sobre el papel de la juventud universitaria dentro de la vida política del país. Es así que tuvimos la oportunidad de dialogar con el Msc. Fabián Carrión, Vicedecano de la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación de la Universidad Central del Ecuador, quien nos dio sus punto de vista respecto a este tema:

  ¿Debe hacerse política en la universidad? ¿Por qué?
 Sí. Existen aspectos importantes que tienen que ver, principalmente, con lo que se desarrolla dentro de las universidades desde el momento en que fueron creadas: el acceso al conocimiento, a la ciencia, a los nuevos elementos de lo que es la conciencia social; siempre han sido factores que han estado incidiendo directamente en las universidades. Muchas situaciones significativas de la vida universitaria tienen que ver con los factores ideológicos y políticos del acontecer social.

Y esto no se lo puede evitar, porque expresa las características propias de la sociedad: en cualquiera de los ámbitos donde se desarrolla la vida, la existencia misma de los seres humanos implica, necesariamente, intereses, implica necesariamente inequidades y sobre esa base se van a ir manifestando los distintos individuos y grupos humanos. Entonces, esta actividad, la política, es natural a la sociedad y no puede darse el caso que una universidad se encuentre al margen de ella.

 ¿Cómo debe hacerse política dentro de la universidad?
 La política debe ser aquel espacio de debate y participación, en donde se definan con claridad cuáles pueden ser las proyecciones de nuestra institución, y de la sociedad entera. La universidad tiene razón de ser cuando se inscribe dentro de una sociedad, cuando se inscribe en la proyección que esta sociedad pueda tener. Nosotros no somos profesionales asépticos en el plano ideológico, somos profesionales que tenemos un compromiso con una u otra posición en la sociedad. Hay profesionales comprometidos con los sectores oligárquicos y también habemos profesionales comprometidos con el pueblo, y esto implica que debemos luchar y debatir para que la universidad pueda aportar de mejor manera a la superación de las inequidades.

 ¿Cómo mira usted el papel de la universidad dentro de la vida política del país?
 Como no podemos ser un ente aislado, en muchos de los casos se ha tratado de estigmatizar a la universidad pública, que tiene un pensamiento democrático, tratando de ocultar que con el acceso al conocimiento también hemos adquirido un pensamiento crítico, y que buscamos desarrollar una acción que tenga que ver esencialmente con la defensa de los intereses de los sectores populares, que en buena medida han sido la razón histórica de la propia universidad.

 ¿Cómo cree que influye la universidad en la política?
 Ha influido, en determinados momentos, con la participación de la juventud en torno a posiciones antiimperialistas, en defensa de los intereses populares. En el caso de la Universidad Central, ha tenido una tradición histórica desde hace mucho tiempo; desde cuando surgimos, cuatrocientos años atrás, hemos tenido que participar en muchos procesos, y parte de ellos han tenido que ver con la independencia del país, con ideas libertarias que han sido también gestadas en esta universidad, pues el acceso al conocimiento nos ha permitido tener espacios donde poder debatir y participar en mejores condiciones y en beneficio del pueblo..