Vendrán a interrogarte

los mensajeros de la muerte.

¡Madre, no les temas!

Te dirán que soy un terrorista,

un subversivo peligroso para el sistema.

Cuéntales que de niño vendía flores,

que escogía fréjoles y lentejas,

para llevar el pan que faltaba a nuestra mesa.

Vendrán a interrogarte

los padres de la Democracia.

¡Madre no les temas!

Cuéntales que nos cansamos de sus promesas.

Así crecí, así crecimos,

con las niguas reventándonos los pies,

cargando bultos de los ricos en el supermercado,

arrancando nuestra subsistencia a la árida tierra,

sin un puñado de maíz tostado, ni mazamorra.

Vendrán a interrogarte

los esbirros del libre mercado.

¡Madre no les temas!

Cuéntales que nunca tuve zapatos para ir a la escuela,

cuéntales que escribía versos rebeldes,

para engañar el hambre, empozado en el estómago.

Vendrán a interrogarte

los matones del Pentágono y la CIA.

¡Madre no les temas!

Cuéntales que en tu taller de costura

remiendas el traje de camuflaje de los compañeros,

pespunteando la bronca e hilvanando la ternura,

tejiendo con tus manos cobrizas la revuelta,

bordando la libertad en tu regazo trigal.

Vendrán a interrogarte,

los gorilas disfrazados de sotanas.

¡Madre no les temas!

Diles que no creo en el Papa ni en el Vaticano,

que mi Dios es el Dios de los pobres,

alejado de anillos, coronas y tafetanes.

Cuéntales que no me hace falta ir a misa,

a golpearme el pecho, a ser cómplice de la ignominia.

Vendrán a interrogarte

periodistas, historiadores y politólogos.

¡Madre no les temas!

Cuéntales que te escribí este poema

por ser el día de tu cumpleaños.

Cuéntales que extraño tus guanllas del mercado San Roque,

el carnaval de Guaranda, la chicha fresca, la fritada

y el abrazo a mis hermanos latinoamericanos.

Vendrán a interrogarte

los torturadores armados de picanas.

¡Madre no les temas!

Invítales a un café negro con bolón de verde,

como se debe hacer con el enemigo.

Cuéntales que agarramos para la montaña,

que los aguardamos con el dedo en el gatillo.

Sobretodo cuéntales que ignoras,

donde con los camaradas combatimos.