Lo más paradójico –y curioso— es que la medida se toma precisamente ahora por Microsoft, pues al comenzar el servicio hace 10 años ya existía el bloqueo con idénticas regulaciones.

No obstante, dijo entonces que el objetivo era fomentar el intercambio entre las personas, sin distinción de raza, credo, ideología política o cualquier otro elemento discriminatorio.

Contradictorio también porque el presidente Barack Obama había dicho recientemente ser partidario de ampliar las comunicaciones digitales y telefónicas con Cuba.

Ahora la empresa, repentinamente, toma la medida y expone un argumento baladí al declararse cumplidora de la legislación anticubana. Por qué entonces violaron el bloqueo durante tanto tiempo.

Evidentemente es el resultado de nuevas y mayores presiones que propugnan sectores reaccionarios norteamericanos en contubernio con la mafia anticubana.

Tal nueva agresión se suma a las anteriores las cuales han impedido a la Isla la compra de ordenadores y sus componentes a los mayores fabricantes mundiales como son Intel, Hewlett Packard, IBM o Macintosh.

Cuba se ve obligada por ello a pagar hasta 30 por ciento más y adquirir estos equipos mediante terceros.

Pero hay más. El sistema operativo Windows, instalado en gran parte de las computadores del mundo, no puede ser usado libremente por los cubanos, con excepción de los que puedan obtener una copia ilegal, ya que Microsoft no puede suministrarlo, lo cual provoca que los usuarios de Internet están expuestos a los ataques cibernéticos ya que los “parches de seguridad” proporcionados por la famosa empresa tampoco pueden descargarse.

La lista de programas bloqueados aumenta constantemente con algunos tan conocidos como Microsoft Office, Adobe PhotoShop, ACD See, Internet Explorer, Write Express, Boprland; o software de seguridad como Norton Antivirus, Panda Antivirus, Maccafee o AVP, entre otros.

Igualmente se encuentran bloqueados servicios accesorios como Google Earth, Google Desktop, Google Code o Google Toolbar, que impide a los cubanos ver mapas satelitales mundiales y poseer herramientas avanzadas para encontrar información almacenada en los ordenadores.

Ni siquiera razones humanitarias han funcionado. En el 2003, por ejemplo, el Departamento de Comercio de EE.UU. negó al país la licencia para poder adquirir 423 computadoras que irían a la red de hospitales y policlínicos, además de decomisar anualmente decenas de estos equipos donados a la salud cubana por intermedio de los Pastores por la Paz.

Agencia Cubana de Noticias