Como adolescente, a mediados de las década de los setenta, se integró a la lucha sandinista que en julio de 1979 derribó a la dictadura de Anastasio Somoza a través de una insurrección popular, la segunda revolución armada triunfante de Latinoamérica. Durante el sandinismo -1979 a 1990- siempre ejerció de periodista. Pero fue a partir de la derrota electoral del Frente Sandinista (FSLN) que su voz se transformó en un punto de referencia para el análisis de la coyuntura nacional. Entrevista con William Grigsby, agudo analista de la realidad centroamericana.

En Nicaragua existen hoy varias decenas de radios; dos grandes periódicos nacionales con una circulación de unos 80 mil ejemplares diarios –sobre una población de casi 6 millones de habitantes-; 5 canales de televisión abierta; 4 pagados; 2 canales exclusivamente de noticias (ambos nacionales).

No existe una agencia nacional de noticias, aunque están implantados en el país corresponsales de las agencias internacionales más conocidas. Para quienes “hablar contra el Gobierno le asegura publicación en el exterior y por lo tanto la línea informativa preponderante es anti-gubernamental”, explica William Grigsby en diálogo con “M”, avanzando algunas peculiaridades del mundo informativo “nica”.

En ese escenario, “los proclives al sandinismo son minoritarios, y los medios más importantes, especialmente la prensa escrita y la televisión, están en manos de grandes grupos de poder económico. Históricamente, los dos grandes cotidianos, La Prensa y el Nuevo Diario, pertenecen a una sola familia, la de los Chamorro”.

“A diferencia de otros países, donde los medios de comunicación constituyen el cuarto poder, en Nicaragua los medios son el poder mismo”, enfatiza el director de La Primerísima.

Otro elemento específico de Nicaragua “y que nos diferencia de otros países, es que cada medio presenta claramente su opción ideológica y política”. Los liberales se presentan como tal, los sandinistas también nos presentamos como tal”.

“No se cree mucho en lo de la supuesta objetividad de los medios. Aunque tratamos de ser veraces, que es otra cosa distinta”, insiste Grigsby. Quien define a su radio como “sandinista, antiimperialista, comprometida con el movimiento popular y profesional-veraz en sus contenidos”.

Y amplia en cuanto a posicionarse en la difícil frontera entre publicidad y contenidos informativos.

“En nuestra radio no tenemos límites ideológicos para recibir anuncios, pero tampoco aceptamos que nos impongan esos límites a nosotros. Somos libres de pautar cualquier tipo de publicidad y también para criticar a cualquier tipo de empresa y al Gobierno”, enfatiza Grigsby.

¿Cuál sería la mejor noticia sobre la que le gustaría informar en Nicaragua?, preguntamos. “Que tenemos una sociedad justa. Y que hemos resuelto el problema de cada ciudadano y de la nación. Una noticia buena adicional: ¡que a partir de julio de este año Nicaragua será declarada territorio libre del analfabetismo por la UNESCO!”.

Fuente
La Oreja que Piensa (Argentina)