Por: Carlos Bacacela A. UNAPE
El arte, producto de la creación del ser humano, es reflejo de la necesidad de explicar el mundo, la vida, las necesidades, los sueños, el amor, el odio, la libertad. Una forma poco usual de decir lo que en este caso el poeta busca clavar como una daga su pensamiento en la conciencia colectiva y con ella cortar de un tajo a la apatía, a la rutina, a la modorra; esa apatía cansona, a la que esta sociedad de consumo nos empuja; rutina que ha engrilletado nuestro espíritu, modorra que desvanece a la verdadera alegría, al amor auténtico, al sueño posible”.
Con estas palabras se dio inicio al recital poético – musical “Irreverente y libertario”, organizado por la Unión de Artistas Populares del Ecuador (UNAPE - Azuay) y el colectivo de creadores de poesía y literatura “Llucho-Psique”.
En las voces de Marieliza Carrasco, Ximena Calle (la Roja como le dicen sus panas), salieron como flechas los versos nacidos en lo más auténtico de su irreverencia juvenil. Sus letras impusieron el sello de aquellos que no buscan que sus estrofas sean consagradas en poemarios, sino que sus creaciones quebranten el silencio, que divulguen por las venas de quienes las escuchen ese amor olvidado que con urgencia debe ser recuperado para no perecer prematuramente.
Por su lado, Paulo Freire e Ismael Tacuri recrearon con música y versos sus idilios quebrantados en el andar de sus sueños. Mientras esto sucedía, desde la historia de la lucha de los pueblos regresaban las palabras del poeta Rafael Larrea: “Cuídate mujer del que dice amarte y no te enseña a amar la lucha al mismo tiempo”, que en la voz de Inés (mil disculpas no recuerdo su apellido) y la guitarra de Paulo, se hizo una sola canción para mantener vivo el ejemplo de Mama Tránsito Amaguaña.
La dureza de las letras de Esteban Arévalo nos llevó hacia los adentros de la pasión incontenible, a identificarnos en sus ganas temerarias de vivir.
“La resurrección de Lázaro”, monólogo que con ironía lacerante supo dejar en claro sus cuestionamientos a lo divino, fue excelentemente interpretado por Iván Petroff.
Andrés Reinoso (el Cuchi) y el Gero, demostraron toda su capacidad creadora, al compartirnos su música nacida de la inspiración que les da la necesidad de expresarse y de luchar por mejores días para su pueblo.
Así vino y se fue este Recital, que nos dejó satisfechos, porque esto demuestra que se empieza a construir un movimiento cultural de carácter cuestionador, irreverente y propositivo, que en esencia lucha por la libertad plena y verdadera del ser humano. Además en el evento se realizó un justo homenaje al poeta Mario Benedetti...
Mario Benedetti dejó escrito:
¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de paciencia y asco?
¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo?
también les queda no decir amén
no dejar que les maten el amor
recuperar el habla y la utopía
ser jóvenes sin prisa y con memoria
situarse en una historia que es la suya
no convertirse en viejos prematuros
¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de consumo y humo?
¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas?
también les queda discutir con dios
tanto si existe como si no existe
tender manos que ayudan / abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno /
sobre todo les queda hacer futuro
a pesar de los ruines de pasado
y los sabios granujas del presente.
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