En su horario nocturno de los martes, con entrevistas, teléfono abierto a los radioescuchas e invitados metidos en los temas de internet, radio, prensa escrita y televisión, van armando los contenidos que, de antemano, diseñaron sus productores, ensamblando medios y fines de esa tarea abierta al intercambio de opiniones nacidas del más amplio pluralismo. Es por esto que han ido ganando el más variado auditorio.

Es altamente informativo y formativo, ya que reciben, sin concesiones, las críticas constructivas de los que hacen los medios de comunicación, respecto de cómo formulan la información y los comentarios de sus actores que, la mayor parte, están condicionados por los intereses de los concesionarios.

De tal suerte que la implacable crítica no se hace esperar: puntualizan las desviaciones en que incurren y evidencian la manera en cómo actúan como monopolios en el contexto del duopolio televisivo y radiofónico, y para cuestionar el papel interesado de los medios públicos para difundir las medias verdades oficiales del presidencialismo panista.

“El fin justifica los medios” es un programa siempre al pendiente del continente y contenido de los medios escritos, audiovisuales, orales, blogs en internet; el periodismo por esta vía y otras manifestaciones para su análisis sobre la marcha de la intervención de especialistas o el común y corriente de quienes recurren a esos medios para informarse e informar.

El programa ha sabido mantener su constante actualización y no deja de poner en su mira cuanto se difunde del centro a la periferia y en sentido contrario, sobre la información, su manejo, manipulaciones y hasta el reconocimiento cuando (como Radio UNAM, en el asunto de la epidemia de la influenza humana) los medios aciertan con su trabajo de análisis y el resto de la programación.

Evaluando su transparencia, veracidad y desempeño ante quienes reciben la noticia, el comentario y todo cuanto constituye el ejercicio, mayor o menor, de los derechos a la manifestación de las ideas, el acceso a la información, el libre examen y discusión de las ideas, como para escribir, publicar y difundir por cualquier medio de comunicación opiniones, investigaciones, críticas, réplicas y demás afluentes que conducen al trabajo de la comunicación en general; esmerándose, cumpliendo con su deber crítico y ser un programa abierto, es como “El fin justifica los medios” se mantiene en la vanguardia radiofónica como un espacio democrático. Que siga siendo el encuentro de diferentes puntos de vista, aceptando, a su vez, el cuestionamiento de sus radioescuchas; y que promueva las expresiones sin cortapisas, para darle forma y contenido a su programación semanal, lo hace merecedor de saludar su consolidada permanencia ya por 20 años.

Y que lo haga con apego a las libertades constitucionales, sin censuras, hace que el programa tan bien conducido se gane el mejor reconocimiento que puede tener y que es de su audiencia.

Fuente: Revista Contralínea 137 / 28 de junio de 2009