De manera serena, pero con mucho entusiasmo, habla de su vida, de sus proyectos y de sus nuevas responsabilidades como Director de la Dirección Nacional de Educación Intercultural Bilingüe (DINEIB).

Ha dedicado 24 años de su vida a la educación. Empezó trabajando en un jardín de infantes, hoy convertido en una red educativa con 1.500 estudiantes y 110 profesores, ahí ha trabajado todo el tiempo. Desde los 16 años hizo un trabajo comunitario y organizativo con la guía y escuela de su padre, un reconocido líder zonal en la provincia de Tungurahua.

Esta trayectoria y compromiso con su pueblo le ha concitado un gran respaldo de las comunidades, a tal punto que no le aceptaron la renuncia al cargo de presidente del Movimiento Indígena de Tungurahua, filial de la FENOCIN, por lo que ejerce las funciones de Director de la DINEIB y busca cumplir los fines de semana las de dirigente de su organización. Es un hombre multifacético, ha promovido proyectos educativos, de vivienda, de agua potable y riego; hoy tiene uno de comercialización de productos agrícolas en la parroquia Santa Rosa, en Tungurahua, que cuenta con apoyo de Bélgica. Preparó una malla curricular para el estudio de los temas ambientales en la Politécnica de Chimborazo, de la cual también es graduado.

Su tiempo está copado en las tareas ambientales, organizativas y en lo socioeducativo, con la responsabilidad de la Dirección.


 ¿Dónde estudió y qué preparación tiene?

 Estudié en Quito, en lo que hoy es el colegio Manuela Cañizares. Al año y medio de ejercer como profesor me otorgaron una beca del Senado del Canadá, donde trabajé con niños menores de 5 años.

Luego fui invitado a Alemania para hablar sobre la cosmovisión andina. He ido a varios países donde he aprendido mucho, pero también donde pude enseñar algunas cosas, porque podemos enseñar mucho de lo que somos. En esos países hay cosas muy lindas en la parte tecnológica, pero en lo que se refiere a valores se han deteriorado. Una computadora es fácil comprar, pero no podemos comprar los valores.

Por ejemplo, en San Diego, California, me tenían hasta las 10 u 11 de la noche explicando cómo es la vida de las familias andinas, por qué tenemos familias consolidadas. Uno no puede decir que una madre de 70 o más años la vamos ha abandonar en un asilo de ancianos; nuestra madre vive con nosotros hasta el último, eso no pasa en los países desarrollados. Explicamos cómo son los niños, cómo nacen, cómo es el parto indígena, cómo se atiende, quién atiende, cuánto tiempo está la madre con su niño y cuánto tiempo le da de lactar; todo esto hace que los niños no sean tan violentos. En el campo pueden faltar muchas cosas tecnológicas, pero tenemos estas cosas que son muy lindas también.

- ¿Cuál es el propósito más importante que tiene en este cargo?

 Yo digo que cada director actúa en un tiempo diferente. El primer director que actuó hace 20 años empezó tratando de convencer a la sociedad que había que hacer educación para los indígenas. En mi tiempo, estoy en una reestructuración para tecnificar y mejorar la calidad de la educación, vamos a reestructurar y optimizar los recursos humanos, técnicos, económicos, para eso estamos haciendo un orgánico estructural y funcional, para saber cuántas personas necesito y qué perfiles deben tener para cada unidad. Esto lo haremos en las 18 provincias y en las 6 nacionalidades que tenemos en el país.

El otro tema es dar cumplimiento con los objetivos de nuestro modelo educativo. Esto significa que hay que escribir y que hacer difusión en las 10 lenguas. Este rato tenemos escrito por lo menos una evaluación para profesores en las 10 lenguas. Para saber cuánto mismo se habla de cada lengua, es decir, cuánto se habla de záparo, shuar, Kichwa, ashuar, chapara y otras.

- ¿Cómo abordar el tema de la interculturalidad?

 En este momento, según la Constitución, somos un país intercultural. Pero, ¿cómo se lleva a la práctica esto?, ¿qué hacer?, ¿cómo desarrollarlo?, ¿cómo instrumentalizamos eso? Estas son las grandes preguntas, y nosotros somos especialistas en esto. Veinte años venimos trabajando en esto. Yo creo que la interculturalidad se puede hacer viviéndola, conviviéndola. Nuestro concepto es importante sobre esto, tenemos que llevar a trabajar conjuntamente, por ejemplo, a 40 profesores indígenas y a 40 profesores mestizos, a 10 profesores mayores de 50 años y a los jóvenes. La interculturalidad hay que hacerla, nuestro trabajo no es solamente para los indios sino para la sociedad ecuatoriana. Por ello tenemos la gran misión de profundizar el estudio de este tema. Pero también, al entrar a desarrollar la interculturalidad es necesario trabajar en la identidad. Nosotros sí tenemos nuestra identidad clara, sabemos nuestras bondades, nuestros valores, nuestra propia historia; estando orgullosos de nuestra propia identidad podemos entrar a un proceso de interculturalidad, caso contrario vamos a terminar aculturados y a ser absorbidos por la globalización.

En mi centro educativo, por ejemplo, de los 110 profesores, cerca de cincuenta son mestizos, con ellos saludamos, comemos, reímos, jugamos, convivimos diariamente, nos conocemos. Solo cuando conozco una cultura puedo respetarla, pero también deben conocer y respetar la mía.

En este sentido, hay muchas experiencias de estas que se producen en los cientos de colegios y con cerca 138 mil niños, jóvenes en todo el país, en todas las culturas, solo que esta información no se conoce, como muchas cosas en el país. Es más, hay culturas que ni siquiera se conocen, como los záparos, que son solo cuatro personas las que hablan y se entienden en su idioma, hay que trabajar para recuperar y sostener esa cultura como parte de nuestro patrimonio cultural.

- ¿Qué otros aspectos están trabajando?

 El otro tema importante que estamos trabajando es la lectura y escritura. Nuestra cultura ha sido oral, pero no podemos quedarnos en la oralidad. Estamos trabajando en las escuelas, pero ahí tenemos un problema, no solo en los indígenas, sino en todo el país. Creo que somos 140 mil profesores en el país, si cada uno leería un libro mensual, se estaría leyendo 140 mil libros mensuales, y casi lo mismo si escribiríamos. Pero ¿por qué no es así?, ¿qué paso?, ¿por qué no leemos y escribimos? Yo creo que por falta de una metodología; nos enseñaron a leer y escribir maltratándonos, amenazándonos, dejándonos sin recreo, no dejándonos ir a orinar, eso fue terrible, generó un rechazo. Pero ¿cómo hacer en nuestro sistema para que la lectura y escritura sea más amable, sea con amor y cariño, que sea algo fantástico, que respete los intereses de cada edad?, porque es diferente lo que debe leer un niño de 7 u 8 años que lo que lee una persona de 40. Estamos trabajando con la Universidad Andina, que tiene una buena experiencia en eso.

Por otro lado está el tema de la Matemática. Se conoce por la historia que nuestros ancestros indígenas eran buenos matemáticos y buenos astrónomos, eso es así, pero entonces ¿que paso?, ¿por qué ahora tienen miedo a la Matemática? Pues lo mismo: no se respetaron las edades. A lo 5 ó 6 años se les enseñó una Matemática abstracta y no una matemática concreta; un niño, un ser humano debe aprender concretamente hasta los siete u ocho años, y recién a los nueve o diez años comienza la abstracción. Entonces, enseñaron las fórmulas y no explicaban de dónde salían, ¿por qué y para qué? Esto hay que cambiar, hay que hacer una matemática más humana, más sencilla, porque se ha hecho de esto una montaña.

Otro aspecto que le ponemos atención es la evaluación que estamos viviendo; ahora que ha existido mucho problema y muchas protestas en el país. Yo creo que los profesores tienen razón en ello, porque no practicaron en la universidad esos temas, es como querer manejar una bicicleta sin haber aprendido antes a manejarla. A la final va a poder hacerlo, pero ahora es difícil, tiene miedo.

Estamos trabajando en un tema que se llama desarrollo del pensamiento; en mi institución tengo un aula de desarrollo del pensamiento, es un sistema de juegos con el cual se va aprendiendo, se van generando conocimientos diversos, se desarrollan habilidades, se va despertando el desarrollo vocacional, para que pueda escoger carreras donde los jóvenes se sientan bien y sean útiles. Esto es lo que vamos a implementar en todo el país, para lo cual contamos con promedio de un millón y medio de dólares, que ya estamos asignados a las provincias para trabajar en estos temas, por los siguientes cuatro meses.


 ¿Qué alcance tiene el tema de los idiomas?

 La Constitución establece que somos un país intercultural y plurinacional, y se establece al Kichwa y el shuar como idiomas de interrelación cultural; y yo estoy completamente de acuerdo con que no se hayan puesto como idiomas oficiales, porque el nivel cultural no está para aceptar esta situación y hubiera generado problemas y resistencias. Por ejemplo, cómo hubiera sido la reacción si se obligaba a que en el colegio Benalcázar se imponga estudiar kichwa, no lo hubieran aceptado. Yo creo que un idioma debe aprenderse con amor, por interés, por necesidad. Si a alguien le dicen que va tener una beca a EEUU U, y tiene que estudiar ingles seguro va a estudiar y aprender con interés ese idioma, pero si le dice que el país va a ser bilingüe se va a resistir.


 ¿Tiene alguna propuesta para el tema de interculturalidad en el sistema de educación superior?

 Pese a que no es una obligación, hay una acogida de varias universidades e instituciones como el colegio Americano, la Universidad Javeriana y otras que han incluido el estudio del kichwa, y otras nos están pidiendo ayuda para carreras como Ecoturismo, donde tienen que saber la historia y conocer algunos lugares, cosas que tienen nombre kichua o shuar, esto está conduciendo a que se tenga que estudiar estos idiomas. En educación superior estamos atrasados. Con la nueva Constitución debemos llevar todo un proceso de interculturalidad.

En la universidad pedagógica que está creando el Ministerio de Educación, queremos que nuestros seis institutos superiores pedagógicos interculturales se conviertan en las subsedes de esta universidad, que tiene que producir profesores especialistas en diferentes idiomas y especialidades que se necesitan, igualmente queremos preparar una politécnica para los pueblos indígenas. Para esto vamos a requerir cierto tiempo, para preparar personal y crear un ambiente para hacer todo esto. Nosotros tenemos una misión con nuestros alumnos, porque toda una generación dependerá de lo que nosotros hagamos o dejemos hacer ahora.

En el ultimo viaje a Bolivia se reunió con el viceministro de educación superior y con otros funcionarios de la Unicef, uno de los aspectos relevantes de este viaje es que habrá intercambios de experiencias a través de video conferencias para abordar temas como descolonización, intraculturalidad, la ineterculturalidad, la plurinacionalidad y sobre los consejos de educación que están constituidos por padres de familia y la sociedad civil que hacen el seguimiento del proceso educativo.

Segundo Julio Alberto Guapizaca Quisintuña

Director Nacional de Educación Intercultural Bilingüe

De la provincia de Tungurahua de la nacionalidad Kichwa, de 23 años de experiencia docente en los niveles pre primario, primario, medio y superior; fue Director Provincial de Educación Intercultural Bilingüe de Tungurahua y Director de la Red Chibuleo.

Pasantías:

Canadá. Curso de psicología y Desarrollo Comunitario: 8 meses. 1987: trabajo teórico práctico en atención a niños menores de 5 años.

Alemania. Intercambio de experiencias a nivel medio y superior: 3 meses.
1992: Conferencia sobre cosmovisión andina, reunión con Rigoberta Menchu, Premio Nobel de la Paz.

EE UU: Beca Rotarios, Redes Educativas, e innovaciones psicológicas, 2001.

México. Convención de innovadores.

Perú. Visita a la Universidad La Molina: Centro de investigaciones de la papa, Centro de investigaciones de los cuyes.

Bolivia. Reuniones con Adán Pary, de Unicef; Diego Lara sobre Educación Superior; y el Consejo de Educación de Bolivia.

Artista: toca guitarra, charango, rondador, flauta.