La deuda pública contratada por Petróleos Mexicanos (Pemex) en los mercados de capital del país y del extranjero, relacionada con los proyectos de infraestructura con impacto diferido en el registro del gasto (Pidiregas), asciende a 2 billones 177 mil 209 millones 836 mil pesos.

El monto incluye los financiamientos privados (1 billón 752 mil 119 millones 310 mil pesos) y el costo financiero estimado al año 2030 (425 mil 90 millones 525 mil pesos), indica la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en su Informe de resultados de la revisión y fiscalización de la cuenta pública 2006.

No obstante, la cifra comprometida podría ser mayor: para los ejercicios 2007 y 2008, la Cámara de Diputados autorizó a Pemex contratos de deuda Pidiregas por 49 mil 5 millones 487 mil pesos en total: 34 mil 429 millones 683.4 mil pesos en 2007 y 14 mil 575 millones 803.5 mil pesos en 2008.

Esto significa que, sin contar el costo financiero, al concluir este año, Pemex habrá obtenido recursos privados para financiar obras públicas por 1 billón 801 mil 124 millones 797 mil pesos.

Consultada al respecto, la paraestatal petrolera dice a Fortuna, a través de la Dirección Corporativa de Comunicación Social, que “al 30 de junio de 2008 la deuda total consolidada, incluyendo intereses devengados, se ubicó en 503 mil 300 millones de pesos. Este monto incluye la deuda documentada Pidiregas y la deuda tradicional de Petróleos Mexicanos y sus vehículos financieros”.

Ésta no sería la primera vez que Pemex ofrece montos menores. De acuerdo con el informe del máximo órgano de fiscalización, la empresa habría ocultado la cifra real a las autoridades mexicanas: “Se verificó que en los estados financieros para la presentación de la información financiera de la cuenta pública, sólo se reconoce la deuda documentada de Pemex por 55 mil 962 millones 588 mil pesos, la cual representó el 15 por ciento de los pasivos; en tanto, en los estados financieros preparados para la SEC (Securities and Exchange Commission), la deuda a largo plazo ascendió a 505 mil 474 millones 457 mil pesos, la cual equivale a 50.8 por ciento de los pasivos de la entidad fiscalizada”.

La ASF señala que en los estados financieros que Pemex presentó a la comisión de valores de Estados Unidos, la paraestatal “sí reconoce y revela la totalidad de la deuda destinada para financiar los proyectos denominados Pidiregas”.

Vehículos financieros

Para contratar deuda en los mercados de capital, Pemex ha utilizado cuatro vehículos financieros: Pemex Project Funding Master Trust, fideicomiso F/163, Pemex Finance, Ltd, y RepCon Lux. Sólo el primero es enteramente de su propiedad.

Gabriel Reyes Orona, exprocurador fiscal federal y actual presidente de la asociación Transparencia Nacional, explica que en el tema de los Pidiregas se parte de un “exceso” y “abuso” de atribuciones.

“La Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo, hoy de la Función Pública, se dio la libertad junto con la Secretaría de Programación y Presupuesto de interpretar qué era entidad paraestatal y qué no, cuando había una ley. Los funcionarios y las dependencias administrativas no pueden interpretar la ley, no les corresponde hacerlo; sin embargo, se dieron la libertad de decir que un fideicomiso creado en el extranjero, regido por leyes extranjeras, no era entidad paraestatal.”

En 1998, Petróleos Mexicanos creó el fideicomiso Pemex Project Funding Master Trust en Delaware, Estados Unidos. El 1 de diciembre de ese mismo año, aprobó la constitución de la empresa Pemex Finance, Ltd, en Islas Caimán; su propietario es el fideicomiso Pemex Finance Trust, que a su vez pertenece al banco BNP Private Bank & Trust Cayman Limited.

Aunque contrata deuda en su nombre, el F/163 tampoco es propiedad de Pemex: este fideicomiso fue suscrito el 17 de octubre de 2003 por ING, SA de CV, y Casa de Bolsa BBVA Bancomer, SA de CV. Mientras que el RepCon Lux fue creado en Luxemburgo el 14 de noviembre de ese año, por Stiching Pemex Lux –una de las empresas offshore de la paraestatal– y por TMF Corporate Services, SA.

Las dos últimas operaciones fueron del conocimiento de Felipe Calderón Hinojosa, quien entonces presidía el Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos y encabezaba la Secretaría de Energía, cargos que detentó de septiembre de 2003 a mayo de 2004.

Reyes Orona advierte que es falso que estos fideicomisos y empresas no sean paraestatales, porque involucran recursos públicos federales. “Todos los funcionarios que administran el Master Trust y todos los fideicomisos creados en Delaware (y el extranjero) son funcionarios públicos, y los recursos que se captan son recursos públicos. Todas las operaciones del Master Trust deberían de revelarse”.

Y es que el esquema en el extranjero ha permitido a Pemex operar en paraísos fiscales, ocultar deuda y omitir revisar el origen de los recursos. “Se observó que Pemex no reveló como deuda en la cuenta pública 2006 y en sus estados financieros consolidados, con organismos subsidiarios, preparados de conformidad con los Principios Básicos de Contabilidad Gubernamental, 36 mil 51 millones 254 mil dólares (392 mil 273 millones 694.8 mil pesos) del pasivo a largo plazo del Master Trust”, señala la ASF.

Agrega que tampoco informó de “91 mil 134 millones 957 mil pesos por los derechos de cobro a cargo de Pemex y de los documentos por cobrar a largo plazo, reportados en los estados financieros del F/163, y 1 mil 530 millones 1 mil dólares (16 mil 647 millones 940.9 mil pesos) del pasivo a largo plazo derivado de la emisión de bonos de Pemex Finance, Ltd, en infracción de los artículos 90 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria; 234 y 242 de su Reglamento, y del Principio Básico de Contabilidad Gubernamental de Revelación Suficiente”.

Mientras que la Gerencia de Financiamientos y Análisis de Mercado, de la Dirección Corporativa de Finanzas de Pemex, dice desconocer el origen y el destino específico de los multimillonarios recursos obtenidos en paraísos fiscales, por líneas de crédito, pese a que éstos constituyen deuda pública.

Por medio de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, la paraestatal admite que el dinero es invertido en proyectos Pidiregas; sin embargo, justifica que la contratación de deuda la hacen terceros: Pemex Funding Master Trust, Pemex Finance, RepCon Lux y F/163.

Los “terceros”, como los llama la petrolera mexicana, están facultados para emitir instrumentos de deuda en operaciones de mercado de capital, créditos sindicados con la banca comercial, créditos bilaterales de la banca comercial y créditos garantizados por agencias de crédito a la exportación en nombre de la paraestatal, indican sus informes anuales de 2003 a 2006.

“Después de una exhaustiva búsqueda de la información solicitada en los archivos de trámite y de concentración de la unidad administrativa, ésta no fue encontrada, en razón de que Pemex en ningún momento ha obtenido recursos del Pemex Project Funding Master Trust. Los recursos obtenidos por el fideicomiso se canalizan directamente al financiamiento de los proyectos de infraestructura diferida de largo plazo, Pidiregas”, dice en la respuesta a las solicitudes 1857200014008, 14108 y 14208.

El economista Juan Ramón Jiménez de León, académico de la Facultad de Administración de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dice que el principal mercado para la contratación de deuda secundaria es Houston, Estados Unidos, sede de la trasnacional Shell.

Por ello, advierte, Pemex debe transparentar quién o quiénes son los tenedores de la deuda Pidiregas. El investigador no sólo observa riesgos de que algunas grandes corredurías hayan acaparado esta deuda, sino los peligros que conlleva el mercado de futuros, al que ubica como uno de los principales sistemas usados para lavar dinero.

Inversión privada encubierta

El doctor en economía Arturo Huerta, investigador y académico de la Facultad de Economía de la UNAM, explica que los Pidiregas fue un término que “inventó” el gobierno de Ernesto Zedillo para financiar proyectos de Pemex con inversión privada que, sin embargo, se contabiliza como deuda de la paraestatal.

Agrega que, “como la Constitución no permite la inversión del sector privado en áreas estratégicas de dicha industria, una forma de dar la vuelta a tal disposición constitucional fueron los Pidiregas. Así, el gobierno dejó de invertir en Pemex para alcanzar su disciplina fiscal y recurrió a tal forma de financiamiento, violentando a su vez al Congreso, que debe aprobar toda deuda externa del sector público”.

Para Gabriel Reyes Orona, los Pidiregas se crearon “bajo una fantasía contable: hay que ser muy torpe desde el punto de vista legal y más torpe desde el punto de vista contable para decir que puedes casar activos y pasivos en un estado financiero. Si así lo hiciéramos todos, nadie tendría deudas”.

El exprocurador fiscal explica que los activos de Pemex son menores frente a los pasivos por Pidiregas. “Las responsabilidades laborales –vivienda y pensiones– de todo Pemex son mucho mayores a los activos. Cuál es la fantasía que hace el Master Trust: crear un activo seleccionado. Dice que los ingresos de este pozo petrolero serán destinados solamente a pagar la deuda que se genere con motivo de su operación, entonces hace la emisión”.

Aunque se establece que la deuda para Pemex es neutral, porque el activo paga el pasivo y por eso se difiere en el registro del gasto, Reyes Orona asegura que la experiencia demostró lo contrario: “Todos siguieron en su fantasía y los gastos y los ingresos que programaron fueron muy alegres; al cabo de los años, ni los ingresos fueron lo que dijeron y los gastos fueron muy por encima de lo que esperaban. Hoy en día, muchos de los Pidiregas deben ser deuda directa”.

El presidente de Transparencia Nacional califica estos proyectos como “uno de los más grandes fracasos” que Ernesto Zedillo heredó a las siguientes administraciones.

“Es un gran error; pero hay que partir del primer error: el Master Trust y todos los fideicomisos y todas las emisiones son actos de entidades paraestatales y son actos públicos regidos por la Ley General de Deuda Pública y deben ser auditados por el Congreso”.

Agrega que “no se deben utilizar vehículos en el extranjero para darle la vuelta a la contratación de deuda pública, a las licitaciones públicas y a las regulaciones presupuestarias, que es para lo que han servido esos fideicomisos y para engañar a la gente. Esto lo hacen deliberadamente para confundir a la autoridad”.

Propuestas

Arturo Huerta detalla que la tergiversación de la norma se da porque la deuda Pidiregas se contabiliza como interna, a pesar de que la mayor parte del financiamiento proviene del exterior. Añade que el crecimiento tan vertiginoso de estos pasivos se debe a las altas tasas de interés: “Resulta más barata la deuda externa, que los Pidiregas”.

El doctor en economía advierte que el gobierno de Calderón busca frenar el crecimiento de esta deuda por medio de la apertura a la iniciativa privada; es decir, “a cambio de ceder espacios importantes al sector privado, el cual se apropiará de la mayor renta petrolera”.

Huerta dice que el sobreendeudamiento y la privatización de la industria se pueden evitar si el gobierno libera a Pemex de la severa carga impositiva, para lo cual es necesaria una reforma tributaria que grave al gran capital. Otra solución, propone, es que el gobierno trabaje con gasto deficitario a favor de Pemex; así se frenaría la privatización y el mecanismo de financiamiento a través de los Pidiregas.

“Ese gasto deficitario no sería inflacionario, pues Pemex es altamente productivo, ahorrador y generador de divisas. El sector privado se opone al gasto deficitario porque implica mayor participación del Estado en la economía, con la consecuente disminución de la participación privada. Esta propuesta no la contempla ninguna de las reformas presentadas en el Senado, pero es viable económicamente.”

Nacionalidad de los vehículos

Pemex Project Funding Master Trust, Delaware, Estados Unidos
Fideicomiso F/163, México
Pemex Finance, Ltd, Islas Caimán
RepCon Lux, Luxemburgo

Pagos en exceso a Bergesen

Petróleos Mexicanos paga 9.7 mil millones de pesos en exceso a la trasnacional Bergesen Worldwide, por la renta de El Señor de los Mares. El arrendamiento con opción a compra del primer buquetanque FPSO (floating production storage and offloading) es uno de los proyectos Pidiregas en los que la Auditoría Superior de la Federación detectó irregularidades.
De acuerdo con los resultados de la auditoría 569 –denominada Evaluación del Impacto Financiero del Arrendamiento con Opción a Compra de la Unidad Flotante de Producción, Almacenamiento y Descarga FPSO, en el proyecto de inversión integral Ku-Maloob-Zaap-Pidiregas–, Pemex Exploración y Producción pagó 927 millones 617.9 mil dólares más al monto original del contrato: 207 millones 75 mil dólares.
Aunque la última cifra fue autorizada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la subsidiaria erogará en total 1 mil 134 millones 692.9 mil dólares, integrado por 758 millones de dólares del costo de adquisición y 376 millones 692.9 mil dólares de gastos de operación y mantenimiento.
“El incremento global del precio de este contrato en dólares fue de 448 por ciento”, señala la ASF. (NF)