El gobierno de la denominada “Revolución Ciudadana”, a través de una intensa campaña publicitaria señaló que la compra de los bonos Global 2012 y 2030 permitía reducir el monto de la deuda externa, al utilizar 900 millones de dólares de la Reserva Monetaria para ahorrar 2.100 millones de dólares, pero no se decía ni se dice que los montos de la deuda externa, por lo general, se mantienen, dado que hay algunos créditos contratados con organismos financieros, a lo que se sumaría el nuevo endeudamiento con Petrochina, que han dado en llamar “anticipo petrolero”.

Es necesario explicar lo aseverado:

1.- La compra de los bonos Global 2012 y 2030, que fueron declarados como “deuda ilegal”, “ilegítima y corrupta”, fue un proceso cumplido bajo los fundamentos del neoliberalismo, esto es, sometiéndose a mecanismos de mercado. Se pagó 35% de esa deuda, cuando en el mercado secundario (repudiado unas veces y aceptado en otras ocasiones, según las conveniencias del momento) la misma estaba en 25%. Esa actividad, realizada al viejo estilo de los gobiernos neoliberales, pretendieron pasarla como actitud patriótica, sin embargo, hasta ahora la gran mayoría de ecuatorianos no conocen quiénes fueron los tenedores de documentos de deuda que se beneficiaron de tal compra.

De un lado, parece ser que al gobierno no le interesara que la población identifique a quienes se han beneficiado por años de los documentos de deuda; de otro lado, la derecha ha hecho mutis por el foro, pues no le interesa tampoco que se conozca quiénes son los responsables de las angustias y padecimientos a que nos han condenado los tenedores de deuda que han vivido del presupuesto del Estado, además porque el proceso ha sido llevado bajo las reglas del mercado que ellos defienden y sostienen.

Sólo a los sectores patrióticos y democráticos les interesa que el pueblo identifique a sus verdugos y explotadores, por eso insistimos en la necesidad de que se publique la nómina de los que recibieron la paga en la tal recompra de los bonos Global 2012 y 2030.

2.- El gobierno ha recurrido a los organismos financieros internacionales con el propósito de obtener créditos para, entre otras cosas, enfrentar los déficit de Balanza de Pagos y del Presupuesto, así como inyectar liquidez a nuestra deprimida y débil economía. Se conoce que está en trámite un crédito de más de 500 millones del BID, un empréstito de 500 millones de dólares con la Corporación Andina de Fomento (CAF) y uno con el Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR), que ha desembolsado ya 484 millones de dólares. A más de esto, hay otras solicitudes de crédito, sin considerar otras actividades disfrazadas de intercambio y colaboración.

Esto muestra que, mientras nos dicen que han achicado la deuda al ahorrar 2.100 millones, por otras vías, la de los préstamos a los organismos financieros internacionales (globales y regionales), los montos en lo fundamental se mantienen, cambiando sólo la estructura de la misma, esto es, que baja un poco la deuda comercial, pero sube la de los organismos multilaterales.

3.- Según la prensa nacional e internacional, el 23 de julio del año en curso se finiquitó y celebró un contrato de “venta anticipada” de petróleo por dos años entre Petroecuador y Petrochina, entregando esta última en los primeros días de agosto 1.000 millones de dólares, con un interés de 7,25%.

La cantidad a entregar a Petrochina será de más de 69 millones de barriles de petróleo, que significa 69.000 barriles diarios.

Petroecuador está produciendo alrededor de 260.000 barriles diarios, de los cuales, cerca de 100.000 barriles van a la refinación para atender la demanda nacional de derivados y de los restantes, esto es cerca de 160.000 barriles, se comprometen 69.000 diarios para Petrochina; y con 40.000 que ya estaban comprometidos con Venezuela para la refinación, le quedan al país alrededor de 50.000 para la exportación. Aquí cabe indicar que en el contrato se establece que Petrochina, que puede incluso revender nuestro petróleo, respetará los mercados de Ecuador “en la costa americana del Pacífico Sur” (entiéndase Chile y Perú, que son compradores de nuestro crudo).

El monto total del contrato en los dos años podría ir de 3.500 a 5.000 millones de dólares, dependiendo del precio del crudo en los momentos de embarque. Actualmente, el petróleo ecuatoriano está por debajo de los 60 dólares el barril.

El gobierno ha señalado que aquel contrato tiene como propósito principal dirigir sus recursos a la inversión petrolera. Esta es una verdad menos que media, por cuanto si bien en este año se han consumido más de 73% de los recursos en los primeros 7 meses del presupuesto de inversión, esto es 620,7 millones de 852 asignados en el presupuesto, sólo se orientarán 600 millones adicionales para los proyectos de inversión petrolera, quedando el resto de los 1.000 millones y los 100 millones mensuales a recibir por la entrega del crudo a Petrochina, para financiar el déficit fiscal y contar con algo de liquidez, a efecto de cancelar las obligaciones adeudadas, como los salarios de los miembros de las Fuerzas Armadas, de los trabajadores del sector público y los atrasos con instituciones como las universidades.

4.- La denominada “venta anticipada” de petróleo es en los hechos un empréstito, es decir, una nueva forma de endeudamiento, la misma que es inconstitucional, por cuanto se violan los artículos 289 al 291. El artículo 289 dice: “La contratación de deuda pública en todos los niveles del Estado se regirá por las directrices de la respectiva planificación y presupuesto, y será autorizada por un comité de deuda y financiamiento de acuerdo con la ley, que definirá su conformación y funcionamiento...”

Es necesario señalar, además, que para contratar dicho crédito se ha sorteado la obligación de convocar a una licitación pública internacional, amparada en las sucesivas declaratorias de emergencia.

5.- Como hemos reiterado, el mencionado contrato no es ni facilidad petrolera ni venta anticipada, sino un nuevo crédito, algo sui géneris, con una elevada tasa de interés, cuando en el mercado internacional la tasa LIBOR, que se fija para estos casos, se encontraba en aquellos momentos por 1,49%, es decir, menos del 2%. De aquí se deduce que el Estado perdería cerca de 145 millones de dólares por pago de intereses, a lo que hay que agregar que se pierden cerca de 50 millones de dólares por la diferencia de premios. En contratos anteriores el Estado había recibido hasta 2,09 dólares por el Crudo Napo, y ahora Petrochina entrega 1,25 por barril para el Crudo Oriente y 1,30 por barril para el Crudo Napo, es decir, en promedio 0, 70 menos en cada barril.

Pan para hoy, hambre para mañana

En resumen, el Estado por medio de Petroecuador recibe un crédito de 1.000 millones pagaderos en petróleo, con una tasa de 7,25%, por lo que en total se perderá cerca de 200 millones de dólares.

De esta forma se aumenta la deuda externa, se hipoteca la producción petrolera y se pagan elevadas tasas de interés, todo para resolver los problemas de déficit generados entre otros factores por la crisis del sistema capitalista, sus secuelas sobre nuestra economía, así como por la política clientelar del régimen de Correa.

Un gobierno revolucionario no cancelaría la deuda externa, y con esos recursos resolvería los problemas que aquejan a la economía ecuatoriana. Esta es una de las tantas diferencias entre los que hablan de “revolución ciudadana” y los que propiciamos la revolución social para impulsar los cambios verdaderos, los cambios que favorezcan a los trabajadores y los pueblos y que afecten a los responsables del hambre y la miseria.