Como líder histórico del partido verde en el Reino Unido, director de los Amigos de la Tierra (Friends of the Earth) y más tarde director del Fórum del Futuro (Forum for the Future), Jonathon Porritt se ha convertido en el experto de referencia en los debates británicos sobre el medio ambiente.

Además de sus actividades como administrador de Wesser Water, un poderoso consorcio de distribución de agua potable, Porrit está desarrollando un importante tanque pensante, el Optimum Population Trust, que se dedica al estudio de los problemas demográficos.

Después de comprobar las dificultades que la población mundial está enfrentado en su medio natural, Jonathan Porrit no ha llegado a la conclusión de que se impone una revisión a fondo de la sociedad de consumo sino de que se hace indispensable reducir la población mundial a la mitad.
En efecto, en sus más recientes intervenciones, Jonathon Porrit se pronunció por la reducción de la población británica de 61 millones de personas a 30 millones. Para ello tiene la intención de estimular el control de nacimientos, la contracepción y el aborto. Afirma además que su plan global en ese sentido constituye la menos costosa de las soluciones para detener el calentamiento global.

Jonathan Porritt es actualmente el principal consejero del príncipe Charles y del primer ministro laborista Gordon Brown en materia de ecología. Sus teorías gozan de buena acogida tanto en los círculos de izquierda como en el seno de la derecha. El jefe de la oposición, el conservador David Cameron, se ha mostrado abierto a ellas. Pero hay voces que levantan en su contra, incluso entre los mismos Verdes. Una de esas voces es la del periodista ambientalista del Guardián, George Monbiot. Este último no critica el aspecto autoritario de una política de reducción demográfica (sobre todo porque su propia solución personal para luchar contra el calentamiento global es la imposición de tickets de racionamiento de CO2) sino que se opone a ella por estimar que sería un golpe fatal para el crecimiento económico y el capitalismo.

El problema del calentamiento global como causa del cambio climático es en definitiva un aspecto secundario de este debate. Lo esencial es que se trata de un renacimiento del maltusianismo. En aras de reducir la población británica, Jonathan Porritt propone además que se prohíba la inmigración, lo cual le ha garantizado el apoyo del ministro laborista de Inmigración, Phil Woolas.