NOSOTROS las Jefas y los Jefes de Estado y de Gobierno de América del Sur y
África, reunidos en la Segunda Cumbre América del Sur–África (ASA II) en la Isla
de Margarita, estado de Nueva Esparta, Venezuela, los días 26 y 27 de
septiembre de 2009;

1. EXPRESANDO nuestro agradecimiento a Su Excelencia Comandante
Hugo Chávez Frías, Presidente de la República Bolivariana de
Venezuela, al Gobierno y al Pueblo de Venezuela por su cálida acogida
y generosa hospitalidad, así como por hospedar, realizar y organizar la
Segunda Cumbre América del Sur–África con tan alto nivel de
excelencia;

2. TOMANDO EN CUENTA la Declaración de Abuja de la Primera Cumbre
América del Sur–África, que tuvo lugar en Abuja, Nigeria, el 30 de
noviembre de 2006, así como los esfuerzos realizados desde entonces
para consolidar el proceso de cooperación y asociación estratégica
entre nuestras regiones;

3. AFIRMANDO el compromiso, estipulado en la Declaración de Abuja, de
continuar fortaleciendo los vínculos existentes entre las dos regiones y
de fomentar y aumentar la cooperación en diversas áreas de mutuo
interés;

4. TENIENDO PRESENTE también los fuertes lazos históricos y culturales
que han inspirado esta relación;

5. RECONOCIENDO la activa participación de la población
afrodescendiente en el desarrollo de América del Sur, así como el
aporte de los países de América del Sur a la consolidación de la
independencia política y al desarrollo del continente africano como parte
de este proceso;

6. REAFIRMANDO nuestro compromiso de fomentar la Cooperación Sur-
Sur como principal objetivo de ambas regiones, con el fin de
complementar la tradicional Cooperación Norte-Sur y promover, entre
otros, un crecimiento económico sostenido y la provisión de trabajos
dignos, permitir la justicia social, fomentar políticas de inclusión social
por medio de la transversalización de la participación efectiva de
jóvenes, la sociedad civil y los grupos de género, así como de personas
con necesidades especiales, garantizar la igualdad, el respeto y la
consideración mutua entre los Estados en el sistema global, promover la
cooperación económica y facilitar la distribución de los beneficios
derivados del intercambio de bienes y servicios, así como la generación
y transferencia de conocimiento técnico, con el fin de lograr las Metas de
Desarrollo del Milenio;

7. ACORDANDO intercambiar experiencias y fomentar una cooperación
estrecha y efectiva entre nuestras regiones, con el fuerte apoyo de la
Unión Africana (UA) y de la Unión de Naciones Suramericanas
(UNASUR), como pilares importantes de la cooperación entre nuestros
pueblos, ya establecida gracias a la contribución y al papel
desempeñado por ambas Organizaciones en las reuniones de
preparación para la Segunda Cumbre;

8. ALABANDO los esfuerzos realizados hasta ahora por el Comité de
Coordinación y Seguimiento de ASA para intensificar la cooperación
entre América del Sur y África, así como para promover un
multilateralismo efectivo para el mutuo beneficio de los Estados y
pueblos de las dos regiones;

9. RECONOCIENDO los resultados del Seminario Internacional sobre los
Polos del Sur, que se llevó a cabo en Caracas, los días 20 y 21 de mayo
de 2008, así como de las Conferencias Ministeriales y de Altos
Funcionarios/Expertos realizadas en el período intermedio entre las dos
Cumbres;

10. REITERANDO nuestra voluntad de promover la paz, la seguridad y la
cooperación internacional, basados en la adherencia al multilateralismo,
la observancia del Derecho Internacional, el Estado de Derecho, la
Democracia, y el respeto a los derechos humanos y al Derecho
Humanitario Internacional;

11. REAFIRMANDO también nuestro compromiso con el desarme, la no
proliferación de armas nucleares y otras armas de destrucción masiva, y
la lucha contra el tráfico de armas pequeñas y ligeras en todos sus
aspectos. Tomando en cuenta la decisión de luchar contra el problema
mundial de las drogas, en el marco de las responsabilidades comunes y
compartidas, el terrorismo en todas sus formas, la piratería, el
mercenarismo, la delincuencia transnacional organizada, especialmente
el tráfico de personas e inmigrantes.

DECLARAMOS QUE:

12. Con el fin de llevar este amplio compromiso a la práctica, afirmamos la
necesidad de desarrollar, consolidar y construir sobre nuestros ejes de
cooperación en las áreas específicas siguientes:

I. COOPERACIÓN EN EL ÁMBITO MULTILATERAL

13. RENOVAMOS nuestro compromiso con el multilateralismo en el marco
del respeto irrestricto por las normas y principios del Derecho
Internacional y la Carta de Naciones Unidas.

14. AFIRMAMOS nuestro total apoyo a la reforma del Consejo de
Seguridad de Naciones Unidas como proceso sobre todo que garantice
una mayor participación de los países en desarrollo de las regiones
suramericana y africana y el mejoramiento de sus métodos de trabajo,
con el fin de corregir los actuales desequilibrios y hacer de este Consejo
un órgano más democrático, transparente, representativo, efectivo y
legítimo, que responda a las nuevas realidades políticas. En este
sentido, elogiamos los esfuerzos realizados en las negociaciones
intergubernamentales sobre este asunto, de conformidad con la
Decisión 62/557 de la Asamblea General de la ONU. Esperamos que
esta nueva etapa de negociaciones sea inclusiva y fructífera en la 64ta
Sesión de la Asamblea General.

15. TOMAMOS NOTA de que África mantiene su posición común sobre la
Reforma de Naciones Unidas, como está estipulado en el Consenso de
Ezulwini y en la Declaración de Sirte de la Asamblea de Jefes de Estado
y Gobierno de la Unión Africana de julio de 2005, y reafirmamos nuestro
compromiso con la conclusión de los procesos globales de la Reforma
de la Organización de Naciones Unidas.

II. COOPERACIÓN PARA LA LUCHA CONTRA EL DELITO Y OTROS ASUNTOS CONEXOS

16. REITERAMOS nuestra decisión de fortalecer iniciativas de cooperación
para la lucha contra todas las formas de delincuencia transnacional
organizada, tales como el tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras y
municiones, la lucha contra el tráfico de personas y la proliferación de
armas nucleares y otras armas de destrucción masiva, tanto en el
ámbito bilateral como en el multilateral, así como nuestra determinación
de implementar mecanismos de seguimiento y planes de acción para el
desarrollo institucional y el intercambio de información con miras a
desarrollar trabajo conjunto y cooperación en esta área.

17. RECONOCEMOS los efectos adversos que todos los aspectos del
problema mundial de la droga, incluyendo el tráfico ilegal de narcóticos y
sustancias psicotrópicas y sus delitos conexos, tienen sobre la
seguridad, la paz, la gobernabilidad y el desarrollo económico y la salud
pública de nuestros pueblos, ya que plantean un serio desafío a las
instituciones sociales y políticas, contribuyen a degradar el ambiente y a
producir pobreza, y debilitan los esfuerzos de integración social. A este
respecto, nos comprometemos a fomentar iniciativas, propuestas,
acciones y actividades para combatir este fenómeno, tanto en el ámbito
birregional como en el bilateral, siempre actuando con base en los
principios de responsabilidad común y compartida, lo que amerita un
enfoque integral y equilibrado, respeto por la soberanía de los Estados y
su integridad territorial, la no injerencia en asuntos internos, y el respeto
por los derechos humanos, como lo establece la Carta de Naciones
Unidas.

III. PAZ Y SEGURIDAD

18. EXPRESAMOS nuestro compromiso con el mantenimiento de la paz y
seguridad internacionales, así como con la resolución pacífica de
disputas, el cumplimiento del principio contra la amenaza o el uso de la
fuerza en las relaciones internacionales, y con el apoyo a los procesos
de paz en África, así como con el fortalecimiento de los mecanismos
existentes de prevención y resolución de conflictos.

19. DESTACAMOS la importancia de promover la paz en ambas regiones,
por medio del reforzamiento de medidas que impulsen la confianza y
cooperación en los campos de defensa y seguridad, como los mejores
medios para garantizar estabilidad, seguridad, democracia, derechos
humanos y el desarrollo integral de nuestros pueblos.

20. RECORDAMOS la necesidad de solucionar de manera pacífica, en
concordancia con la Carta de Naciones Unidas, cualquier problema o
disputa que pueda poner en peligro la estabilidad regional o mundial, así
como la determinación de tomar medidas apropiadas y efectivas contra
cualquier amenaza a la paz y seguridad ocasionada por la proliferación
de armas químicas, biológicas y nucleares, así como el tráfico ilícito de
armas, municiones y explosivos, de conformidad con las disposiciones
pertinentes de Naciones Unidas.

21. NOS COMPROMETEMOS a continuar fortaleciendo el diálogo y la
cooperación para la promoción de paz y seguridad entre las
organizaciones y mecanismos de los que seamos parte, tales como el
Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana, el Consejo
Suramericano de Defensa de UNASUR y la Zona de Paz y Cooperación
del Atlántico Sur (ZPCSA).

22. DESTACAMOS la importancia de cooperar en el área de consolidación
de la paz, tanto por medio de la actuación dentro de la Comisión de
Construcción de la Paz (PBC) de Naciones Unidas como por la Política
de Reconstrucción y Desarrollo post Conflicto de la Unión Africana.
Elogiamos el trabajo realizado por la PBC en Burundi, Sierra Leona,
República Centroafricana y Guinea Bissau, e instamos a apoyar tanto la
Política de Reconstrucción y Desarrollo post Conflicto de la Unión
Africana como el PBC.

23. DESTACAMOS la importancia de lo contemplado en el Programa de
Acción de Naciones Unidas para la Prevención, el Combate y la
Erradicación del Comercio Ilícito de Armas Pequeñas y Ligeras en
Todos Sus Aspectos, y exhortamos a todos los Estados a participar y
contribuir con la continua implementación de dicho Programa.

24. CONDENAMOS la producción y el uso de minas antipersonales, por
cualquier país ya que ponen en peligro las vidas de nuestros pueblos,
afectan su integridad física y emocional y tienen un impacto negativo en
el bienestar y desarrollo de las comunidades. También los estados
miembros reafirman su compromiso con la Convención sobre la
Prohibición del uso, Almacenamiento, Producción y Transferencia de
Minas Antipersonal y su Destrucción, e invitan a todos los Estados que
todavía no lo han hecho a adherir o ratificar esta convención.

25. EXPRESAMOS preocupación respecto a la existencia de explosivos
dejados atrás al término de la Segunda Guerra Mundial, especialmente
en forma de minas terrestres y otros remanentes de guerra, que
continúan causando daño a los seres humanos y afectaciones
materiales y además obstaculizan los procesos de desarrollo. En este
sentido, EXHORTAMOS a los países responsables de la colocación de
estas minas terrestres y explosivos a cooperar con los países afectados
mediante, entre otros, el suministro de mapas que muestren las
ubicaciones de las minas terrestres y los explosivos y la prestación de la
asistencia técnica necesaria para su eliminación total.

26. CONDENAMOS el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones y
rechazamos cualquier relación entre el terrorismo y una cultura, etnia,
religión o pueblos en específico. Hacemos énfasis en la importancia de
combatir el terrorismo por medio de la cooperación internacional activa y
eficiente en el marco de las organizaciones regionales pertinentes y las
Naciones Unidas, basados en el respeto de los objetivos y principios de
la Carta de las Naciones Unidas y de conformidad estricta con los
principios del Derecho Internacional y los derechos humanos. TAMBIÉN
COMPARTIMOS la convicción de que recurrir al pago de rescate por
terrorismo deberá ser condenado y tipificado como delito.

27. RECONOCIENDO los peligros y consecuencias negativas provocadas
por la piratería, que ha interrumpido en gran medida la seguridad
internacional y marítima, SUBRAYAMOS la necesidad de que la
comunidad internacional analice las causas originarias del problema de
la piratería en aguas territoriales e internacionales y condene
firmemente y desaliente el pago a todas las formas de rescate en la
piratería.

28. APOYAMOS las negociaciones que se desarrollan en el marco de la
“Convención sobre Ciertas Armas Convencionales” de las Naciones
Unidas, referente a la prohibición de la producción y el uso de
municiones de racimo, en razón del daño que causan a las poblaciones
civiles.

29. REITERAMOS nuestra profunda preocupación por el uso, reclutamiento,
financiamiento, capacitación y transporte de mercenarios o cualquier
otra forma de apoyo a mercenarios, en violación a los propósitos y
principios establecidos en la Carta de Naciones Unidas.

IV. DEMOCRACIA, GOBERNABILIDAD, DERECHOS HUMANOS Y ASUNTOS POLÍTICOS

30. REITERAMOS que los derechos humanos son universales, indivisibles
e interdependientes, y que la comunidad internacional debe abocarse a
su completa defensa. Promovemos la creación de mecanismos de
cooperación entre los países de América del Sur y África con el fin de
garantizar y fomentar los derechos inherentes al individuo, protegidos
por el Derecho Internacional, incluyendo el derecho al desarrollo.

31. CONDENAMOS el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las
formas relacionadas de intolerancia, ya que niegan los propósitos y
principios de la Carta de Naciones Unidas. Nuestros principios están
basados en el respeto a los derechos humanos y las libertades
fundamentales de todos, sin distinción de origen étnico, color, género,
religión, opiniones políticas y otros. Nos comprometemos a ahondar en
la cooperación birregional y a intercambiar prácticas para la lucha contra
todas las formas de intolerancia, en concordancia con los compromisos
asumidos en la Declaración y Plan de Acción de Durban.

32. REITERAMOS la importancia de promover, en los foros multilaterales
pertinentes, el respeto a la diversidad cultural, étnica, religiosa y
lingüística, así como el entendimiento de las diferentes culturas entre los
pueblos y naciones del mundo. Reconocemos la importancia de las
peculiaridades nacionales y regionales, y de los diferentes patrimonios
históricos y religiosos, en el marco del desarrollo progresivo del Derecho
Internacional de los Derechos Humanos.

33. HACEMOS un llamado al fortalecimiento de aquellas instituciones
nacionales encargadas de implementar, según corresponda, la
Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos
Indígenas adoptada por la Asamblea General, en su Resolución
AG/61/295 del 13 de septiembre de 2007.

34. SUBRAYAMOS la importancia de promover el intercambio de
experiencias en el área de los derechos de la mujer, niños, niñas, y
adolescentes, así como de la promoción de los derechos de los adultos
mayores y personas con discapacidad.

35. REAFIRMAMOS el compromiso de los Estados con la plena
observancia de los derechos de la niñez y la adolescencia, como eje
prioritario en las políticas publicas de lucha contra la pobreza, salud, la
educación, la promoción de la cultura y la protección contra todas las
formas de explotación laboral y sexual, enmarcado en los principios del
interés superior de los niños y de las niñas, en donde el Estado, la
sociedad y la familia asumen su responsabilidad de garantizar el
máximo goce de sus derechos fundamentales.

36. DEFENDEMOS, igualmente, el derecho al desarrollo y la democracia, el
respeto y la protección de los derechos de los pueblos originarios,
incluyendo a los pueblos aborígenes aislados.

37. REALZAMOS la importancia de impulsar una agenda, en el marco de la
OMPI, con miras a promoción de la transferencia y diseminación de
tecnología y el acceso al conocimiento y a la educación en beneficio de
los países en desarrollo y de menor desarrollo relativo, así como, de los
grupos sociales más vulnerables.

38. EXHORTAMOS a la comunidad internacional a condenar toda medida
ilegal unilateral y coercitiva, como medio para ejercer presión política,
militar o económica contra un Estado, y en particular contra los países
en desarrollo, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.

39. URGIMOS al Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y a la
República Argentina continuar las negociaciones con el propósito de
encontrar, con carácter de urgencia, una solución justa, pacífica y
definitiva a la disputa respecto de la soberanía de las Islas Malvinas,
Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos a su
alrededor, de conformidad con las resoluciones de Naciones Unidas y
de otras organizaciones regionales e internacionales pertinentes.

40. URGIMOS al Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Francia
y a la República de Mauricio, a continuar las negociaciones con el
propósito de encontrar, con carácter de urgencia, una solución justa,
pacífica y definitiva a la disputa en relación con la soberanía del
Archipiélago Chagos, incluidas las Islas Diego García y Tromelin, y los
espacios marítimos a su alrededor, de conformidad con las resoluciones
de Naciones Unidas y de otras organizaciones regionales e
internacionales pertinentes.

41. URGIMOS a la República Francesa y a la Unión de Comoras a retomar
las negociaciones con el propósito de encontrar, con carácter de
urgencia, una solución justa, pacífica y definitiva a la disputa en relación
con la soberanía de las Islas Mayotte, y los espacios marítimos a su
alrededor, de conformidad con las resoluciones de Naciones Unidas y
de otras organizaciones regionales e internacionales sobre la materia.

V. AGRICULTURA, AGRONEGOCIOS, DESARROLLO RURAL Y RECURSOS HÍDRICOS

42. RECONOCEMOS la necesidad apremiante de articular políticas para el
logro de la seguridad alimentaria, incluyendo el acceso a los alimentos,
y por ello subrayamos nuestra determinación y fuerte voluntad de
realizar estudios conjuntos e intercambiar experiencias en el campo de
seguridad alimentaria, con miras a facilitar el logro de las Metas de
Desarrollo del Milenio. En este contexto, rechazamos las políticas
distorsionantes adoptadas por los países desarrollados, debido al
impacto negativo que tienen en la producción agrícola y la inversión en
los países en desarrollo, y en el ejercicio del derecho a la alimentación.

43. RECONOCEMOS la importancia del agua como recurso natural de los
Estados y como elemento esencial e insustituible para la vida, con
funciones socioeconómicas y ambientales. Promoveremos el derecho
de nuestros ciudadanos a tener acceso a agua limpia y segura y a
sanidad dentro de nuestras respectivas jurisdicciones.

44. RECONOCEMOS la necesidad de promover el uso sustentable del agua
y, a este respecto, promoveremos el intercambio de información y
mejores prácticas entre las dos regiones con miras a alcanzar las Metas
de Desarrollo del Milenio.

45. REAFIRMAMOS nuestro compromiso con el sistema multilateral como
herramienta válida para ayudar a solucionar los problemas del hambre y
la pobreza. A este respecto, exhortamos a los países desarrollados a
cumplir con sus compromisos de financiamiento, asumidos en la
Conferencia de Alto Nivel sobre Seguridad Alimentaria, realizada en la
FAO en junio de 2008. Además, resaltamos nuestro compromiso con el
reforzamiento del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CFS),
como foro multilateral en el que todos los Estados pueden encontrar
alternativas para solucionar la inseguridad alimentaria mundial.

VI. ECONOMÍA, COMERCIO, INVERSIÓN Y TURISMO

46. TOMAMOS EN CUENTA el resultado de la primera Conferencia de
Ministros de Comercio de América del Sur y África, realizada el 19 de
junio de 2008 en Marrakech, Marruecos.

47. RECONOCEMOS que los principios de complementariedad,
cooperación y solidaridad contribuyen al desarrollo social y económico
así como al comercio transparente, no discriminatorio, justo e inclusivo,
en concordancia con las reglas del comercio multilateral, sin menoscabo
de los mecanismos de integración, reiterando la necesidad de prácticas
éticas y responsables, tomando en cuenta las asimetrías, diferencias de
desarrollo y peculiaridades estratégicas de cada país. A este respecto,
reconocemos que el comercio e intercambio comercial, científico,
tecnológico e innovador internacionales deben ser factores que
contribuyan al crecimiento, desarrollo sustentable, reducción de la
pobreza y, en algunas instancias, a la protección y defensa del
conocimiento tradicional cultural, las prácticas de conservación y el uso
sustentable de la biodiversidad, así como al fortalecimiento del diálogo
fraternal entre los pueblos y al derecho soberano de los pueblos al uso
de sus recursos.

48. CONCORDAMOS en que el fomento del comercio y de la inversión Sur-
Sur contribuye con las complementariedades de las economías en
desarrollo y con la identificación de nuevas oportunidades de
intercambio económico y comercial. A este respecto, creemos que el
Sistema Mundial de Preferencias Comerciales entre Países en
Desarrollo (SGPC) es una herramienta para la consecución de estos
objetivos y, por ende, hacemos un llamado a que se logre una pronta
conclusión de la 3ra Ronda de Negociaciones del Sistema Generalizado
de Preferencias Comerciales que permita la diversificación de las
relaciones de producción, en concordancia con los intereses
estratégicos que sean identificadas por ambas regiones.

49. REAFIRMAMOS el papel fundamental del Estado en la definición de las
políticas económicas y sociales y como actor económico, de acuerdo a
las particularidades de cada país.

50. RECONOCEMOS el papel del sector privado, y demás actores sociales
organizados y la importancia de la inversión productiva y su compromiso
con el desarrollo económico de nuestros países, y reiteramos la
voluntad de fomentar la cooperación para la promoción de dicho sector
en nuestra agenda de desarrollo, conforme a los intereses, prioridades y
necesidades de cada Estado.

51. REAFIRMAMOS nuestro compromiso con el logro de una conclusión
exitosa de la Ronda de Desarrollo de Doha de la Organización Mundial
de Comercio (OMC) de manera justa y equilibrada para los países en
desarrollo. Igualmente, reiteramos la necesidad de que exista un
proceso transparente que involucre a todos los miembros de la OMC,
tomando en cuenta las necesidades de los países en desarrollo.
Asimismo, se debe considerar especialmente la necesidad de coordinar
las posiciones de las dos regiones en el marco de la OMC para
promover el interés de los países en desarrollo, prestando particular
atención a los retos que enfrentan los países de menor desarrollo
relativo.

52. NOS COMPROMETEMOS a promocionar el turismo como factor de
integración. También nos comprometemos a promocionar el turismo
basado en el desarrollo comunitario y el absoluto respeto por nuestro
patrimonio cultural, y por nuestras costumbres y tradiciones.

53. RECONOCEMOS que la crisis financiera y económica actual es
estructural. Por ende, nos comprometemos a fomentar los cambios que
sean necesarios con el fin de permitir el establecimiento de una nueva
arquitectura financiera internacional, que se base en un proceso
democrático de toma de decisiones, incluyendo una participación
equilibrada de todas las partes concernientes y tomando en cuenta los
puntos de vista y las perspectivas de los países en desarrollo. Además
destacamos la necesidad de evitar que las pérdidas producto de dichas
crisis sean transferidas a los países en desarrollo, por medio de la
implementación de diversos mecanismos de protección financiera.
Concordamos en que, con el propósito de acelerar la creación de la
nueva arquitectura financiera internacional propuesta, es necesario
fortalecer los sistemas regionales, a través de la promoción de
instituciones financieras y monetarias favorecedoras desde una visión
de solidaridad, cooperación, desarrollo regional endógeno y de la
formación de sociedades más democráticas, justas e igualitarias en el
marco del respeto a la independencia y soberanía nacionales.

54. RECONOCEMOS la necesidad de avanzar en la adopción de medidas
de protección financiera necesarias para prevenir los costos de la crisis
financiera internacional, tomando en cuenta especialmente las
condiciones y circunstancias de las economías más vulnerables.
Concordamos en la necesidad de fomentar el diseño de una nueva
arquitectura financiera internacional y regional, con el fin de alcanzar el
desarrollo integral de nuestros pueblos.

VII. LUCHA CONTRA LA POBREZA Y EL HAMBRE

55. REAFIRMAMOS nuestro compromiso de intensificar nuestros esfuerzos
para erradicar la pobreza y el hambre, tanto en las áreas rurales como
urbanas, con atención especial a las poblaciones mas vulnerables, por
medio del abordaje de las causas de origen que las generan, con miras
a fomentar sociedades basadas en los valores de justicia social,
solidaridad, complementariedad, igualdad, inclusión social, participación
ciudadana y respeto por los derechos humanos y respeto a la Madre
Tierra, de conformidad con las disposiciones de la resolución 63/278 de
la Asamblea General de las Naciones Unidas. A este respecto,
RECONOCEMOS la necesidad de desarrollar las áreas rurales y
urbanas en situación de pobreza por medio de su inclusión en proyectos
nacionales.

56. REITERAMOS la importancia del logro de los Objetivos de Desarrollo
contenidos en la Declaración del Milenio, y acordamos desarrollar y unir
esfuerzos en la lucha por la erradicación de la pobreza y el hambre a
escala mundial, así como para la promoción de la inclusión social.
Además, subrayamos la necesidad de mantener el compromiso
ratificado en el Consenso de Monterrey de 2002 (Conferencia de
Naciones Unidas sobre Financiamiento y Desarrollo), según el cual los
países industrializados deben reservar 0,7% de sus PIB para ayuda
oficial al desarrollo (AOD) a favor de los países en desarrollo, y 0,2% a
favor de los Países Menos Desarrollados (PMD).

VIII. DESARROLLO DE INFRAESTRUCTURA

57. NOS COMPROMETEMOS a identificar iniciativas conjuntas, con base
en las necesidades de cada bloque, para el financiamiento y desarrollo
de proyectos.

58. RECONOCEMOS la Iniciativa para la Integración de Infraestructura
Regional de América del Sur (IIRSA), el Consejo de Infraestructura y
Planificación de América del Sur de UNASUR, la Nueva Alianza para el
Desarrollo de África (NEPAD), y el Plan de Acción a Corto Plazo (STAP)
de la Unión Africana, como bases para el mutuo intercambio y apoyo en
el campo de infraestructura.

59. RENOVAMOS nuestro compromiso de facilitar el tránsito, por el
territorio de los países de tránsito y por cualquier medio de transporte,
de conformidad con las reglas aplicables del derecho internacional, a los
países en desarrollo sin litoral, y reconocemos que sus características
especiales merecen un enfoque apropiado con el fin de abordar sus
problemas específicos.

IX. ENERGÍA Y MINERALES SÓLIDOS

60. ACORDAMOS consolidar nuestros esfuerzos para el intercambio de
experiencias en lo referente al desarrollo y uso universal de fuentes de
energía y ahorro de energía por parte de los gobiernos y los pueblos de
ambas regiones, en particular, fuentes de energía limpias, renovables y
alternativas, con miras a extender su difusión y utilización sustentable,
así como a alcanzar la máxima eficiencia en sus usos, de conformidad
con los aspectos económicos, sociales y ambientales pertinentes, lo que
contribuiría a la transformación económica y social de los países de
América del Sur y África. Considerando la posibilidad del uso de
combustibles fósiles en el futuro, ambas regiones cooperarán en temas
relacionados con la producción y uso sostenible de combustibles fósiles
en especial petróleo y gas.

61. NOS COMPROMETEMOS a aumentar la cooperación energética entre
América del Sur y África con el fin de contribuir con el crecimiento
industrial, el desarrollo de infraestructura de energía, el intercambio y la
transferencia de tecnologías, la reducción de los costos de transacción y
la capacitación de recursos humanos, con el propósito de lograr la meta
estratégica de seguridad e integración energética.

62. RECONOCEMOS la importancia de crear condiciones para el aumento
de la presencia de compañías suramericanas y africanas, incluyendo los
sectores energético y minero en ambas regiones, lo que contribuiría con
el fortalecimiento de la inversión y el comercio Sur-Sur. Renovamos
nuestro mandato previo a AFREC y UNASUR de elaborar una estrategia
energética para promover el desarrollo sustentable, con respeto a los
derechos soberanos de manejo y regulación de los recursos naturales.

63. REAFIRMAMOS la importancia de continuar los estudios con miras a
diversificar la matriz energética en América del Sur y África, así como el
estudio del potencial de otras fuentes alternativas de energía.

64. NOS COMPROMETEMOS a aunar esfuerzos, con el objetivo de
garantizar el intercambio de experiencias en las áreas de Prospección,
Explotación y Tratamiento de los Recursos Minerales, priorizando la
transformación local, de manera diversificada, empleando tecnologías
limpias que preserven el ambiente.

65. NOS COMPROMETEMOS a implementar proyectos conjuntos, que
serán identificados, en el área de tecnologías energéticas y minerales.

X. ASUNTOS SOCIALES Y DEPORTES

66. REAFIRMAMOS el deporte, la educación física y la recreación como
elementos fundamentales de transformación en el mejoramiento de las
condiciones de vida de los ciudadanos y de su salud física y mental, así
como en los procesos de inclusión social y de fortalecimiento de la
autoestima individual y colectiva y la identidad nacional.

67. APOYAMOS la iniciativa de Túnez relativa a la Proclamación del año
2010 como el Año Internacional de la Juventud, así como también a la
realización del Congreso Mundial de la Juventud bajo los auspicios de
Naciones Unidas y demás Organizaciones Internacionales pertinentes.

68. NOS COMPROMETEMOS a brindar todo el apoyo necesario para
asegurar el éxito de la Copa Africana de Naciones, que se realizará en
Angola, en enero de 2010, el éxito de la Copa Mundial de la FIFA 2010,
que se llevará a cabo en Sudáfrica y de la Copa Mundial de la FIFA
2014, que se realizará en Brasil, y acogemos la candidatura de Río de
Janeiro para albergar la realización de los Juegos Olímpicos en el año
2016.

69. DECIDIMOS crear competencias deportivas entre América del Sur y
África, y exhortamos a las Federaciones especializadas de los dos
continentes trabajar de conjunto en colaboración con todos los actores
para la organización de diferentes torneos.

70. NOS COMPROMETEMOS a implementar políticas activas orientadas a
generar empleo decente y a implementar las convenciones
fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo, con el
propósito de crear condiciones de empleo de calidad para el desarrollo
de nuestros recursos humanos, y a formular políticas económicas que
den a la globalización una dimensión ética, al ubicar al individuo en el
centro de las políticas públicas.

71. ACOGEMOS los programas, que han sido aprobados por muchos
países, para el logro de una integración plena de los migrantes a sus
sociedades, así como el reencuentro con sus familiares. En este
sentido, reconocemos el importante trabajo realizado en el marco de
Naciones Unidas.

72. AUNAREMOS esfuerzos para abordar y fortalecer las áreas de
cooperación e integración en el campo de la salud con miras a identificar
fragilidades estructurales y otros determinantes sociales de
enfermedades y prevenir los altos índices de muerte infantil, materna y
la desnutrición, así como a mejorar las condiciones de acceso al agua
potable, a combatir la transmisión del VIH/SIDA y las ETS y sus
impactos en la población, así como de otras enfermedades relacionadas
con la pobreza como la tuberculosis, malaria y demás epidemias que
coexisten con enfermedades no transmisibles, a través de la promoción
de iniciativas nacionales e internacionales dirigidas a producir y distribuir
equitativamente nuevas vacunas y a ampliar el acceso a las medicinas
esenciales, con miras a garantizar la salud como derecho inalienable de
nuestros pueblos y a alcanzar las Metas de Desarrollo del Milenio.

73. REALIZAREMOS acciones con el fin de intercambiar información y
buenas prácticas en la lucha contra los riesgos de la Influenza A (H1N1)
para los pueblos de ambas regiones, particularmente para los más
pobres y para aquellos que no tienen pronto acceso a servicios de
salud. Abogamos, conjuntamente, por la distribución de cepas virales
con potencial pandémico, por medio del uso del sistema de la
Organización Mundial de la Salud y la construcción de un sistema justo
y equitativo, para compartir los beneficios producto del uso de este
material genético.

XI. CIENCIA, TECNOLOGÍA Y TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN (TIC’s)

74. AUNAREMOS esfuerzos para emprender iniciativas de cooperación e
intercambio de experiencias orientadas a la construcción de las
capacidades científicas, tecnológicas e institucionales de los sistemas
nacionales de CTI (ciencia, tecnología e innovación) y a la formulación e
implementación de políticas para el desarrollo sustentable y el progreso
social de ambas regiones, con miras a fomentar la integración y el
acercamiento de las comunidades científicas suramericanas y africanas
que promuevan la generación, transferencia y apropiación social del
conocimiento científico y técnico. A este respecto, y con el fin de
promover la inclusión social, nos comprometemos a fomentar el uso de
tecnologías de la información y la comunicación (TIC), así como otras
tecnologías, con miras a facilitar oportunidades de educación, salud y
mejores condiciones de vida para la población.

75. AFIRMAMOS la importancia de unir esfuerzos para la difusión de
nuestra historia y realidad actual, así como nuestra diversidad cultural y
temas y problemas comunes, a través del intercambio de contenidos de
radio y televisión que permitan el inicio de la cooperación en las áreas
de comunicación e información, y de contribuir con la creación
progresiva de estaciones birregionales de radio y televisión.

76. ENFATIZAMOS la necesidad de consolidar la cooperación entre
América del Sur y África en el campo de la Tecnología de la Información
y la Comunicación (TIC), así como la acción conjunta para reducir la
brecha digital, tal como está estipulado en la Declaración de Túnez,
adoptada por la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información
realizada en 2005, así como fomentar la alfabetización tecnológica, el
desarrollo y uso del software libre.

XII. ASUNTOS EDUCATIVOS Y CULTURALES

77. CONSIDERAMOS de fundamental importancia la creación de proyectos
conjuntos de investigación en áreas estratégicas y prioritarias para
ambas regiones a través de programas de intercambio de estudiantes,
investigadores y profesores, así como fomentar la creación de redes de
docentes, investigadores y estudiantes entre instituciones académicas,
así como mecanismos de cooperación triangular y programas de becas
para proyectos en el espíritu de solidaridad y complementariedad.

78. TAMBIÉN CONSIDERAMOS importante el reforzamiento de los
vínculos existentes entre las Academias Diplomáticas de América del
Sur y África, con miras a promover el conocimiento mutuo entre las
nuevas generaciones de diplomáticos y la consolidación de formación
profesional nueva y multidisciplinaria.

79. NOS COMPROMETEMOS a fortalecer y profundizar las relaciones de
cooperación solidaria entre los pueblos de América del Sur y África en
reconocimiento de nuestro acervo cultural e histórico con miras a
coordinar acciones para garantizar la educación como un bien publico y
de derecho humano y universal, basado en los principios de igualdad,
inclusión y pertinencia social de acuerdo con las Metas de Desarrollo del
Milenio en el área de la educación.

80. RECONOCEMOS la incidencia del analfabetismo como factor de
exclusión social en el desarrollo de nuestros países. Por ende,
acordamos consolidar esfuerzos, desde una perspectiva de igualdad
social y de género, para contribuir con la erradicación de este flagelo, a
través del intercambio y la promoción de prácticas exitosas en el campo
de la enseñanza de la lectura y escritura con miras a alcanzar las Metas
de Desarrollo del Milenio.

81. POR OTRA PARTE tomamos nota de que el masticado de las hojas de
coca es una manifestación cultural ancestral del pueblo boliviano, que
debe ser respetada por la Comunidad Internacional.

82. MANTENEMOS el compromiso de intercambiar expertos y desarrollar
proyectos conjuntos de investigación sobre la contribución de la
Diáspora Africana a la cultura de los pueblos de América del Sur, y
apoyamos el avance en los arreglos para la 2ª Cumbre de la Diáspora
de la Unión Africana, que se realizará en el futuro próximo.

83. INSTAMOS a realizar festivales, encuentros y otros tipos de intercambio
que permitan el conocimiento mutuo y el enriquecimiento cultural y
humano. Felicitamos a los países que han ejecutado iniciativas en ese
sentido.

84. REAFIRMAMOS nuestro compromiso de avanzar en la adquisición y
transferencia de conocimiento en el ámbito del patrimonio cultural.
TAMBIÉN EXPRESAMOS nuestra preocupación por las importaciones
y exportaciones de bienes culturales provenientes de nuestros países.
FINALMENTE ENFATIZAMOS la necesidad de implementar en su
totalidad las convenciones de la UNESCO de 1970 y 1995 sobre la
devolución de bienes culturales a sus países de origen.

XIII. AMBIENTE

85. DESTACAMOS la necesidad de abordar el asunto del cambio climático
en el contexto de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre
Cambio Climático (CMNUCC) y el Protocolo de Kioto, en concordancia
con los principios, las normas y los compromisos establecidos en dicho
marco jurídico internacional. Resaltamos la relación entre la
responsabilidad histórica de los países desarrollados en el
calentamiento global y la obligación de esos países, como Partes de la
Convención, a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Subrayamos la necesidad de definir, en 2009, objetivos más ambiciosos
de reducción para los países desarrollados, durante el segundo período
de compromiso del Protocolo de Kioto y, también, de compromisos y
acciones comparables de mitigación para todos los países
desarrollados. Además, concordamos en la necesidad de continuar
fomentando posiciones de consenso en el Grupo de los 77 y China en el
proceso de negociación del Grupo de Trabajo ad hoc sobre Acción
Cooperativa a Largo Plazo, creado por el Plan de Acción de Bali.

86. REAFIRMAMOS la necesidad de un compromiso político firme de los
países desarrollados, de acuerdo a su responsabilidad histórica,
incluyendo aquellos países que no se han adherido al Protocolo de
Kioto, a adoptar y cumplir con sus compromisos de reducción de
emisiones. NOS OPONEMOS a cualquier intención de modificar el
equilibrio de derechos y obligaciones establecidas en el Protocolo de
Kioto en relación a los compromisos de mitigación.

87. REITERAMOS nuestro apoyo al Fondo Especial para el Cambio
Climático dirigido a los países en desarrollo, que permite fortalecer las
capacidades internas frente a los desequilibrios y desastres climáticos.
Por ende, exhortamos a los países desarrollados a realizar
contribuciones urgentes y sustanciales que permitan a los países en
desarrollo hacer uso de los recursos financieros necesarios para
emprender acciones tempranas de adaptación. Nos comprometemos a
trabajar en favor del logro de un resultado acordado en el marco del
Plan de Acción de Bali de 2007, en la 15ª Conferencia de las Partes,
que tendrá lugar en Copenhague, Dinamarca, en 2009, y que
esperamos, permitirá una plena, efectiva y sostenida implementación de
la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático
(CMNUCC). A este respecto, nos comprometemos a promover nuestras
posiciones en dicha conferencia.

88. REITERAMOS nuestro compromiso político con respecto a la
implementación del Plan y el Marco Estratégico de 10 años para
impulsar la implementación de la Convención de Naciones Unidas de
Lucha contra la Desertificación (CNULD), aprobado por la 8va
Conferencia de las Partes, a todos los niveles.

89. TOMAMOS NOTA de la iniciativa nacional emprendida por Ecuador,
denominada “Yasuní-ITT”, que busca, entre otros aspectos, la
exploración y desarrollo de fuentes alternativas de obtención de
ingresos, reducir la explotación no sostenible de recursos naturales y
optimizar la conservación de la diversidad biológica.

90. IGUALMENTE, TOMAMOS NOTA del proyecto de la Gran Muralla
Verde de África con vistas a frenar el avance del desierto en la zona
saharo-saheliana.

XIV. DESARROLLO INSTITUCIONAL, INTERCAMBIO DE INFORMACIÓN Y VISIÓN COMPARTIDA DE PRÁCTICAS ADECUADAS

91. CREEMOS en una nueva concepción de las relaciones económicas
internacionales, que fomente activamente el intercambio Sur-Sur y que
se base en los principios de transparencia, complementariedades,
cooperación y solidaridad, y que permita una distribución adecuada de
los beneficios derivados del intercambio de bienes y servicios, de
conformidad con las normas del sistema comercial multilateral, apoyada
por nuevos instrumentos e instituciones financieras regionales y que
fortalezca el desarrollo integral de los pueblos por medio de la utilización
de los potenciales existentes en sus territorios nacionales.

92. RECONOCEMOS y nos comprometemos a emprender esfuerzos para
la promoción del desarrollo sustentable y productivo, con el intercambio
de mejores prácticas para el fomento del desarrollo de micro y pequeñas
empresas y otras formas alternativas de producción, la promoción de las
microfinanzas y la formación y educación de recursos humanos para el
trabajo, lo que permita contribuir con el bienestar de nuestros pueblos y
con el desarrollo sustentable como motor de transformación en la lucha
contra la pobreza y la exclusión social.

XV. MECANISMO DE SEGUIMIENTO

93. TOMAMOS EN CUENTA el Mecanismo de Seguimiento América del
Sur-África, que fue establecido conforme a la Declaración de Abuja, y
exhortamos a los Estados Miembros a darle el apoyo necesario en el
cumplimiento de su mandato. El Comité de Seguimiento, formado por
Funcionarios de Alto Nivel, será responsable de proponer nuevas
iniciativas y emprender acciones sobre programas y proyectos
previamente acordados, revisar el progreso de su implementación y
difundir información sobre arreglos de cooperación. También hará
seguimiento a las decisiones Ministeriales y de Cumbre, y entregará
recomendaciones a las Cumbres.

94. TOMAMOS NOTA de las propuestas contenidas en el “Plan de
Implementación de Nueva Esparta” así como del “Programa de
Implementación” de la Declaración y Plan de Acción de ASA
presentados por las partes Sudamericana y Africana, respectivamente.
Ambos documentos son anexos de la presente Declaración. Expresando
nuestra satisfacción por las reuniones inaugurales de todos los ocho
Grupos de Trabajo de ASA, ACORDAMOS que los Estados Miembros
de ASA se reúnan dentro de seis meses al nivel de Altos Funcionarios
con el propósito de producir un Programa armonizado de
Implementación el cual definirá los proyectos prioritarios, cronogramas
para su ejecución y mecanismos de financiamiento que serán sometidos
para su aprobación en la próxima Reunión Ministerial.

95. Con el fin de garantizar una implementación efectiva de esta
Declaración y del Plan de Implementación de Nueva Esparta,
ACORDAMOS REFORZAR el Mecanismo de Seguimiento de la manera
siguiente:
i. Se realizará una reunión de Ministros de Relaciones Exteriores para la
toma de acciones, de forma paralela a la 65ta Asamblea General de
Naciones Unidas;
ii. Los varios Grupos de Trabajo realizarán reuniones regulares, al menos
una vez al año, con el fin de garantizar la completa implementación de
los proyectos previstos;
iii. Se realizará una reunión en la que participará el Ministro de Relaciones
Exteriores de Venezuela, como país anfitrión de la Segunda Cumbre
ASA; el Ministro de Relaciones Exteriores del país sede de la Tercera
Cumbre ASA; Brasil y Nigeria como Coordinadores Regionales; el
Presidente de la Comisión de la Unión Africana; y Ecuador como
Presidente Pro Tempore de UNASUR, con el fin de evaluar este
Mecanismo Birregional, así como la ejecución del “Plan de
Implementación de Nueva Esparta y Programa de Implementación de
Nueva Esparta”.

96. ACEPTAMOS GUSTOSAMENTE el ofrecimiento de la Gran Jamahiriya
Árabe Libia Popular Socialista de albergar la 3ra Cumbre América del
Sur-África (ASA) en el año 2011.