La ANC entrevistó a su coordinador general peridístico, Alberto Borda, quien además de estar a cargo de La Oreja Que Piensa es corresponsal de la Asssociatión Solidaritè Provence/ Amerique do sul en Francia, educador popular, y participa en varias páginas web y programas de radio.

En el marco de una charla distendida, Borda, además de expresar sus sensaciones por las diez ediciones del medio, cuenta los pasos que seguirá La Oreja Que piensa y de qué modo llegan a sus lectores, entre otros temas.

 ¿Qué evaluación hacés de estas primeras diez ediciones de La Oreja que Piensa”?
 Estamos viviendo una gran experiencia comunicacional. Desde el gran Buenos Aires al planeta. Suena raro decir planeta, es como algo surrealista, pero es así. Un hecho que acontece en el barrio que llegue a Suecia, por ejemplo.

Menciono esto por que un argentino que vive allá hace más de 30 años recibe nuestro despacho –que no sabemos como- y nos escribe diciendo que añora el Tigre, que desde pibe iba con su padre a caminar por el lugar que describe la nota. Esa persona, que por momentos traslado su mente, buceo dentro suyo para escribir frases emotivas, estando a más de 10 mil kilómetros de la Argentina. Que recordó a su padre y su infancia, seguramente disfrutó de la lectura. Allí se produce un efecto, allí se moviliza entonces lo nuestro tiene sentido.

Al hablar de estas diez ediciones, estamos hablando de más de 120 artículos. Guuauuu. Nos sorprendemos. `Hemos escuchado voces de músicos, titiriteros, alfabetizadores, trabajadores de prensa, trabajadores sociales, actores, escritores, artesanos, directores de teatro, Poetas, todos constructores de realidades, siempre desde lo colectivo.

 Un sector como es este de zona norte, donde prima la clase media baja y baja, ¿cómo hacés para que le llegue a la gente la información vía internet?

 Es algo que nos juega en contra. No todos los comunicadores sociales tienen Internet – cuando digo comunicadores sociales estoy hablando de una enorme franja de personas (artistas, actores, periodistas, poetas, artesanos, etc) que han decidido dar una batalla cultural en el campo de la comunicación, en el campo de las ideas, por fuera de los medios masivos, que entienden que la prensa propia como soporte de las ideas colectivas es necesaria. Por lo tanto al existir una injusta distribución de la riqueza la brecha entre ricos y pobres es notoria.

Estamos viendo de que manera llegar a una parte importante de estos compañeros que no tienen acceso a Internet.

 ¿Tienen pensado realizar una edición gráfica de “La Oreja”?

 Estamos pensando en publicar en gráfica las mejores notas de estas diez ediciones de La Oreja, notas que ya salieron y que merecen ser conocidas.

Hay muchísimo talento dando vueltas que trabaja día a día para cambiar este mundo. Y hay otros que dejaron su huella, por lo tanto una revista que sea de papel, que tenga olor a tinta, con fotos y textos, que la puedas leer en el tren, en el colectivo, en tu casa, en la radio, significa un esfuerzo nuestro, y de aquellos que aportaron con su intelecto.

 ¿A cuántas personas llegás o cuántas solicitaron la Agencia?

 Actualmente estamos en unos 2500 suscriptores por edición. Pero lo que notamos es que mucha gente reproduce nuestra agencia. Por lo tanto multiplícalo por cinco, estaríamos hablando de 12.500 mail. Esto sin contar la intervención en Red de Redes como lo es la agencia y porta Voltaire, que llaga a más de 100 países, es traducido en 5 idiomas y tiene una entrada de seis millones de personas a su sitio.

La subscripción, o mejor dicho los que solicitan:”Quiero recibir La Oreja Que Piensa” son muchos, podemos hablar de estas diez ediciones en unos 700 solicitudes.

 ¿Cómo unís la información internacional con la local?

 Es una mixtura muy interesante, que se fue dando. De lo general a lo particular. Sacamos una nota enviada desde España donde Javier Couso(*) en una conferencia habla de la manipulación informativa y que la falta de interés de muchos medios de comunicación por mostrar los verdaderos efectos de las guerras y desde lo local mostramos como un comunicador social, que está en un barrio haciendo radio comunitaria tiene su limitaciones, ya sea por el poder político local, por que no hay una distribución equitativa de la tanda publicitaria, la falta de tecnología, esto no está disociado uno del otro. La idea es que veamos las causas y las razones y no los efectos.

Te doy ejemplos: Kapuscinski(*) que dice “ mi educación fue muy atrasada en el sentido de que todo lo empecé muy tarde: comencé a leer muy tarde, a escribir muy tarde, a estudiar muy tarde, y todo por la guerra”, y lo dice el mejor reportero del mundo. Y lo relacionas con Nora Berto, que es alfabetizadora del programa cubano “Yo si puedo” que trabaja en uno de e los barrios más pobres de la localidad de José C Paz que dice: “Atreverse a soñar, que se puede seguir estudiando. Que si no se pudo ir a la escuela de niño, hoy es posible saber leer y escribir en poco tiempo, en el barrio”. Y termina diciendo “Alfabetizar es un acto de amor”. Creo que estos párrafos dicen cosas fuertes.

O las notas escritas de nuestro colectivo de trabajo que narran la problemática del agua, de la ecología, de la violación a los derechos humanos, que se dan aquí, en México, en José C paz o en Tailandia, por darte algunos ejemplos.

 ¿Qué significó para los periodistas integrantes de la Agencia el ser reconocidos ministerialmente como trabajadores de prensa?

 Que hoy seamos reconocidos como trabjadores de prensa tiene un enorme significado . Una de ellas es que no se puede desvincular a un ser humano-que es beneficiario de un plexo de derechos tan esenciales- como en nuestro caso- el de recibir, producir, difundir, acceder a la información,-pero teniendo en cuenta que estas normativas por si solas no garantizan mejores condiciones si no hay una fuerza que sea capaz de hacerlas cumplir.¿como?

Yo creo que la construcción de comunicación propia -desafio aceptado por muchisimos trabajadores de prensa- que diariamente hacen oir voces desde las radios de media y baja potencia, periódicos zonales, canales comunitarios de televisión, los portales, agencias de comunicación, revistas electrónicas, los blogs están aportando a que muchas voces se multipliquen, pero esas expresiones de deseos nos obliga a capacitarnos , de esta manera-a mi entender, profundizamos la democaracia y a la vez ,la construcción de un nuevo periodismo.

Los interesados en comunicarse con La Oreja Que Piensa pueden escribir a laorejaquepiensa@gmail.com, y para mayor información se recomienda ingresar en www.laorejaquepiensa.com.ar.