Gran preocupación se cierne sobre quienes dirigen la Asamblea Nacional, puesto que la popularidad de su gestión, según sondeos de opinión, está en franca caída, tendencia similar a la que experimenta la credibilidad del presidente de la República, Rafael Correa. El movimiento PAÍS cosecha lo que ha venido sembrando luego de la reelección presidencial de este año.

El asambleísta jefe del bloque parlamentario del MPD, Jorge Escala, hizo un llamado al presidente de esta Función del Estado, a fin de que “recupere su papel protagónico de legislar y fiscalizar para los tiempos de una Patria Nueva”.

“La mayoría de la Asamblea Nacional, prácticamente, ha abandonado el proyecto de cambio progresista y patriótico marcado desde la Constituyente de Montecristi, al aprobar varias leyes de carácter regresivo en cuanto al cumplimiento de los derechos individuales y colectivos de nuestros pueblos, como en el caso de la Ley de Minería, en la Ley de Empresas Públicas y otras. Los actuales proyectos legislativos no han cumplido con las expectativas de los sectores populares del Ecuador, y ésta es la razón por la que la credibilidad de la Función Legislativa haya sufrido una baja impresionante en las últimas semanas.

El hecho de no cumplir con los plazos previstos para la aprobación de las Leyes dispuestas por la Transitoria Primera de la Constitución, es responsabilidad de la mayoría PAIS-PRE que hoy domina la Función Legislativa, por haber convertido a la Asamblea prácticamente en una dependencia sometida al poder Ejecutivo. Recordemos que los sectores populares, en una muestra de responsabilidad con la Patria, presentaron a tiempo varios proyectos de Ley en materia de Recursos Hídricos, Educación Superior, Comunicación, que a pesar de haberse entregado con el tiempo suficiente, fueron relegados a un segundo plano, mientras se esperaba la llegada de los proyectos del Ejecutivo con la venia del Señor Presidente de la República.

La mayoría oficialista ha mutilado la función fiscalizadora de la Asamblea Nacional, con una Ley de la Función Legislativa que en lugar de agilitar estos procedimientos los retarda y congestiona en demasía. Es así que, ante los hechos de corrupción que son denunciados diariamente en los diferentes medios de comunicación y constantemente al interior de la Asamblea, no se ha emprendido acciones de fiscalización serias y con resultados concretos; nada se ha dicho, por ejemplo, de los casos de corrupción en la Dirección de Servicios Educativos DINSE, en la adjudicación de los contratos de los campos petroleros de SACHA, los sobreprecios en las compras de materiales para el Consejo Nacional de Tránsito, o los denunciados por el propio hermano del Presidente de la República.

Asimismo, la Asamblea Nacional no se pronunció y menos condenó los actos de represión cometidos por la Fuerza Pública en contra de indígenas, maestros, campesinos y estudiantes en las últimas semanas tampoco se pronunció respecto a los hechos suscitados el 30 de septiembre en Sevilla Don Bosco, Provincia de Morona Santiago, en donde centenares de policías reprimieron a manifestantes de la Comunidad Shuar dejando como resultado decenas de heridos y a un maestro indígena muerto, el Profesor Bosco Wisuma. Los asambleístas del MPD propusimos al Pleno de la Asamblea se traten estos temas y nuestra petición fue negada.

La Asamblea Nacional no puede permanecer callada frente a estos acontecimientos, es nuestra obligación demandar el esclarecimiento de estos hechos y asumir la función de fiscalización que el país nos exige, no hacerlo conllevaría a que la Asamblea sea cómplice de estos hechos que avergüenzan a la Patria a la que juramos defender.

Nuestra intención, señor Presidente, es que la Asamblea Nacional no siga el mismo camino tan desprestigiado que en su momento tuvo el viejo Congreso Nacional, con aquellas acciones inmorales, ilegales e inconstitucionales por las que los pueblos del Ecuador lo sepultaron en su memoria histórica.

Las disculpas del presidente de la Asamblea no son suficientes, si no se dan rectificaciones urgentes y concretas en la marcha de la Asamblea Nacional.

Por lo expuesto proponemos: Abrir un debate real sobre la aprobación de los proyectos de Ley que es obligatorio aprobar por parte de la Asamblea Nacional, según lo dispone la Transitoria Primera de la Constitución; esto significa que se acojan las propuestas de los sectores populares que con la debida suficiencia de tiempo fueron presentadas.

 Reformar la Ley Orgánica de la Función Legislativa para que se facilite la función fiscalizadora de la Asamblea Nacional.

 Que la Asamblea Nacional lleve adelante verdaderos procesos de Fiscalización en temas como: los contratos del hermano del Presidente de la República con instituciones del Estado; los contratos petroleros; las presuntas irregularidades cometidas en la Dirección de Nacional de Servicios Educativos DINSE, entre otros; y, que se informe al país acerca de los avances y conclusiones de los mismos.

Que las sesiones del Pleno de la Asamblea sean transmitidas por señal abierta de televisión y/o radiodifusoras del Estado.