Luego de una ardua jornada de lucha, a la que esta joven maestra está ya acostumbrada, llega al sitio donde los maestros fortalecen la esencia de la vida, la esencia del cambio: las instalaciones de la Unión Nacional de Educadores (UNE). Con una sonrisa radiante y una mirada tierna pero a la vez llena de coraje, Mariana Pallasco es triturada en abrazos por muchos de sus colegas y el resto de colaboradores, por haber sido una de las tantas personas que llevaron a la victoria, nuevamente, al sindicato más fuerte del país: la de los maestros de la UNE. Nos sumamos a dicho festejo y le pedimos que nos cuente lo que es sentirse parte de un gremio que calló a la prepotencia y los calificativos absurdos de un Jefe de Estado y un Ministro de Educación que, desde el inicio de la paralización, se sintieron perdidos. No dudó en hacerlo, se sentó en un amplio sillón de la presidencia de este gremio y así conversamos.

“No saben la alegría que me da este triunfo, más aún cuando el primero en felicitarme fue mi hijo, cuando me dijo: mami nuevamente triunfaste...Yo le contesté que el triunfo es de todos, de todos quienes pensamos en el cambio, en una educación para la emancipación”, dice la luchadora maestra mientras el sentimiento la embarga y calla por unos segundos. Actuamos de inmediato, antes que sus lágrimas la invadan y viajen libremente por su rostro. Fuimos fuertes, hasta groseros, al realizarle la pregunta, queríamos dejar la tristeza....

- ¿Cuál fue su papel en la paralización de la UNE?
 Bueno... (se sonríe). Es muy duro el tratar de enfrentar a un gobierno que tiene todo el aparataje para tratar de desprestigiar una lucha justa. Informar a los compañeros cómo estaba encaminada la paralización, cuál era la actitud del gobierno, tratar de utilizar un discurso coherente y con fundamentos en los medios de información, etc, etc. Fue muy duro, pero seguimos en la lucha.

-¿Qué es ser maestro?
 El papel del maestro va más allá del sueldo o del salario, va más allá del problema reivindicativo, pues se enfrenta a diversas situaciones. La responsabilidad en la UNE me ha dado la posibilidad de crecer como ser humano, me ha permitido conocer a maestros con distinta condición de clase, diversidad ideológica, cultural. Eso me ha hecho entender que los maestros vamos más allá de la persona común y corriente.”

- ¿Cómo se ha preparado para ser maestra, madre y dirigente?
 Es muy duro. Se requiere de apoyo con el compañero que compartes tu vida, para que comprenda el rol de lo que significa esta lucha. Él ha sido un puntal fundamental, y en esta última lucha se ha hecho cargo de nuestro hijo para no romper esa unión y responsabilidad del padre o la madre.


 ¿Alguna anécdota con su hijo?

 Alguna vez en la casa de mis padres, en Toacazo, mi hijo le dice a mi madre: “Abuelita, mi mami es una guaricha”. Mi madre, asustada, le dijo: “cómo vas a decir algo así de tu madre, tu mamá nunca ha sido guaricha, tu mamá ha sido una mujer de la casa, muy estudiosa”. Mi hijo de inmediato le dice: “No abuelita, guarichas eran las mujeres luchadoras que peleaban y parían sus hijos al lado de los soldados que luchaban en la independencia. Mi mamá es una luchadora”. Todos nos reímos.

- ¿Qué esperamos de Mariana Pallasco?
 Continuar con la lucha, ahora que soy parte de la comisión que trabajará junto al Ministerio de Educación para debatir los acuerdos llegados con el gobierno; espero tener el respaldo y apoyo de todos mis compañeros. Hemos ganado una batalla, vamos victoriosos a las aulas.