Las únicas herencias recibidas por estos golpes de Estado han sido la miseria, el hambre y la opresión.

Galo Viteri Díaz, en su libro “Reforma Agraria en Ecuador”, indica que la expedición de la Ley de Reforma Agraria en 1963 se originó en tres hechos fundamentales: la presión del hombre por la tierra, como resultado de la concentración de la propiedad territorial y los problemas del minifundio como contra partida de tal concentración; la conformación de la denominada “Alianza para el Progreso”, de EE.UU. como respuesta al proceso cubano; y la toma del poder político en Ecuador por la dictadura militar. Díaz agrega que para la aplicación de esta Ley se crea el Instituto Ecuatoriano de Reforma Agraria y Colonización (IERAC), para que sea el encargado de conducir la nueva política agraria en el país. Política que, a decir de este autor, fue el eje que aglutinó las fuerzas modernizantes y las formas feudales de producción como el huasipungo y el inicio de cambios estructurales en el uso de la tierra solo para dinamizar la industria, no para ayudar al campesino. Bertha García Gallegos, en su libro “Democratización de las Fuerzas Armadas”, indica que esta dictadura crea el primer “Plan decenal de desarrollo (1963- 1973)”, que no estaba enfocado solo a una supuesta reforma agraria, sino, principalmente, a una estrategia norteamericana denominada “Alianza para el Progreso”, cuyo objetivo era la consolidación en América Latina de las dictaduras militares desarrollistas.

La dictadura militar de 1973, manteniendo firme la política desarrollista y la aplicación del Plan Decenal, inicia el proceso acelerado de la entrega de tierras a los campesinos, pero sin estudios previos que permitan establecer una real apropiación y sentido agrario. Según Odino Gallegos, ex director Provincial en Chimborazo del Ministerio de Agricultura en la dictadura de Rodríguez Lara, en una entrevista proporcionada a diario El Comercio, asegura que “en ese entonces la distribución de la tierra no se realizó de una forma técnica y más bien se dio sin un estudio previo. No se ajustaba a la realidad del país, no hubo seguimiento. Al campesino lo abandonaron, lo dejaron solo. Se creía que entregar la tierra era la solución para que mejore su calidad de vida. Pero no resultó”.

La distribución de tierras en la Revolución Ciudadana


El Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP) presentó a la Secretaría Nacional de Planificación (SENPLADES), el pasado 6 de Julio, el proyecto denominado “Desarrollo Integral de las Haciendas Improductivas del Estado”. Aunque no se plantea una reforma agraria que fortalezca una verdadera soberanía alimentaria, debido a que, entre otras políticas, tendría que entregar no solo las tierras en poder del Estado, sino también las denominadas “tierras ociosas” de grandes capitalistas agroindustriales. El Ministro de Agricultura, Ramón Espinel, indicó que además se entregarán créditos, asistencia técnica, provisión de insumos, procesos de comercialización, de organización asociativa, de capacitación y transferencia de tecnología. ¿Se cumplirá esta promesa?

El Plan indica que en los cinco años de intervención, involucrará una superficie de 10.370 hectáreas, correspondientes a 35 predios rústicos de diferente tamaño, que en conjunto se estima beneficiarán directamente a 2.161 familias, que representan a 10.805 personas (5 personas/familia). Sin embargo, el estudio establece una penosa realidad a nivel rural. El índice de personas afectadas por la pobreza en el Ecuador es del 69 por ciento, el 6,8% de las UPAs han recibido asistencia técnica, el 88% de los regantes-minifundistas dispone de entre el 6% y el 20% de los caudales totales de agua disponibles. Apenas el 14% de los lotes menores de 20 hectáreas tienen algún tipo de riego, el 47.7% de pequeños propietarios posee el 2.04% de la tierra agrícola y el 3.32% de grandes propietarios acapara el 42.57 de la tierra de uso agrícola. Ante esta realidad, Odino Gallegos asegura que el gobierno debe garantizar al campesino la asesoría, el agua, y sobre todo, recibir información periódica del comportamiento de los precios. “El INHAMI debe entregar datos del nivel de lluvias por cantones, esto es básico para planificar la siembra. Si no hay un plan integral, se cometerán los mismos errores”, dice el ex funcionario.

Si bien el proyecto de Haciendas Improductivas pretende corregir los problemas cometidos en las dictaduras militares, por lo menos hasta ahora el gobierno lleva cometidos tres errores: Primero; existe una Ley de Aguas criticada por los campesinos de ser privatizadora; segundo, una critica a la Ley de Soberanía alimentaria, donde en el Plan Haciendas no se establece nada al respecto; y tercero, el desesperado pronunciamiento del Jefe de Estado en la entrega de tierras en el Cantón Colimes- Provincia del Guayas, donde días anteriores provocó serios enfrentamientos entre asociaciones y personas naturales que dicen ser dueñas de esos terrenos.

Si llega a cumplirse los objetivos del proyecto en la distribución de las tierras, sería una política acertada, de lo contrario sería una promesa más para miles de campesinos que ya han denunciado que existen personas y asociaciones vinculadas al gobierno que serían los únicos beneficiados. Distribución de tierras: triste historia del campesino en Ecuador.