11-12-1992

Diario Extra

El aventurero García Pérez

DICE LA CONTRALORA.- “La decisión política del anterior gobierno y el manejo irregular de los recursos del BCR, tanto en su colocación en el exterior como en su uso interno, han significado un incremento considerable de nuestra deuda externa”. El Perú ha perdido la astronómica suma de US$ 2,300 millones y fracción sólo por concepto de acumulación de moras, que las instituciones crediticias acreedoras nunca dejaron de amontonar y que el nuevo gobierno, finalmente, tuvo que afrontar.

EN ALGUN MOMENTO.- La postura de limitar a proporciones razonables, el pago del servicio de la deuda externa, encontró eco. No se podía olvidar que ésta frisaba los US$ 400,000 millones, monto de obligación de los países latinoamericanos, y que en lugar de exportar productos con valor agregado o materias primas, nos habíamos convertido en exportadores netos de capital. Lo peor de todo: a costa del empobrecimiento, falta de educación, carencia de salud, de nuestras vastas mayorías nacionales. Ese es el marco que no desaprovechó García Pérez.

CON EL AFAN.- De impulsarse como el abanderado teórico que promoviese actitudes y tomas de decisión en resguardo de la soberanía, el gran comediante, decide limitar las obligaciones de la deuda al 10% del total de nuestras exportaciones. Con ello diz que se protegía al Perú y dábamos ejemplo para que otros países nos imitasen.

LA ABSURDA SOBERBIA.- Del gran titiretero, revistió de original, lo que ya había sido tratado, desde años antes, en diversos foros latinoamericanos: la necesidad de repensar el tema de la deuda, bajo la premisa de que no podían cobrarla, los acreedores, si estrangulaban las economías de los países deudores. Tal se dijo en la Asamblea Extraordinaria sobre deuda externa que el Parlamento Latinoamericano llevó a cabo en Montevideo, Uruguay, en 1984 (entonces García no era aún presidente). Y en múltiples textos de análisis, se arribó a conclusiones similares.

EN SINTESIS.- No fue García Pérez, ni original ni probo. Usó más bien, para los inconfesables negociados que hoy son materia de esclarecimiento y son los que motivaron su huida, franca y pusilánime a Colombia, la circunstancia de tan grave problema continental. El velo se está descorriendo y si la Contralora tiene razón en sus afirmaciones, el crimen cometido contra el Perú, es de magnitudes cataclísmicas. Sólo algunos se beneficiaron, los Figueroa, los Neyra, los Jensen, amparados por la garra poderosa de García Pérez. Este es el personaje en su real figura. Ni más, ni menos.

POR ESO.- Cuando se trata de unir esfuerzos para cualquier trabajo políticos, los chicos de Alfonso Ugarte, sienten que los tratan como leprosos. Por culpa de la pésima, absurda, inmoral, antipatriótica, devastación que hicieron funcionarios claves del gobierno de Alan García Pérez, de las arcas del Estado. ¿Alguien puede acusar a todos los militantes apristas de ladrones?. Nadie. Pero sí hubo quienes delinquieron, mal utilizando las ubicaciones del responsabilidad que les confiara el país. Justos pagan por pecadores.

MAS ALLA.- De consideraciones éticas simples, está el amor a una causa de justicia, la profunda devoción al torbellino de problemas que es el Perú. García Pérez y sus compinches, sólo cometieron desmanes, cohonestados bajo vulgares disfraces ideológicos, apolillados y anacrónicos. Así como el terrorismo de SL, cuya propuesta es absurda por anti-histórica e irreal, la siembra de vientos inmorales durante 1985-1990, ha impulsado la cosecha de frutos podridos malolientes. En desmedro ¡cuándo no! del pueblo peruano, al que prometió defender García Pérez. Comprendamos, tiempo hay aún, que el aventurerismo es una lacra y quienes son sus gestores deben irse a un lugar del cual no deben salir: la cárcel.

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