El pasado 22 de junio, la canciller mexicana Patricia Espinosa Cantellano abordó un avión que la condujo a la capital francesa para participar en la reunión ministerial de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Su pasaje tipo business class le costó al erario 51 mil 139.14 pesos. Además, erogó 860 euros (unos 15 mil 987 pesos) por concepto de viáticos. Igual suma recibió su secretaria privada Marcelina Yolanda Cruz Mimila, cuyo objetivo fue “asistir como comitiva”.

En su informe de misión, la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) dice que en ese encuentro logró “reiterar la invitación para que el próximo foro global sobre transparencia e intercambio de información en materia fiscal se lleve a cabo en México” –que su empleada reproduce textualmente en su informe respectivo–. El gasto de ambas servidoras públicas en esa visita fue de 6 mil 684.855 euros.

Así lo revela el documento UDE2440 expedido por la Unidad de Enlace de la SRE en respuesta a la solicitud de información pública 500091409, formulada por el abogado Humberto Hernández Haddad, coordinador de un grupo multidisciplinario de analistas que evalúa el balance del actual modelo económico del país.

“Salvo honrosas excepciones, las secretarías de Estado del gobierno de México vienen haciendo pagos de cientos de miles de euros a la OCDE anualmente por concepto de viajes, estudios, proyectos y membresías”. Sin embargo, esto no se traduce en beneficio de la mayoría de los mexicanos, señala el exdiplomático y primer mexicano egresado de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad de Harvard.

Las erogaciones de la SRE a la organización que desde 2006 dirige el excanciller mexicano José Ángel Gurría Treviño no coinciden con el espíritu de austeridad que proclama el gobierno federal. La contribución estatutaria anual de México a la OCDE consiste en tres rubros: los programas Parte I –que incluyen gastos relacionados con la operación diaria de esa organización–, que se agrupan en objetivos estratégicos que van desde la cooperación al desarrollo hasta las políticas de inversión de los países; los programas Parte II –que operan con apoyo de la OCDE con membresías y distintos niveles de autonomía presupuestal–; y los Presupuestos Anexos, que incluyen pago de pensiones, aportes al programa de inversiones, publicaciones y costos relativos a la renovación del edificio principal (Marshall Building) y la construcción del nuevo centro de conferencias.

De acuerdo con la información que liberó la SRE, en 2009, la contribución de México representa el 2.39 por ciento del presupuesto total asignado al programa Parte I de la OCDE (estimado en 161 millones 900 euros); es decir, la contribución del gobierno de México representó 3 millones 872 mil 97 euros que se clasifican bajo la denominación “general expenditure” (o gastos generales). Para los programas Parte II, México asignó 1 millón 8 mil 489 euros, y para los Presupuestos Anexos, contribuyó con 1 millón 804 mil 269 euros, con lo que sus contribuciones totalizan 6 millones 684 mil 856 euros.

El reporte de la cancillería indica que el gobierno federal aporta recursos al Programa Parte II a través de la Agencia de Energía Nuclear (269 mil 144 euros), del Banco de Datos de la Agencia de Energía Nuclear (1 mil 626 euros), del Centro para la Investigación e Innovación Educativa (86 mil 372 euros), del Programa sobre Acero (16 mil 740 euros) y del Foro Global de Ciencias (14 mil 417 euros).

Asimismo, aportó 8 mil 460 euros para los Códigos Agrícolas y Esquemas para Tractores, Semillas, Frutos y Vegetales; 27 mil 500 para el Programa de Acción Cooperativa sobre Desarrollo de la Economía y Empleo Locales, y 218 mil 299 euros al Centro de Desarrollo. En el rubro de Presupuestos Anexos, México contribuyó con 1 millón 238 mil 177 euros para el Presupuesto de Pensiones y el Fondo de Reserva; además, dotó de 47 mil 401 euros a los Gastos de Inversión; 35 mil 868 euros al Presupuesto Anexo de Publicaciones, y 482 mil 823 euros al Proyecto del Sitio Electrónico.

De esas aportaciones, la SRE cubre en su totalidad las correspondientes al Programa Parte I y las descritas en el Programa Parte II. Asimismo, la cancillería cubre todos los aportes correspondientes a los Presupuestos Anexos.

De acuerdo con la respuesta de la cancillería a la solicitud de información pública, lo que México eroga para cada programa de la OCDE (Parte I, Parte II y Presupuestos Anexos) se estima “con base en una fórmula acordada por la totalidad de los países miembros, conforme a una decisión del consejo (de la OCDE)”. Agrega la SRE que ese cálculo incorpora información estadística de cada país con base en variables como el Producto Interno Bruto, el tipo de cambio y la población, por lo que la determinación de la contribución anual “no es resultado de una negociación” entre las partes, sino conforme a un procedimiento acordado por todos los miembros.

Alto costo para los mexicanos

A las aportaciones que realiza la SRE a la OCDE se suman los recursos que eroga por viáticos y pasajes de sus funcionarios a las reuniones de esas entidades en distintos puntos del planeta. De acuerdo con la información proporcionada por la SRE, al mes de agosto de 2009 se había ejercido un presupuesto de 641 mil 349 euros.

La mayor parte de ese total, 614 mil 924 euros, se destinó a sueldos del personal local (286 mil 917 euros) y a la renta de inmuebles (242 mil euros por concepto de pago de internet, teléfono, energía eléctrica, entre otros). Por pago de materiales de consumo, la cancillería pagó 21 mil 808 euros; destinó 10 mil 581 euros a la reparación y seguros de automóvil y 9 mil 572 euros al mantenimiento de inmuebles, mobiliario y equipo.

Destaca que esa secretaría destinó 13 mil 883 euros para financiar “actos oficiales y sociales” tan sólo de enero a agosto de 2009, lo que representa un promedio de 1 mil 543 euros por mes. Si se estima que en enero, la moneda común europea se cotizaba en 17.9831 pesos, se tiene una cantidad equivalente a 252 mil pesos. Por otra parte, esa dependencia gastó en ese período 12 mil 542 euros en “Actividades de promoción” ante la OCDE.

En relación con las comisiones realizadas por personal del Servicio Exterior Mexicano a actividades de la OCDE, la SRE reporta una erogación total de 1 mil 550 dólares en viáticos y 565.66 euros por pasajes. Agustín García López Loaeza, quien dirige la delegación permanente de México ante ese organismo en París, Francia, viajó a México el 15 de junio; se le asignaron 173.84 euros para viáticos. Una semana después, el mismo funcionario regresó a París, por lo que recibió 550 euros para viáticos. El 4 de febrero, Gerardo Bracho Carpizo viajó a Túnez y recibió 930 dólares de viáticos; el 29 de abril viajó a Roma y se le asignaron 255 euros de viáticos, y su pasaje costó 330 euros; finalmente, Bruno Figueroa Fischer viajó el 9 de marzo a Moscú, por lo que recibió 620 dólares de viáticos, y su pasaje costó 565.66 euros.

El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2010 asignó 5 mil 945 millones de pesos para el gasto programable de la SRE, que representa un incremento real de 6 por ciento a su ejercicio del año anterior (5 mil 604 millones de pesos).

Un mes antes de que se definiera el PEF 2010 y el ejercicio que correspondería a cada dependencia, mediante un comunicado la SRE manifestó que acataba las medidas de austeridad y disciplina dictadas por el Ejecutivo federal, aunque aseguró que la promoción y defensa de los intereses requieren de una presencia “adecuada” en otros países, lo que “exige incurrir en gastos” para el sostenimiento de inmuebles y el uso de vehículos, entre otros “servicios indispensables” para la operación de embajadas y consulados. El boletín del 5 de octubre de la cancillería destacaba que, en cuanto a las representaciones diplomáticas en el exterior, México “tiene una presencia menor que la que mantienen otros países con un nivel de desarrollo similar”.

Finalmente, el comunicado hizo constar que tanto en México como en el exterior, la cancillería “se ha abocado a hacer un uso óptimo de los recursos que la sociedad pone a su disposición” para la importante tarea de defender y promover los intereses de México en el mundo. El 18 de noviembre, cuando era inminente la aprobación del PEF 2010, Patricia Espinosa dio a conocer que analizaba el cierre de algunas representaciones diplomáticas. Hasta ahora, México tiene 195 embajadas en el exterior cuyos gastos son parte sustantiva de los egresos de esa secretaría.

En contraste con esas afirmaciones, la documentación que acompaña la respuesta a la solicitud de información pública de la propia SRE muestra que de enero a agosto de 2009 el gasto ejercido por la delegación de México ante la OCDE (en su sede de la rue Berri de París, Francia) representaba la cantidad de 641 mil 345 euros. De ese total, 13 mil 883 euros corresponden al rubro “Actos oficiales y sociales”, a los que se suman 12 mil 542 euros por concepto de “actos de promoción”.

La mayor parte (614 mil 924 euros) se destina a renta de inmuebles (242 mil 156 euros), sueldos del personal local (286 mil 917 euros), pago de servicios básicos (43 mil 887 euros), más 21 mil 808 euros por “materiales de consumo” y 10 mil 581 euros para reparación y seguros de automóvil, a los que se suman 9 mil 572 euros por mantenimiento de inmuebles, mobiliario y equipo.

Entre los 588 bienes que custodia esa representación en la capital francesa, se encuentran 50 microcomputadoras (portátiles y de escritorio), un conmutador telefónico automático, una fotocopiadora, un horno para cocina eléctrico, dos hornos de microondas, dos impresoras, una lavadora de ropa, tres lectores magnéticos, 18 escritorios, 25 lámparas de mesa y 24 de pie; así como distintas mesas, dos microcomputadoras portátiles marca Vostro, un molino de carne, 26 libreros, dos protectores de pantalla, un pizarrón electrónico, una podadora, un ruteador, dos escáner, una secadora de ropa, 72 sillas, 62 sillones, taburetes, cuatro televisiones, una trituradora de papel, 25 ventiladores, dos videocaseteras, dos videoproyectores, 10 extinguidores y cuatro calculadoras eléctricas.

OCDE califica a México

La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico emite dos boletines económicos al año que reseñan la situación de sus miembros. El número 86 describe así la situación financiera de este país:

México ha sufrido su recesión más severa desde la crisis monetaria de 1994. El Producto Interno Bruto (PIB) cayó 9.7 por ciento en el segundo cuarto de 2009, reflejando la baja de los precios del petróleo y de las exportaciones; el brote de influenza y el declive de los ingresos por turismo y las remesas. Apoyada por el repunte de los precios del petróleo y el incremento de sus exportaciones a Estados Unidos, la caída en la actividad se contuvo y ahora comienza a recuperarse.

Como los estímulos monetarios y fiscales están ganando impulso, se proyecta que la recesión decaiga en el tercer cuarto de 2009 y el PIB debería crecer gradualmente en 2010. El Banco de México ha reducido su política de flujo del 8.25 por ciento al 4.5 por ciento desde febrero de 2009, y el gobierno puso en marcha un paquete de estímulo fiscal de casi el 1.6 por ciento del PIB. Viendo hacia adelante, se proponen medidas de consolidación por el gobierno para contener los déficits y evitar reacciones adversas en los mercados financieros. (NE)

Limitada rendición de cuentas

La Unidad de Relaciones Económicas y Cooperación Internacional de la Secretaría de Relaciones Exteriores tiene clasificados 13 expedientes, cuatro de ellos por 12 años (el máximo de tiempo) a partir del 24 de febrero de 2004. Se trata de los expedientes 210-02 y el 400 del rubro “Asuntos de política exterior/Reuniones bilaterales, multilaterales y con organismos internacionales”. Igualmente, los expedientes 411-01 y 413-1, bajo el rubro “Asuntos de política exterior/Proceso de negociación de candidaturas a organismos internacionales”.

El Órgano Interno de Control de la Secretaría de Relaciones Exteriores informa en su sitio de transparencia que en el curso de 2009 se programaron 15 auditorías: dos integrales, siete específicas, dos de seguimiento y dos de desempeño. No se contempló ninguna de desempeño y no se explican los resultados de esas auditorías. En el balance del seguimiento a las observaciones de las auditorías comprendidas en el periodo del 1 de julio al 30 de septiembre de 2009, se indica que el saldo inicial era de 16. Las observaciones determinadas durante el tercer trimestre fueron 44; las atendidas en ese periodo, ocho, con lo que resta un saldo final al 30 de septiembre de 52 observaciones derivadas de las auditorías que no han sido atendidas por la cancillería.

Contralínea 162 / 20 de Diciembre de 2009