En qué se parecerán los Congresistas a los Asambleístas? En que no dan pie con bola. ¿Y en qué se diferenciarán? En que a los congresistas les decían honorables de la partidocracia, y a los asambleístas deshonorables compañeritos.

No ven, parces, ni para atrás ni para adelante, ni por Detroit ni por ¡Adedante, Ecuador. Adedante! como decía un ex candidato presidencial que no se atreve a salir del closet. Calientahuevos han sido estos giles, esperando que el Rafico Correa les diga a “Sus borreguitos asambleístas”: alcen la mano, bajen la mano, aprieten el timbre, no pues ese, el otro, el del limbo.

Ve ese hijue…ya pasan tres años y nada, ofrece, ofrece, que todavía estamos en proceso de transición, dicen, que la revolución ciudadana está en marcha, dicen. Yo creo que más bien están en reversa o como burros frente al piano. Como ni una ley han podido crear ni dictar estos nuevos padres de la patria que salieron más ruditos que estudiantes de la escuela del milenio de Zumbagua. Ah no, sí hay una ley que hicieron para que les calce como anillo al dedo a estos mapavivos: la ley de hueveo mediático.

Cuando se les mojó la canoa a los Asambleístas y los indígenas vinieron a ver qué mismo era lo que pasaba con la ley de aguas. Los levantamanos y pulsatimbres salieron en quema. ¡Aguas, aguas!: ya vinieron los roscas, los longos puercos, a jorobar la paciencia, ¡Chapas no les dejen pasar! Estos naturales nos han de hacer lo mismo que a los del viejo Congreso, nos han de querer garrotear; y se fueron a meter debajo de las curules.

Como era de esperar, el gamonal de Carondelet, en la noche, salió en la tele a sacar la cara por ellos mediante una cadena nacional para decirles a sus mandantes que los indios eran terroristas, que el Marlon Santi y la CONAIE querían adueñarse del agua, dejando de lado lo que todos sabemos: que el agua está en manos de unos pocos nuevos ricos pelucones del Socialismo XXI, revelando así su racismo y xenofobia.

Ya cuando vieron que las movilizaciones indígenas iban en serio, el Presidente de la Asamblea recibió un celularaso de Patrón Correa: Córchales, córchales, corcho, acuérdate de tus tiempos en que les corchabas y descorchabas a las buenas mozas de tu terruño; y fue entonces que el Dr. Fernando Cordero con su capullo de Amancay concluyó que como la Asamblea Nacional no iba ni para atrás ni para adelante, lo mejor era que la ley de aguas pasara a consulta prelegislativa; y de yapa, salió la caretukada el Rafico Correa al declarar que en realidad la ley de aguas no era una ley prioritaria para su gobierno pues no quería que se haga agualodo el negocio de sus panas embotelladores del agua de los grifos.

Entonces resulta y pasa, guambras y guambros, chicos y chicas, señores y señoras, que estos sabidos ni fiscalizan ni legislan, pues como Salomones
Sociolistos del Siglo XXI, los juicios políticos como del Fiscal Washington
Pesántez y del ex Ministro Raúl Vallejo los archivan y las leyes las mandan al limbo.

De nuevo salta la pregunta: ¿En qué se parecerán los Congresistas a los Asambleístas? En que no fiscalizan ni legislan y para eso los shunshos
de los ecuatorianos les pagamos el sueldo para que no den pie con bola y se pasen calentando la curul como los del Consejo de Administración de la Legislatura (CAL) y el combo de Presidenta de la comisión de comunicación
Betty Carrillo, la Betty Amores y demás.

¿No será de archivarles y ponerles en el limbo a estos pipones asambleístas?