Una marcha realizada el último viernes (4 junio), en Papay, Haití, comprobó que los campesinos y las campesinas de este país no están dispuestos a aceptar la donación de semillas transgénicas, fertilizantes y pesticidas, realizados por la multinacional Monsanto. La marcha, que también tuvo la participación de activistas de otros países, pidió también por la soberanía alimentaria y rechazó a los cómplices de la Monsanto.
Antes de iniciar la manifestación, campesinos, campesinas y demás miembros de los movimientos sociales plantaron, simbólicamente, semillas de maíz criollo en una hacienda experimental del Movimiento de Papaye (MPP). La intención de la ceremonia fue reafirmar la determinación de utilizar sólo semillas locales orgánicas y consumir alimentos saludables. En razón del Día Mundial del Medio Ambiente (5), también se plantaron árboles.
La marcha partió del centro de formación del MPP y se dirigió hasta Hinche. Fueron 7 Km de caminata y de reivindicaciones para exigir respeto por la soberanía alimentaria de Haití y para manifestar el repudio a la Monsanto y a todos los que están de su lado apoyando la inserción de semillas transgénicas en el país.
Los manifestantes llevaban camisas rojas y sombreros donde se podían leer frases de repudio como "Abajo la Monsanto" y "Abajo Preval". Además, llamaban la atención en las calles con gritos y el sonido de tambores y de instrumentos de viento. De acuerdo con Vía Campesina Caribe, además del repudio a la Monsanto, los manifestantes utilizaron la oportunidad para demostrar su insatisfacción con la actuación política del Presidente René Preval y del primer ministro Jean Max Bellerive. Ambos son acusados de ser "cómplices del imperialismo al vender el patrimonio nacional del país".
Durante la marcha, también se leyó la declaración final, escrita por las organizaciones campesinas haitianas y demás movimientos sociales del país, durante la convocatoria. La lectura del documento fue seguida por otro acto simbólico: la quema del "regalo mortal" donado por la Monsanto al gobierno haitiano. Después, se distribuyeron a los participantes semillas criollas de maíz y varios tipos de poroto.
Además de la manifestación por las calles de Hinche, el jueves (3), la Iglesia Católica exhibió un documental que esclarece los impactos negativos que, regiones como América Latina, pueden sufrir al utilizar los productos de la Monsanto. También se informó sobre el apoyo que la multinacional recibe de la Administración para el Control de Alimentos y Remedios de Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés) para diseminar sus productos por el territorio americano.
Muchas organizaciones demostraron su solidaridad con la lucha del pueblo haitiano. En un comunicado, Vía Campesina Brasil describió su indignación por saber que la multinacional Monsanto, productora de más del 90% de todos los transgénicos plantados en el mundo, está aprovechándose de la vulnerabilidad de Haití después del terremoto del 12 de enero.
"La donación de las 475 toneladas de semillas de maíz y hortalizas puede ser divulgada como una acción de generosidad de la Monsanto con el pueblo haitiano. Pero conociendo el historial de esta multinacional, como lo conocen los que son parte de Vía Campesina Brasil, tenemos la certeza de que se trata de una infame táctica empresarial para el aumento inescrupuloso de sus ganancias. Ganancias que se obtendrán a costa de la explotación de familias campesinas y de la destrucción de la soberanía alimentaria de Haití", señaló Vía Campesina Brasil.
Regalo mortal
La donación de la Monsanto, de 4 millones en semillas híbridas de maíz y hortalizas, fue aprobada hace pocos meses por el Ministerio de Agricultura de Haití. La justificación fue que los agricultores corrían el riesgo de no conseguir semillas de calidad para sembrar en la próxima cosecha. Dos cargamentos con 60 y 70 toneladas de semillas ya llegaron al país. Otras 345 toneladas van a ser distribuidas a los campesinos en los próximos 12 meses.
Ver también: Como la multinacional Monsanto bombardeó Vietnam con el agente naranja.
Autor: Natasha Pitts.
Fuente: Adital, 07.06.10.
Traducción de: Daniel Barrantes.
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