Los movileros se arriman a espiar sólo cuando hacen barullo. Bombos, palmas, gritos y carteles lanzados a la calle llaman su atención. También el “caos en el tránsito”. De vez en cuando, algún periodista “ciudadano” se adentra en los pasillos. La realidad de los pobres sale de sus días de mugre, hambre y frío y se vuelve historia de ficción cuando pasa el filtro de la maquinaria de la información, para volver a esos sitios a través del televisor. Ellos se ven y no se reconocen: sus verdades contadas por otros parecen mentiras y sus voces se pierden entre las de periodistas y locutores. En la Villa 31 la cosa es distinta. Pero no porque ese laberinto de escaleras caracol que llevan al cielo sea una burbuja de justicia e igualdad, sino porque las carencias obligaron a algunos de los cientos de miles de personas que allí viven a abrirse camino por una clase distinta de barullo: la fuerza de su propia voz.

Mundo Villa TV es el primer canal de televisión que nace en una villa. Su inminente lanzamiento se debe al trabajo conjunto de vecinos del barrio, un grupo voluntario de jóvenes estudiantes de Periodismo y Letras de diferentes universidades y la organización social SOS Discriminación Internacional, el mismo combo que forma parte del diario homónimo del flamante canal televisivo, y que carga en sus páginas con noticias “de las positivas y de las negativas” de todas las villas de la ciudad, apuntó Joaquín Ramos, jefe de redacción del medio gráfico y coordinador periodístico del audiovisual. “Aún no funciona porque estamos preparando los estudios”, aclaró Adam Ledesma, referente del barrio, echando un vistazo a su alrededor. Sus ojos invitaron a recorrer el espacio, un galpón enorme que le ganó terreno a su casa. Adam vive allí, al fondo de ese galpón que en pocos días se convertirá en el estudio donde se grabarán, se editarán y se transmitirán las propuestas que conformarán la programación de Mundo Villa TV.

El proyecto tiene su punto de origen en la instalación en la 31 de dos antenas que reciben señales satelitales de televisión libre y las distribuyen, previa cuota, a los vecinos que quieren ver tele. El microemprendimiento de Osvaldo Cañete, el “empresario villero dueño de las antenas”, ocupó en el barrio un lugar que dejaron libres las grandes distribuidoras de cable de la ciudad. Al parecer, los pobres tampoco tienen derecho a ver tele. “La villa 31 y la 31 bis son las únicas de la ciudad que no tienen acceso a la TV por cable, porque todas las señales pasan por arriba de la autopista. Y la empresa no toma el pedido si decís que vivís acá, por miedo y prejuicio”, explicó Joaquín Ramos, futuro coordinador periodístico del canal.

Tras una reunión con Cañete, Ledesma y los integrantes de SOS acudieron a la Justicia: “El juez Roberto Gallardo hizo lugar a nuestro pedido y solicitó en su fallo que ‘ante la situación de emergencia incomunicacional del barrio se legalice la distribuidora’. También contempló la propuesta que hicimos de la obtención de una señal propia”, recordó Ramos. Entonces, el pozo donde plantar la semilla ya estaba hecho: el canal 31 de la señal que distribuye Cañete dentro de la villa se convirtió en Mundo Villa TV. La novedad llegó a los oídos del titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, Gabriel Mariotto, que “nos aseguró el acceso a un pliego para obtener una licencia. Es que el canal es la puesta en práctica de la Ley de Medios per sé”, apuntó Ramos.

Desde entonces, Ledesma y compañía abrieron las puertas. “La realización de una asamblea multitudinaria para contar sobre la novedad y ofrecerla a la comunidad fue importantísima”, remarcó Ramos. “El objetivo es que todos puedan participar. Sobre todo buscamos que cada nacionalidad que hay en la villa pueda expresarse”, continuó el referente. De la asamblea surgieron varias propuestas que están en proceso de elaboración y que llenarán el aire de la señal cuando comience a rodar: un grupo de mujeres llevará adelante un programa sobre comidas regionales; Guido, el manager de la única agencia de modelos que funciona dentro de la 31, conducirá un programa de espectáculos; los sábados a la tarde están reservados para la música originaria de Paraguay, Bolivia, Perú y Argentina.

“Le estamos abriendo los brazos a todos”, concluyó. Esa apertura no es sólo de brazos, sino también de muros que separan el barrio del afuera. “El cambio cultural que implica es grandísimo. Es sacar la villa afuera. Necesitamos que nos conozcan, vean como vivimos desde el panorama que da nuestra mirada, sepan quiénes somos a partir de nuestras palabras —explicó Ledesma—. Es muy importante que el vecino cuente lo que le pasa y que encuentre el lugar donde hacerlo. Sólo así ellos acaban entendiendo su versión como verdadera. Si no, siempre gana la de los otros”. En ese sentido, para el coordinador periodístico, el canal también sirve como “herramienta para romper con los prejuicios” de la sociedad. “Estamos acostumbrados a la realidad que la prensa muestra de ellos. Mundo Villa TV llega para demostrar cómo son las cosas. Viene a develar la realidad que existe todos los días”, agregó.

No obstante, el medio en manos de los vecinos también revoluciona pasillos adentro. “Nos va a unir más. Muchas veces nos enteramos de lo que pasa afuera, pero no conocemos a nuestro vecino”, apuntó Ismael, de catorce años, que se incluye en el “hacer” del proyecto porque será uno de los responsables de lograr que todo eso que contó, suceda. Como Marta, que tiene dieciséis y que, aunque no le guste el periodismo, entiende el poder que puede concederle el verlo como herramienta: “Tenemos mucho que decir. La pobreza te da muchas cosas para contar, sobre todo a la gente que no la vive, no le conoce la cara, el olor ni el sabor”, reflexionó.

El proyecto audiovisual no “es de la villa” sólo porque, sin más rodeos, nació allí. Sino que lo es, también, porque integra a vecinos del lugar en cada uno de los eslabones del proceso productivo que involucra su existencia. Por lo pronto, hace varias semanas que un grupo de 25 jóvenes que nacieron en la 31 participan de talleres de periodismo, manejo de cámaras y fotografía, de cara a desplegar sus “nuevas capacidades” en el canal. Ahí, entonces, el otro epicentro de terremoto que implica la iniciativa. Así lo destacó Ledesma: “Ayuda a la integración social, el aporte que le hace es muy importante. Es como si estuviésemos dando el primer paso hacia la Patria Grande”.

Fuente: Agencia NAN.