Cuántas fueron las veces en que lo que nos parecía injusto, fue motivo para que nos pusiéramos a escribir, buscando de alguna forma dejar nuestro parecer, nuestra rabia, y desahogarnos.
Esta vez, las palabras que acá descansan, vienen del lado de la conquista de un derecho. Porque un 15 de julio de 2010 en nuestro país, una nueva ley nacía y hacia, de alguna forma, justicia, con un sector de nuestra sociedad que durante años vivió siendo discriminado desde lo cultural, desde la intolerancia y desde lo civil.
Me parece importante remarcar, que detrás de la decisión del Senado, hay toda una historia de luchas, de reclamos, y de organización, que tiene que ver con un trabajo silencioso, sin divulgación, que encontró en la exposición, el momento apto para dar pasos firmes y convertir la esperanza en ley. No sólo fueron los tres años de campaña de la comunidad gay lésbica. Las luchas individuales en distintos rincones del territorio, también son parte de este resultado.
Ellos también, hoy pueden decir que viven en un país donde una ley establece que parejas del mismo sexo pueden casarse en las mismas condiciones que una pareja heterosexual. Y qué digno es hablar de igualdad, en épocas de tanta injusticia por cambiar.
Este logro, es una luz, o un fueguito, que nos debe servir de ejemplo, para seguir continuando con las próximas luchas que han de venir. Quizás, sea un buen momento para decir y celebrar, que hoy, gracias a una lucha que el movimiento social no abandonó, tenemos una sociedad un poco más justa.
– Nota publicada en la revista “La exquisita elevación”, editada por la banda de hardcore melódico “Despierta tu mente”.
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