Durante los días 16 y el 17 de agosto de 1925 tuvo lugar el congreso constitutivo del Partido Comunista de Cuba – primero marxista-leninista del país – en la casa situada en Calzada número 81, en el Vedado capitalino. Este hecho fue la culminación de un proceso ideológico cuyo origen se remonta al siglo XIX.

Como resultado de la difícil situación interna, principalmente con el ascenso al poder de Gerardo Machado, en mayo de 1925, y de importantes acontecimientos internacionales como la I Guerra Mundial, la Revolución de Octubre, la mexicana, y otros sucesos, tuvo lugar en Cuba el proceso de radicalización político-social en partes importantes de la sociedad.

La Revolución de Octubre y su repercusión dieron golpe demoledor a las ideas del anarquismo, tan arraigado en las masas populares. En tal sentido, revivió la Agrupación Socialista de La Habana, que se encontraba prácticamente inactiva desde hacía años.

En julio de 1922 con Carlos Baliño como su presidente, la Agrupación celebró una asamblea en la que aprobó romper con la II Internacional y adoptar los principios y la táctica marxista-leninista. El grupo, posteriormente, se separó de esa organización y fundó, el 18 de marzo de 1923, la Agrupación Comunista de La Habana, a la cual se incorporó entonces Julio Antonio Mella.

La labor realizada por esta Agrupación, a la que se unieron similares de Manzanillo, Media Luna, Palma Soriano, Guantánamo y San Antonio de los Baños, propició que, dos años y medio después, en 1925, se fundara el partido.

En el Congreso participaron entonces las Agrupaciones de La Habana, San Antonio de los Baños, Guanabacoa y Manzanillo. El número de participantes, incluidos los invitados, no llegó a 20.

El Congreso adoptó un programa de reivindicaciones para la clase obrera: la lucha por las ocho horas de trabajo en los centrales, la prohibición de pagar a los trabajadores azucareros en vales y fichas, la rebaja de la renta a los campesinos y colonos, la urbanización de los bateyes, el paso público por todas las vías de comunicación, la reducción de los impuestos indirectos y del progresivo sobre el capital y la renta, la nacionalización de los servicios públicos y otros.

Otro acuerdo importante fue el de afiliar el partido a la Internacional Comunista, fundada por Lenin en 1919.

Eligieron el Comité Central de nueve miembros efectivos, que fueron: José Miguel Pérez, como secretario general; Julio Antonio Mella, Carlos Baliño, José Peña Vilaboa, Alejandro Barreiro, Venancio Rodríguez, Miguel Valdés, Rafael Saínz y Yotshka Greinberg. También escogieron cuatro suplentes. El evento terminó el 17 de agosto a las siete de la noche.

El Comandante en Jefe Fidel Castro, en el aniversario 50 del Partido Comunista de Cuba, dijo: “Ese Partido surge ya con una clara concepción marxista-leninista en todas las cuestiones fundamentales. Recibe el bagaje y la herencia del movimiento comunista internacional, y especialmente de la Revolución de Octubre. Había un puñado de hombres que poseían las ideas muy claras acerca de lo que debe ser un Partido marxista-leninista, con una estrategia marxista-leninista, una táctica marxista-leninista y una interpretación de los problemas sociales y políticos marxista-leninista.”

Agencia Cubana de Noticias