A casi diez meses de haberse iniciado el tratamiento del proyecto de Ley Orgánica de Educación Superior (LOES), desde su presentación ante la Asamblea Nacional, los encuentros entre el gobierno y los universitarios fueron configurando una práctica de “dialogo de oídos sordos”, puesto que se irrespetaba sistemáticamente el pensamiento y la voluntad de la comunidad universitaria en puntos clave, como la conformación de la Secretaría Nacional de Educación Superior; el presupuesto general para las universidades, así como el destinado específicamente a ciencia y tecnología; el libre ingreso, la autonomía universitaria, etc.

A la insistente postura de dialogo por una ley que garantice el cambio verdadero en pro del desarrollo de las universidades, el Primer Mandatario respondió con agresiones a dirigentes, tachándolos como los culpables de la crisis de la educación superior e incluso encarcelándolos, como sucedió con Marcelo Rivera, presidente nacional de la FEUE, actitudes que mostraron siempre las intenciones que tiene Rafael Correa de acaparar un control directo sobre los diferentes sectores, sin importarle que para ello tenga que arremeter contra quien no esté de acuerdo con su pensamiento. “Esta ley obedece a los intereses de Alianza PAÍS y no de los universitarios”, dice por ejemplo Sandra Gallardo, presidenta de la FEUE de Cotopaxi, al valorar la manera en que fue aprobado el mencionado cuerpo legal.

Durante más de cuatro ocasiones y buscando cada pretexto, Alianza PAIS se dio modos para suspender la votación, pues según fuentes confidenciales, el movimiento oficialista no lograba obtener los votos necesarios, por lo cual, en repetidas ocasiones se vio en la necesidad de buscar pactos con otros asambleístas, llegando incluso al ofrecimiento de la creación de nuevas universidades que ni siquiera están tomadas en cuenta por las transitorias del documento aprobado, como denunciaron los asambleístas del bloque de izquierda.

Es así que el 4 de agosto se convocó a una sesión para la votación de esta ley, jornada que estuvo marcada por algunas situaciones que, ante la opinión de la comunidad universitaria, dejan en entredicho el proceso: el día anterior la Secretaría de la Asamblea Nacional difunde el proyecto presentado el 20 de julio por el presidente de la Comisión de Educación, Raúl Abad, adjuntándole una propuesta de modificación de la ley (adendum) con fecha 02 de agosto, la cual tenía una serie de cambios que, de una u otra manera, beneficiaban a las universidades particulares y a los docentes, pero que aún no recogía los temas más conflictivos de la LOES. En estas condiciones, votaron por la ley 63 asambleístas, pero no por el adendum, lo cual a criterio de Paul Velásquez, secretario Nacional de la FEUE, “se convierte en una burda maniobra del bloque oficialista para aprobar esta ley, manipulada y deslegitimada por la academia a nivel nacional, por lo cual rechazamos esta aprobación”.

A esta postura se suman los trabajadores de la Federación Nacional de Profesores Universitarios del Ecuador (FENAPUPE), mientras que para el asambleísta por el MPD, Jorge Escala, la traición de asambleístas como Gerardo Morán, Galo Vaca, Eduardo Encalada (quien estaría involucrado en el caso de los "Tragacheques"), así como de la asambleísta orense Rocío Valarezo, fue clave para que el gobierno obtuviera los votos para construir esta mayoría inmoral.

Por el resultado de la votación, el presidente Rafael Correa ha anunciado que va a vetar la ley aprobada, aludiendo que fueron engañados por los sectores de oposición. “Se conversó con la oposición hasta el último momento, el miércoles; inclusive el martes anterior se añadieron varios artículos (…) Pero nos hicieron poner una serie de artículos y ofrecieron 13 votos adicionales para que esa ley salga con 80 votos; pero todo era una trampa (...) Lo que querían era archivar la ley(…) ahora no tenemos ninguna obligación para respetar esas propuestas que la oposición exigió para apoyar la ley, lo cual nunca ocurrió. Yo les voy a vetar esos artículos, porque ya no tenemos ninguna obligación moral y ningún compromiso político, porque ellos (los asambleístas de oposición) no cumplieron su compromiso político de aprobar dicha ley”, dijo el mandatario en su enlace sabatino, lo cual desnuda de manera clara la politiquería, al puro estilo de la partidocracia, que Correa y su bloque ejercen.

Ante esto, la comunidad universitaria se ha propuesto continuar luchando en beneficio de la universidad ecuatoriana, tomando diferentes acciones legales y de movilización, como por ejemplo informar en asambleas la posición de la FEUE frente a la LOES en cada una de las universidades, movilizaciones a las gobernaciones en rechazo a esta aprobación, además de clases públicas, tomas preventivas de universidades, entre otras. Mientras que el MPD ha anunciado que iniciará una demanda de inconstitucionalidad, apenas se publique en el Registro Oficial la Ley Orgánica de Educación Superior.