Frente a ellos avanzaban 30 mil mujeres gimiendo de placer, celebrando la masividad en el repudio a la desigualdad sexual. "Iglesia, basura, vos sos la dictadura", retumbaba al ritmo de la marcha que se extendía por 15 cuadras y desfilaba ante los ojos de las mujeres y los hombres que mascaban bronca al otro lado de las vallas. La policía intentaba que la marea de mujeres no se desbordara, pero no podía contener el estallido del llanto de las que no avanzaban; las que se quedaban quietas estrujando una cruz o rezando con los puños trenzados.

Esas mismas apostólicas, poco antes de la histórica marcha –récord en participación- habían renunciado a la actitud pasiva para intrometerse en las comisiones de discusión sobre aborto y anticoncepción. "Aparecieron de repente y ya estaban inscriptas en la lista de oradoras", aseguró Lucía, una estudiante de sociología que advirtió que en el segundo día del debate parecieron reproducirse –por generación espontánea- las participantes.

Esas mujeres con ansias de discutir en los 54 talleres en los que se tuvo que desdoblar el debate, debido a la gran cantidad de asistentes, eran representantes de la iglesia católica que intentaban abortar la discusión. La única intención en participar de ese debate era romperlo; no hay manera de que puedan ser parte de la discusión. No se puede sostener la marquesina pro democrática afirmando que todas y todos podemos opinar, no es cierto.

Puede sonar a un pecado antidemocrático, pero negarles la discusión es justamente defender el derecho de las mayorías. No se puede ir para atrás. Ya hay un consenso indestructible en la lucha de los movimientos de género: ABORTO LEGAL Y GRATUITO. La exigencia de este derecho tiene una mayoría automática, y nadie que no sostenga la necesidad de cumplir con ese derecho tiene derecho a discutir. Podrán venir miles de especialistas a disertar al Congreso de la Nación para que los representantes del pueblo se saquen las dudas, pero las mujeres ya decidieron. Las que están fuera del palacio –las 30 mil que llegamos de toda la Argentina y Latinoamérica- ya decidimos que queremos decidir sobre nuestros cuerpos, y esta decisión es sin dudas un elemento fundamental en la masividad del encuentro.

Es cierto que Paraná queda cerca (si sólo se mira desde las ciudades más pobladas), que es linda y hay buen clima; pero las percepciones no tuvieron peso. Así como el cartel de bienvenida a la ciudad afirmaba "Pesa menos en tus brazos que en tu conciencia" apelando a no abortar por la culpa cristiana, podríamos garantizar que el Encuentro de mujeres les pesa cada vez más a quienes defienden la sociedad por división de clases y sexos. Y ese peso mucho tiene que ver con el crecimiento del debate sobre el aborto.

Muchas viajaban por primera vez a encontrarse sin hombres de por medio, y se toparon con decenas de patovas que con gas pimienta, agua bendita y puñetazos violaron las comisiones y las agredieron.

Con cortes en la cara, el cuello y las orejas; Daiana Asquini –de la organización Las Piqueteras- relató cómo irrumpieron en la discusión: "vinieron a sacar a las católicas a la fuerza, nos golpearon y nos gritaron desde putas hasta lo que te imagines", contaba al aclarar que las marcas eran rasguños y que estaba convencida de que el vallado de las fuerzas de seguridad protegía el ingreso de esos hombres. Más allá de la connivencia policial, quienes participaban en el taller –y algunas mujeres que llegaron luego de enterarse de las agresiones- lograron expulsarlos de la escuela y los fueron corriendo durante dos cuadras. "Aborto legal para no morir, anticonceptivos para no abortar", les cantaban mientras ellos se iban a rezar a la iglesia, entonando el himno y gritando putas. (También echando putas).

30 MIL DESAPARECIDAS

Mientras tanto, las empresas masivas de comunicación se dedicaban a construir otros relatos. En su web, Clarín se preocupaba por el estado de salud de un actor, el triunfo de un equipo de fútbol, las elecciones de otro país y una maratón de 6 mil personas en las calles porteñas. Cubría el "choque" entre policías y grupos xenófobos en Serbia, pero nada del Encuentro.

La Nación daba "las 30 claves sobre la economía argentina de hoy", "12 consejos para llegar sanos y activos a los 100 años" y se ocupaba de las condiciones que le ponen las provincias a Néstor Kichner. Los portales de noticias más visitados por los usuarios, invisibilizaron el encuentro. Los reproductores de la noticia fueron algunas agencias de noticias internacionales de Latinoamérica y cientos de portales de medios chicos y comunitarios. Los blogs y las redes sociales; donde muchas veces el discurso era tan privativo como el de Clarín y La Nación.

Las denuncias que surgen en estas plataformas chatarras, rellenas de cibernautas aburridos -y malparidos-, están relacionadas a la intervención del discurso en el espacio público. Se repudian las pintadas, pero nada se dice de la proscripción del discurso con visión de género, ocultan que la reivindicación de la lucha femenina sólo tiene como soporte las calles y como palabra las voces y los graffiti.

Sólo Página 12 hizo una cobertura del Encuentro titulando en su tapa del lunes 11 "Un río de mujeres" al resaltar la masividad. En ese relato, la periodista Mariana Carbajal hacía una crítica atinada apelando a la cobertura de Clarín de una marcha por la inseguridad a la que dos días atrás habían asistido mil indignados y ahora, con 30 mil mujeres que denunciaban la inseguridad de sus cuerpos, sólo callaba.

Tiempo Argentino, pionero en publicar diariamente la comparación de la cobertura de medios, nada dijo de sí mismo. La única palabra sobre el Encuentro fue poco menos de un tercio de la página 25 del lunes 11. Al igual que Clarín, le dieron mayor relevancia en la página 24 –con una foto muy ilustrativa de dos muñequitos típicos de carteles de señalización montados uno sobre otro bajo la señal de prohibición- a la violencia xenófoba de Servia. Como el gran diario argentino, ponen como título principal el triunfo de Boca, la salud del actor y las cifras del fin de semana largo.

En la televisión, sólo el canal público –Canal 7- envió un equipo de periodistas y camarógrafos para cubrir un encuentro y movilización de 30 mil personas. La mayoría de las imágenes fueron capturadas por las mismas participantes, a las que ahora pretenden escarchar esos cibernautas fastidiosos en celibato.

sebagunner dijo: (SIC)

estan re locas,si no quieren tener hijo cuidense que bronca me da estas hijas de puta matando una vida por no cuidarse hay que matarlas a ellas

tuchi_74 dijo: (SIC)

que feministas zurdas de mierda!!! pq no se meten los aerosoles en la concha ya q saben donde estan y se van a lavar los platos en vez de escrachar así la ciudad

JonyBu dijo: (SIC)

hay que quemarlas a todas

Papitolindo dijo: (SIC)

estoy absolutamente indignado con lo que hicieron esta manga de salvajes en mi ciudad, yo no las entiendo, para defender sus derechos se tienen que cagar en los de todo el mundo ?? estamos jodidos !! haciéndola corta, quien haya andado un poco por la ciudad en esos días iba a ver claramente que estas "mujeres" eran en su mayoría lesbianas militantes, resentidas, patoteras, ordinarias y sucias, y todas pibas de entre 20 a 25 años.. digo yo, estas son las que representan a la mujer argentina ?? No lo creo, por eso el resto de las mujeres debería repudiar estos actos y dar a conocer su opinión.

Gabriel dijo: (SIC)

Mi mujer esta EMBARAZADA!!! De Tres semanas ayer hicimos la primer ecografía nuestro futuro hijo mide solamente 5 mililitros... Y ya se siente su latido de CORAZON como si fuese un adulto....

Fabi dijo: (SIC) que clases de mujeres son esas se parecen a unos mounstros

Yoooooooy dijo: (SIC)

Odio a las mujeres así. Por otra parte no hay nada que respete mas que a una mujer. Pero no tienen un puto derecho a hacer mierda todo de esa manera. Son unas pelotudas. Nunca tuve tanta bronca por un post.

Leerlos a algunos les puede causar gracia, a algunos –y hasta a algunas- que de verdad no se crean machistas. Entender, y entendernos, que tanto lo que se dice como lo que no se dice o lo que se dice sin decir es violencia de género es fundamental para empezar a acabar con la desigualdad.

SEXO ORAL

La conciencia de género, la que comprende los conflictos de poder y las desigualdades entre hombres y mujeres, es ya sin ninguna duda lugar de construcción política de las organizaciones sociales. Quienes buscan derribar las asimetrías de clase ya no pueden escapar a la voluntad de miles de mujeres que pretenden revertir las lógicas discriminatorias que pesan en los discursos dominantes y se desenvuelven en todas las estructuras y las prácticas de la sociedad.

Esa tensión política, la de las que luchan y no la de las que lloran, se vio en el Encuentro con la participación de miles de militantes de los barrios populares de la Argentina. Las sin techo de Mar del Plata, las Mapuches de la Patagonia, y cada mujer que además de comprender su condición de mujer podía expresar su condición de clase, reclamaba por el acceso a las tierras, a los medios, a la vivienda, a la salud; a la distribución de la riqueza. En las 55 comisiones –que iban desde Mujer y medio ambiente hasta Mujer y Trabajo, pasando por familia, trata de personas y juventud- quedaba evidenciado que al ser mujer las carencias se profundizan.

Quedó claro también que la lucha por el aborto en este momento atraviesa todas las discusiones, que es la prioridad, que es la forma de que dejen de morir absurdamente seis mil mujeres por año que sí tienen derecho a la vida. "Propongo que nadie se vaya de Paraná hasta que no lo legalicen", propuso Ana, una Sin techo marplatense, en las primeras horas del taller donde se debatía Familia.

Al cerrar la jornada que se extendió durante tres días, llegó el momento de leer las conclusiones y los silbatazos para quien "representaba" de la mitad del taller de Aborto. "Hay vida desde la concepción y como el derecho a la vida es un derecho fundante el aborto es un crimen", sonó entre los abucheos.

El recrudecimiento de esta disputa específica –la del aborto, seguro, legal y gratuito- va a aflorar los discursos mentirosos, va a poner al aparto de construcción simbólica –el de los medios masivos- al servicio de la aceptación y la naturalización de las relaciones sociales dadas. La industria cultural juega un papel determinante en la batalla de las ideas, en la conciencia; por eso es fundamental penetrar con el discurso de género –ligado al de clase- en los órganos reproductivos de las palabras.

Apocalipsis now .