Acertada es la iniciativa de llevar su análisis a debate en todas las esferas de la sociedad, práctica tradicional de las más trascendentales decisiones del proceso revolucionario cubano, la cual reafirma su carácter verdaderamente participativo y democrático.

Consecuentes con la idea de que la batalla económica es lo principal ante las complejidades actuales, porque de ella depende la preservación del sistema social cubano escogido por la inmensa mayoría del pueblo, el documento es guía para la acción y detalla de manera objetiva y clara el camino a seguir en las principales esferas de la vida económica y social, con los recursos disponibles.

Hay equilibrio en el análisis de los factores externos e internos al evaluar la situación económica, a diferencia de otros momentos cuando descargábamos todas las culpas al bloqueo u otros elementos foráneos, sin justa explicación de las causas subjetivas de muchos de esos errores.

Aquí el énfasis está en lo que nosotros podemos hacer para neutralizar, aliviar o resolver las problemáticas de la economía, la cual continúa como asignatura pendiente en el proceso revolucionario en la isla.

Las políticas centrales relacionadas en el documento tienen, en la opinión de este periodista, un elemento esencial: están trazadas con los pies bien puestos en la tierra y no se presentan como la “varita mágica” que va a solucionarlo todo.

Por otra parte, ofrece un panorama esperanzador para el futuro, en aspectos que tocan los puntos más sensibles de la ciudadanía, tales como empleo, salarios, viviendas, comercio, seguridad social, inversiones y otras, de las cuales los cubanos hablamos a diario en cualquier esquina.

A la hora de aplicar las Resoluciones y otras disposiciones aprobadas recientemente para adecuarnos a la realidad sin renunciar a la igualdad sin igualitarismos, el documento da respuestas a muchas dudas y aclara el por qué de las cosas, lo cual reafirma la honestidad y transparencia de la dirección revolucionaria al poner frente a la ciudadanía este panorama sobre el cual, naturalmente, habrá opiniones diversas, pero indican el camino que debe llevarnos adelante.

Con sus errores, el modelo económico cubano nos ha permitido llegar hasta aquí y alcanzar muchas conquistas inexistentes en otras latitudes, sin ceder ante al acoso de más de 10 administraciones norteamericanas y sus aliados. Somos respetados en el mundo por la firmeza de nuestros principios, la capacidad de resistencia y la unidad en torno a las ideas, ayudamos a otros pueblos que respetan y admiran a nuestro país. Podemos hacerlo mejor en el futuro.

Quizás entre nuestros fallos ha estado querer repartir más de lo que tenemos, habituarnos a recibir y no ser suficientemente exigentes de los deberes. Pero si todos hacemos lo necesario en nuestro pedacito, habrá mucho más para repartir entre todos.

El contenido de los Lineamientos en discusión demuestra un gran desafío, pero si logramos materializar los objetivos incluidos en ellos y trabajar duro, podemos vencerlo.

Erradicar la incompetencia y el conformismo, rescatar al trabajo como fuente de riquezas, puede hacer posible la mejor calidad de vida que anhelamos.

Agencia Cubana de Noticias