(Por Aarón Coleccio).- Desde 1985, cada año, se lleva adelante en Argentina el congreso Nacional de la Mujer, espacio de discusión, reflexión y puesta en común sobre temas relacionados al rol social de la mujer, violencia de género, libertad de decisión sobre su cuerpo, identidad, trata de personas…
Durante el mes de noviembre Chile lleva adelante una campaña publicitaria oficial con el slogan “Maricón es el hombre que maltrata a una mujer”. Si bien la campaña ha tenido polémicas por el uso de la palabra "maricón", el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual estuvo de acuerdo con la campaña pues se re significaría el uso de esa palabra. Lo cierto es que árbitros de fútbol, actores y personas de reconocimiento público han participado a favor de erradicar la pandemia de la violencia de género, el verdadero reto del siglo XXI.
La violencia, expresada en cualquiera de sus formas, tiene consecuencias no sólo para el propio bienestar de la mujer, sino también para el de sus familias y comunidades, es decir, abarca consecuencias tanto en el plano de la salud física, psicológica y sexual como costos sociales y económicos.
Alcance del problema
En un estudio realizado por la OMS en diez países acerca de la salud de la mujer y la violencia doméstica, entre un 15% y un 71% de las mujeres declararon que habían sufrido violencia física o sexual perpetrada por el marido o la pareja.
Muchas mujeres declararon que su primera experiencia sexual no había sido consentida (24% en el Perú rural, 28% en Tanzanía, 30% en el Bangladesh rural, y 40% en Sudáfrica).
Entre un 4% y un 12% de las mujeres refirieron haber sufrido malos tratos físicos durante el embarazo.
Cada año, unas 5000 mujeres son asesinadas por miembros de su familia en defensa de su honor en todo el mundo.
El tráfico de mujeres y niñas para trabajos forzados y explotación sexual es un fenómeno generalizado que suele afectar a las más vulnerables.
Los matrimonios forzados y los matrimonios infantiles suponen una violación de los derechos humanos de las mujeres y las niñas, pero son una práctica extendida en numerosos países de Asia, Oriente Medio y el África subsahariana.
En todo el mundo, hasta una de cada cinco mujeres y uno de cada diez hombres refieren haber sufrido abusos sexuales en su infancia. Esos niños tienen muchas más probabilidades de verse implicados en otras formas de abuso más adelante en la vida.
Hay razones más que suficientes para tomar conciencia que estar a favor de la No Violencia es defender la vida y los derechos de las personas.
—Comunicador Social. Revista Motor de Ideas www.motordeideas.com.ar.
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