¿Te interesa que te pregunten sobre la elección que se hizo en la UTPBA, los resultados, las actitudes de algunos, la respuesta de las compañeras y compañeros?

 Sí, me interesa. Pero especialmente destacar la gran respuesta de la mayoría de las compañeras y compañeros en las urnas. Sí, de eso me interesa hablar porque es hablar de los que construyen la UTPBA todos los días, y no sólo aparecen cuando hay elecciones. Hay muchas compañeras y muchos compañeros –miles- que se merecen todo nuestro respeto. Acerca de quienes no hicieron más que agredirnos, mentir y difamar, no quiero hablar. No voy a decir nada.

 ¿De las propuestas que hizo la UTPBA, mejor dicho la lista Celeste y Blanca, qué te parece oportuno retomar, o destacar?

 Puntualmente, insistir en que vale la pena seguir construyendo mensajes, y desde dónde decirlos, para avanzar en la democratización de la comunicación. Pero no sólo eso. La UTPBA es una organización con casi veinticinco años de historia: luchando por mejores salarios, mejores condiciones de trabajo, por cuidar la salud de las/os periodistas y sus familias, con un contacto fluido con otras organizaciones sociales para mejorar la calidad de vida de la gente, y no únicamente de los periodistas.

¿Crees que hay quienes desconocen eso?

 Desconocer qué es la UTPBA, lo mucho hecho por la libertad de expresión en nuestro país y en el continente, lo hecho por el respeto a las minorías, por la integración regional en el marco de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP, por la protección de los derechos humanos de las trabajadoras y trabajadores de prensa, de las trabajadoras y trabajadores en general, es no saber nada de nada de la UTPBA. Hay temas sobre los cuales hemos hablado y actuado cuando muchos nos miraban como bichos raros. Cuando muchos se callaban, por miedo, o por no atreverse a poner en discusión la madre de todos los problemas: la injusta distribución de la riqueza.

 ¿La UTPBA cree que los empresarios deben repartir parte de sus ganancias, como se plantea hoy?

 La UTPBA cree eso, y mucho más, desde antes de ser la UTPBA. Para nosotros no es ninguna novedad. Siempre dijimos que los generadores de riqueza somos los trabajadores. ¿Sí es importante que se hable de eso? Claro que lo es. Mirá si será importante que desde hace decenas de años que Carlos Marx viene hablando, aún después de muerto, de cómo se explota a los asalariados, con cuánto se quedan los dueños del dinero del producido por la fuerza de trabajo. En prensa en particular no sólo hay que hablar de la apropiación de la fuerza material de los trabajadores, sino, además, de la apropiación intelectual, lo que le deja ganancias extraordinarias a las empresas mediáticas. Recuerdo que, como UTPBA, en el año 98, hicimos una campaña a favor de que se aplique el Artículo 14 bis de la Constitución Nacional. Hoy está de moda. Algunos ya se olvidaron de aquella campaña y otros prefieren no recordarlo. Los que juegan a ningunearnos no tienen honestidad intelectual y hacen silencio.

¿Cómo crees que deben ampliarse los términos del debate sobre la realidad de los medios y el rol de los trabajadores de prensa?

 Como lo hemos hecho siempre. Que miles de compañeras y compañeros hayan votado a esta nueva conducción de la UTPBA, es consecuencia de su participación en diferentes espacios y formas de discusión y de construcción de comunicación. La UTPBA es una organización afirmada en la mayoría de la base del gremio, con la cual construye fuerza y defiende ideas en la diversidad. En el tema específico de la comunicación y la disputa de la misma llevamos años luchando, no apenas hablando. Durante años hemos abierto muchísimos espacios para discutir sobre la comunicación y para hacer comunicación. Por eso exigimos respeto. Mucho respeto. Nosotros –miles de compañeras y compañeros- no sólo hablamos, construimos comunicación en medio de enormes adversidades.

 ¿Qué significa hacer “un nuevo” Observatorio de Medios?

 Primero reflexionar acerca de su significado hoy y darle mayor pujanza, ampliarle la mira y su capacidad de inserción. Podemos y debemos crecer en calidad, vamos a dar un salto en ese sentido. Durante más de dos décadas la UTPBA fue generadora de muchos aportes teóricos en este campo y es necesario no reiterarse mecánicamente. Hay que recrear las formas de investigar y la manera de exponer lo investigado.

 ¿Y el Departamento Tecnológico?

 Es algo que va de la mano del Observatorio. Necesitamos, también, un salto de calidad tecnológica. Sobre eso venimos hablando y hay cosas interesantes que, a lo sumo el año que viene, vamos a poner en práctica, con muchas compañeras y muchos compañeros, especialmente con jóvenes que tienen una gran participación en la UTPBA. Hoy la juventud de la UTPBA expresa un gran potencial de trabajo intelectual y de compromiso militante y eso va a ir definiendo los próximos años.

 ¿Hablamos de Vargas Llosa?

 ¿De Vargas Llosa?

 Sí, porque hace unos días hiciste una nota para el diario Tiempo Argentino y planteaste cosas interesantes, como que Vargas Llosa es de los que se jactan desaprobando “las forzadas marchas de los proyectos colectivos, asociándolos a obligaciones impuestas por el totalitarismo y el populismo…” por eso la pregunta.

 Bueno, hablar de Vargas Llosa es hablar de una ideología absolutamente dañina para el mundo, y es hablar, al mismo tiempo, de un comportamiento, de los charlatanes que no gestionan nada y cuestionan todo. Gente muy ligera de lengua, irrespetuosa respecto de los grandes esfuerzos colectivos a los que se intenta descalificar denominándolos como procesos sometidos al totalitarismo, o al populismo. Los personajes tipo Vargas Llosa – intelectuales o no me parecen gentes detestables, siempre están dando lecciones de moral, de ética y tienen amigos, por ejemplo, como José María Aznar, un troglodita al estilo Bush, que ejercita el franquismo por otras vías. Pero sin quedarnos en Vargas Llosa, lo que quiero remarcar es que no me parecen para nada respetables los que hablan y hablan, juzgan y juzgan y no construyen nada. En esa nota, también digo que la globalización terrorista, que mata de hambre a millones de personas y en donde se invade países para robarles sus recursos, es una globalización construida por los amigos de Vargas Llosa y no, precisamente, por los que él considera sus enemigos.

 Bien, dejemos a Vargas Llosa, que como decís es la expresión intelectual, con buena literatura, de atrocidades sociales cometidas por el neoliberalismo. Muchas veces hablás de la coherencia histórica de la UTPBA, justamente en la lucha contra las injusticias, sería bueno que ampliaras sobre eso.

 Luchamos, antes de ser UTPBA, contra “los López Rega” y la dictadura militar. Como UTPBA exigimos aparición con vida de los compañeros desaparecidos y juicio y castigo a los culpables y nunca apostamos a Menem, como sí apostaron otros que ahora se hacen los distraídos. A Menem lo combatimos, como pocos, desde que llegó al gobierno, desde el primer día, y durante diez años. Lo digo al “revés”: lo combatimos hasta que se fue, siempre, desde el primer día, por definición política y por convicción ideológica. Sabíamos lo que representaba, no necesitábamos verlo caminar. Por todo eso, que va, si querés –para no retroceder tanto- desde hace más de treinta años a nuestros días, tenemos tranquilidad de conciencia y coherencia histórica. Yo, y muchos otros compañeros y compañeras, nos sentimos orgullosos de pertenecer a una organización que nunca tuvo miedo, que no tiene miedo, ni de lo que dice ni de lo que hace.

 ¿Por qué ponés tanto énfasis en puntualizar por ejemplo el combate dado contra el menemismo?

 Primero porque me parece muy sórdido que varios que apostaron a Menem y después fueron despegando ante nuestra lucha inquebrantable, se crean con autoridad para hacerle el ADN a la UTPBA y segundo, más allá de lo nefasto que fue el menemismo para este país, acompañando toda la política de exterminio del Consenso de Washington, porque nos sentimos parte activa de logros generales de esta sociedad de hoy, consecuencia de grandes luchas de resistencia. Somos contribuyentes, en este país y en Latinoamérica, tanto en el campo teórico como en la práctica, en la lucha contra el neoliberalismo, al que también se llamó capitalismo salvaje, en la lucha contra la concentración de la riqueza y los monopolios. Hablo de antes de ayer, de ayer y de hoy y el que pretenda negar esa historia, con presente incluido, es un ignorante o juega para el enemigo. Te repito: una historia, la de la lucha de la UTPBA, con presente incluido. Sí, siempre fuimos coherentes y nos sentimos orgullosos.

“ESTUVIMOS EN EL VELATORIO POR RESPETO A VARIAS COSAS”

 Estuviste, como UTPBA, junto a otras compañeras y compañeros en el velatorio a Kirchner, ¿eso habla de un gesto institucional o de una adhesión al proyecto político del gobierno?

 Eso habla de un acto de respeto a varias cosas a un mismo tiempo, y si vale hago una aclaración: como UTPBA nunca fuimos kirchneristas, ni anti-kirchneristas. Al velatorio fuimos, compañeras y compañeros de la conducción, porque entendimos que se estaba despidiendo a un ex presidente que no ha sido enemigo de los trabajadores. No es poco. Fuimos, como UTPBA, en representación de muchas compañeras y muchos compañeros de nuestro gremio que son kirchneristas y pertenecen y respetan a la UTPBA. En esta misma revista hay notas muy favorables a lo realizado por Néstor Kirchner y otras donde se ponen de manifiesto diferencias respecto de una ideología que aspira a la conciliación de clases, lo cual nos parece una quimera frente a la concentración despiadada del capital y a la propia esencia del capital. Es una discusión y nunca dejamos de darla, también en la práctica.

 Sí, eso la UTPBA nunca lo calló…

 No, nunca. Pero debe quedar bien claro que no es nada nueva la forma de pensar y la actitud de algunos de nosotros y tampoco es nueva la forma de pensar y de actuar de otras compañeras y compañeros que son kirchneristas. Siempre –con respeto mutuo, de años disentimos y acordamos. Convivimos compartiendo la construcción de la UTPBA, sin hacer petardismo, cohetería supuestamente revolucionaria. En su momento también rendimos respeto a Alfonsín y supimos discrepar con ciertas políticas que adoptó, pero nunca creímos que en su intención estaba atacar a los trabajadores. La UTPBA hace lo que hace porque se siente segura y porque sabe respetar a aquellos que procuran cambiar la injusticia por justicia. Y estamos seguros de quiénes somos como organización porque siempre estuvimos en la misma vereda.

 Fuente: Revista Movimiento Continuo (MC).

 Ayelén Lemos es comunicadora social. Estudiante de Trabajo Social.