Carlos Slim

Prácticamente no existe un día que no se hable de Carlos Slim. Durante el último año, las publicaciones más importantes del planeta han dedicado cientos de páginas a las actividades de este empresario. Muchas veces lo clasifican como un “maestro” (Expansión, 28 de septiembre de 2009), el Rey Midas mexicano (La vanguardia, 12 de marzo de 2010), poseedor de “un olfato particular” para los negocios (El País, 11 de marzo de 2010).

Pero también, como señalara Lawrence Wright para The New Yorker (junio de 2009), las actividades de Slim describen a un “despiadado depredador” que ha sabido aprovecharse de la poca regulación en México para generar una estructura de negocios que invariablemente concentra el mercado en su figura.

Lo cierto es que cada vez que escuchamos una nueva noticia sobre el multimillonario más popular de Forbes, aumenta el interés y las especulaciones sobre el origen de su fortuna, calculada a septiembre de 2010 por el Financial Times (noviembre de 2010) en 67.4 mil millones de dólares –el equivalente al 8 por ciento de toda la producción nacional de bienes y servicios en 2009.

Y no es para menos, cuando el lugar de donde mayoritariamente provienen esas riquezas es un país empobrecido, fragmentado por una grave crisis económica que en los últimos años ha lanzado una inmensa cantidad de la población a la precarización y la indigencia; con sólo tres de cada 10 personas –de un universo de 47 millones de la Población Económicamente Activa– con empleo registrado ante el Instituto Mexicano del Seguro Social, y 13 millones que subsisten en la informalidad (Proceso, noviembre de 2010). Se trata de un país con un sistema bancario –clave para la expansión del consumo– concentrado en cinco instituciones extranjeras (Citibank, BBVA-Bancomer, Santander, HSBC y Scotiabank), que en la actualidad controlan el 66.86 por ciento del total de la cartera crediticia del país (Comisión Nacional Bancaria y de Valores, septiembre de 2010). A lo que se suma el ocaso de un proyecto político representado por una clase gobernante a la deriva, obsesionada en desviar presupuestos públicos para “combatir” al crimen organizado (una estrategia que lo único que ha incrementado es la preocupación del pueblo mexicano ante un panorama de desesperanzas, con pocas oportunidades económicas y sociales, que se suman a la negligencia del gobierno por desarrollar acciones para solucionar los problemas).

Ya sea por los expolíticos que trabajan para él o por las conexiones que posee con algunos grupos económicos extranjeros, Carlos Slim es hoy en día un sólido personaje del mainstream de los negocios internacionales. Algunas publicaciones afirman que controla entre 200 y 300 empresas, aunque revistas como Poder 360 (octubre de 2009) determinan imposible cuantificar el número real de intereses bajo su dominio. Sólo para hacernos una idea del peso que este magnate tiene en la economía del país, seis de sus firmas (América Móvil, Internacional, Teléfonos de México, IDEAL, Grupo Carso, Inbursa) aportaron al tercer trimestre de 2010 casi el 40 por ciento del valor de la Bolsa Mexicana de Valores (El Economista, 3 de noviembre de 2010).

Pero su influencia no se restringe a México. De acuerdo con documentos de la Securities and Exchange Commission (SEC), del gobierno de Estados Unidos, Carlos Slim Helú posee a título personal 8.2 por ciento de acciones preferenciales (con derecho a voto) de AT&T, la mayor compañía de telecomunicaciones en el mundo, con ventas globales en 2009 por 123 mil 18 millones de dólares. A esta participación, se suman un 10 por ciento de acciones preferenciales en la cadena Saks y otro 10 por ciento de acciones ordinarias (sin derecho a voto) en The New York Times (SEC, 30 de noviembre de 2010).

Sin embargo, los números anteriores no reflejan íntegramente las empresas bajo su dominio, debido a que en cada operación financiera que realiza también se encuentra presente Inmobiliaria Carso.

En 2010, el adalid de su imperio, América Móvil (AMX), se convirtió en la mayor corporación de telecomunicaciones de América Latina, con una base de 259.3 millones de clientes, distribuidos en 211.3 millones de suscriptores en telefonía celular, 27.4 millones en líneas fijas, 12 millones en accesos de banda ancha, 8.6 millones en servicios de televisión (América Móvil, noviembre de 2010).

La forma como AMX logró tales cifras fue mediante una restructuración financiera de 25 mil millones de dólares, que le permitieron fusionar sus activos con las otras compañías de telecomunicaciones propiedad de Slim, incluyendo las dos principales empresas de telefonía móvil y fija en Brasil: Claro y Embratel. Inmediatamente después, el número de acciones de AMX que circulaba en los mercados de valores se incrementó de 32.1 mil de millones a 40.5 mil de millones de dólares (incluyendo acciones preferenciales del tipo A, AA, L). Con este movimiento, AMX no sólo se volvió una empresa más compacta, sino también más capitalizada gracias a la presencia de sus nuevos socios internacionales, personificados por fondos de inversión y bancos privados extranjeros que pasaron a controlar el 25.1 por ciento de sus activos [1].

Con las baterías recargadas, en octubre Slim adquirió una proporción importante del paquete accionario de la empresa brasileña Net Serviçõs, que incluía una cartera de clientes (internet, telefonía fina y televisión por cable) de 9 millones. Esto ocasionó que AMX se volviera la mayor compañía de televisión por cable de América Latina, con una red de fibra óptica de 290 mil kilómetros, que también la convierten en la mayor corporación en infraestructura de telecomunicaciones del mundo (Financial Times, noviembre de 2010). De esta forma, Slim logró equilibrar fuerzas en el mercado brasileño ante la ola de fusiones que llevaron al cabo sus competidores Telecom Italia y Telefónica de España.

No conforme, en noviembre pasado Slim realizó dos movimientos en el mercado financiero. El primero a principios de ese mes cuando anunció la escisión de los activos inmobiliarios y mineros del Grupo Carso para crear dos nuevas empresas: Inmuebles Carso y Minera Frisco. El segundo, y quizás el más impresionante, se realizó el 23 de noviembre cuando Inmobiliaria Carso compró 58.7 millones de acciones ordinarias, aproximadamente 2 por ciento, del BlackRock Group, en una operación valuada en 10 mil millones de dólares. Pero ¿qué significado tiene que Slim adquiriera activos en una firma como BlackRock? Ésta es una de las instituciones financieras en manejo de fondos de inversión de alto riesgo más importantes del planeta. Fue creada en 1998 por Roger Altman, exsubsecretario del Departamento del Tesoro estadunidense durante el gobierno de Bill Clinton y uno de los principales promotores de la eliminación de la Ley Glass-Steagall o Banking Act, que impedía el crecimiento de los activos financieros estadunidenses.

Al finalizar el ejercicio fiscal 2009, BlackRock obtuvo ganancias por 4.7 mil millones de dólares y posee activos valuados en 3.346 billones de dólares que superaron ese año el producto interno bruto (PIB) de Alemania. Pero BlackRock es un verdadero titán de las finanzas internacionales; la cartera total de activos que maneja (incluyendo bancos, fondos de inversión y corporaciones) está contabilizada en 9.5 billones de dólares (BlackRock, 2010). La cifra es superior al PIB de China y representa 11 veces el PIB de México, 170 veces el de Ecuador y 1 mil 385 veces el de Haití en 2009.

Lo más sorprendente de BlackRock se encuentra en la forma como se configura su propiedad. Entre los mayores accionistas propietarios de esta firma, se encuentran Bank of America, Goldman Sachs, Bank of New York Mellon, Morgan Stanley y el Citigroup. Se trata de los bancos que, de acuerdo con Simon Johnson, exprincipal economista del Fondo Monetario Internacional, y James Kwak, exconsultor de McKinsley & Co, son los responsables del cataclismo económico de 2007-2008 (Johnson y Kwak, 2010). Inclusive, algunos de ellos continúan bajo investigación federal del gobierno estadunidense por malversar fondos del Programa de Alivio de Activos en Problemas, que ese país desarrollara para reactivar su sistema financiero.

Curiosamente, durante este periodo las ganancias de BlackRock se incrementaron de 2.98 billones de dólares en 2006 a 5.64 billones de dólares en 2008, es decir, más de 241 por ciento en dos años (SEC, BlackRock, 10-K, Itém 6, página 38, 2009).

Una de las cuestiones más inquietantes cuando observamos a BlackRock, es la red de intereses económicos y políticos que posee: exministros de finanzas, como Altman; exfuncionarios del Banco Mundial, como Abdlatif Yousef Al-Hamad, que también fuera ministro de Hacienda y Planificación de Kuwait (1981-1983); antiguos directores generales de bancos, como Deryck Maughan, de Citigroup; vicepresidentes de empresas, como Dennis Dammerman, de General Electric (Business and Week, noviembre de 2010).

Particularmente, sobresale un nombre importante para México, Ralph Schlosstein, actual director general de Lehman Brothers, que al mismo tiempo se desempeña como CEO (chief executive officer, director ejecutivo) de Evercore Patners, un broker financiero para grandes corporaciones que operan en territorio nacional bajo el nombre Protego. Ésta es dirigida por quien fuera secretario de Hacienda y Crédito Público durante el salinato, Pedro Aspe Armella, igualmente miembro del Consejo Internacional de Itaú Unibanco Holding, SA, el banco brasileño intermediario en la compra de las acciones de NET por Embratel (Business and Week, noviembre de 2010).

Éstos son sólo algunos nombres del staff que integra BlackRock en lo que podría clasificarse como una red de tráfico de influencias y cruzamientos directivos, que tiene por objetivo asegurar la reproducción de las inversiones y los intereses de los clientes de BlackRock alrededor del mundo.

Pero hay elementos importantes que pueden ayudarnos a entender la adquisición de Slim del 2 por ciento de BlackRock, y éstos son los activos (acciones ordinarias y preferenciales) que dicha firma posee en cuatro de las 10 empresas mineras más importantes de América Latina, las cuales aportaron en 2009 más de tres cuartas partes de los 63 mil 600 millones de dólares generados por las 10 empresas en conjunto (American Economía, julio de 2010).

La lista se puede integrar por mineral:

Fierro y níquel. Minera Vale, empresa brasileña de capital mixto, mayor exportadora mundial de fierro y segunda mayor de níquel. BlackRock posee más de 45 billones 415 mil 956 millones de acciones de Vale, con activos por 1 mil 432 millones de dólares (SEC, noviembre de 2010).

Cobre. El complejo chileno Mina la Escondida, el más importante del mundo en producción de cobre que es controlado por BHP Billiton. BlackRock posee 1 millón 526 mil 898 de las acciones de BHP con un valor de más de 106 millones de dólares. Souther Cooper Perú, empresa minera de cobre propiedad de Grupo México, donde BlackRock controla 19 millones 643 mil 996 acciones por un valor de 689 mil 897 millones de dólares (SEC, noviembre de 2010).

Oro. En la mina más grande de oro en el mundo, Mina Yanacocha, localizada en Perú y controlada por Newmont Mining Corporation, BlackRock posee 40 millones 511 mil 663 acciones valuadas en 1 millón 830 mil 300 dólares (SEC, noviembre de 2010).

Existen dos cuestiones relevantes para entender la compra de acciones de Slim en BlackRock. La primera tiene que ver con el incremento del 41 por ciento de las ganancias de Grupo Carso respecto del año anterior, impulsados mayoritariamente por sus negocios mineros e inmobiliarios (El Economista, 27 octubre de 2010); y la segunda se relaciona con la inversión de 4 mil 500 millones pesos que Grupo Carso anunciara un mes antes en las minas de San Francisco del Oro y la mina La Concheña, en Ocampo, Chihuahua.

Sin embargo, la asociación entre los dos gigantes no es nueva. Cuando AMX llevó a cabo su reestructuración, parte de los 25 mil millones de dólares que costó adquirir las acciones de Carso Global Telecoms –controlador de Telmex y Telmex Internacional– tuvieron origen en la venta de 19 millones 877 mil 633 acciones, valuadas en 1 mil 60 millones de dólares que BlackRock adquirió de AMX.

La participación, aunque minoritaria pero no menos importante, de Slim en BlackRock tiene relación con las declaraciones que este empresario hizo, el 28 de septiembre de 2010, en el Forbes Global CEO Conference en Sidney, cuando se manifestó por “aceptar inversiones energéticas fuera de México”, en lo que pueden ser señales para abrir incuantificables recursos mineros de países como el nuestro.

Pero, sobre todo, es un hecho que estamos observando la conexión de intereses entre el sector financiero más poderoso del planeta y uno de los monopolistas más grandes del mundo, donde el papel que ocupa México es el de una economía de tránsito que permite recomponer la rentabilidad de los grandes bloques de inversiones, mientras se extraen recursos naturales, se deja de recaudar impuestos para apoyar la construcción de infraestructura, sin contar los múltiples conflictos laborales que han caracterizado las inversiones de Slim. Cuestiones que colocan a este empresario como el verdadero Mr Sell México.

Fuentes y bibliografía

Acosta Córdova, Carlos. “Presume Lozano ‘superávit’ de empleos”, Proceso, 3 de noviembre de 2010 (www.proceso.com.mx/rv/modHome/detalleExclusiva/85049).

Adam Thomson. “Buzz in the air as AMX comes of age”, The Financial Times, 22 de noviembre de 2010 (www.ft.com/cms/s/0/b76855d8-f66b-11df-846a-00144feab49a.html).

Reuters. “Ganancias de Grupo Carso se disparan 41%”, El Economista, 27 de octubre de 2010 (www.eleconomista.com.mx/corporativos/2010/10/27/ganancias-grupo-carso-se-disparan-41).

América Móvil. Eventos relevantes, 3 noviembre de 2010 (www.americamovil.com).

Aragón, G Luna, C y Huérfano, “Empresas de Slim ganan 31,423 MDP”, El Economista, 3 de noviembre de 2010 (www.eleconomista.com.mx/corporativos/2010/11/03/empresas-slim-ganan-31423-mdp).

BlackRock Group. Información Corporativa, 28 de noviembre de 2010 (www2.blackrock.com/).

Boletín Estadístico Múltiple. Comisión Nacional Bancaria y de Valores, septiembre de 2010 (www.cnbv.gob.mx/Bancos/Paginas/informacionestadistica.aspx).

Gobierno de Estados Unidos, Securities and Exchange Commission (SEC).

Informe 20-F, América Móvil (AMX), mayo de 2010; Informe 10-K, BlackRock (BLK), diciembre de 2009.

Forma 13F-HR, de BlackRock: www.sec.gov/Archives/edgar/data/1169738/0001169738-10-000004.txt; www.sec.gov/Archives/edgar/data/1085635/0001086364-10-009984.txt; www.sec.gov/Archives/edgar/data/1086364/0001086364-10-009985.txt; www.sec.gov/Archives/edgar/data/1006249/0001086364-10-009986.txt; www.sec.gov/Archives/edgar/data/1364742/0001086364-10-009987.txt; www.sec.gov/Archives/edgar/data/1305227/0001086364-10-009989.txt; www.sec.gov/Archives/edgar/data/1003283/0001086364-10-009990.txt; www.sec.gov/Archives/edgar/data/1303241/0001144204-10-060366.txt.

Ibarz, Joaquim. “Slim, el rey Midas mexicano”, La vanguardia, 12 de marzo de 2010 (www.lavanguardia.es/gente-y-tv/noticias/20100312/53897532966/slim-el-rey-midas-mexicano.html).

Johnson, Simon y Kwak, James. 13 Bankers. The Wall Street takeover and the Financial meltdown. Pantheon Books, New York, 2010.

Lawrence Wright. “Who is Carlos Slim, and does he want the paper of record?”, The New Yorker, 1 de junio de 2010 (www.newyorker.com/reporting/2009/06/01/090601fa_fact_wright#ixzz17RBnj5Dh).

Pozzi, Sandro. “El mexicano Slim desbanca a Gates como el hombre más rico del mundo”, El País, 11 de marzo de 2010 (www.elpais.com/articulo/economia/mexicano/Slim/desbanca/Gates/hombre/rico/mundo/elpepueco/20100311elpepueco_1/Tes).

Revista América Economía. “Ranking de las 500 Mayores Empresas de América Latina”, julio de 2010.

Revista Business and Week, diferentes números de 2010.

Revista Poder 360, “El imperio de Carlos Slim”, 30 de octubre de 2009. (www.poder360.com/article_detail.php?id_article=2987&preview=)

Salinas Pliego, Ricardo. Carlos Slim, el maestro, Expansión, 28 de septiembre de 2009 (www.cnnexpansion.com/expansion/2009/09/28/carlos-slim-el-maestro).

[1Con la participación de más fondos extranjeros, la familia Slim disminuyó su participación en AMX al 35 por ciento de acciones preferenciales (SEC, Informe 20-F, mayo de 2010).