En esta América, la Nuestra, la de indígenas, mestizos y criollos, hay un bicentenario sueño recurrente de una patria grande y unida desde el Río Bravo a la Patagonia, incluido el mediterráneo Caribe.
Una y otra vez retoña desde Simón Bolívar, José Martí y después con líderes contemporáneos como Fidel Castro, secundado ahora por Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa y muchos más.
Que la cultura es un arma ideal para el acercamiento humano, es una verdad que otra vez viene a confirmar la XX Feria Internacional del Libro Cuba 2011.
Esta vez, la gran cita literaria tiene de invitados de honor a las culturas de países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, (ALBA), otra oportunidad para el encuentro cercano y cálido de hermanos de utopías y realidades.
Será la hora de las comunidades indígenas, de los frutos de todos los mestizajes posibles, del sedimento de legados espirituales ancestrales que mucho tienen que aportar ante los desafíos tremendos que hoy afronta la humanidad para sobrevivir.
Recién, Álvaro García Linera, vicepresidente de Bolivia, en su visita a La Habana motivado por el Premio Literario Casa de las Américas 2011, destacaba sus expectativas con esta fiesta de la cultura común.
García Linera subrayaba la posibilidad de mostrar lo hecho en ese ámbito hasta ahora, compartir experiencias y tomar un nuevo impulso en la integración de las patrias nuestras.
En el caso boliviano señalaba la extraordinaria presencia de pequeñas editoriales de los más variados signos, un verdadero síntoma democratizador para la promoción del pensamiento.
Experiencias similares y de otros tipos pueden mostrar las naciones miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, acordes con los originales procesos sociales que protagonizan cada una.
Poder apreciarlas en conjunto, resultará una vivencia enriquecedora, además de estimular coordinaciones y cooperaciones dentro de un mecanismo integrador que aboga por la complementariedad, la atenuación de las asimetrías en el desarrollo y el respeto a la diversidad en cualquiera de sus manifestaciones.
La condición de Invitados de Honor propicia traer una delegación cultural, que puede ser muy diversa y representativa de cada pueblo, una oportunidad de lujo para el conocimiento y el entendimiento humano, entre pueblos con una historia muy vinculada y paradójicamente no tan al tanto, como se supone, unos de otros.
Sin dudas, la XX Feria Internacional del Libro Cuba 2011 será otro puente integrador, otra ocasión de constatar confluencias y afinidades para avanzar en una voluntad unitaria, respetuosa de las diferencias y por ello mismo más valiosa.
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