Al recibir, el 30 de marzo de 2011, al presidente francés Nicolas Sarkozy en Pekín, el presidente chino Hu Jintao reiteró la oposición de la República Popular China a la intervención de la alianza atlántica en Libia.

«La historia a demostrado repetidamente que el uso de la fuerza no es la solución apropiada para resolver los problemas y que los hace incluso más complicados aún», declaró Hu Jintao. «El diálogo y otros medios pacíficos son las soluciones más adecuadas para resolver los problemas», agregó.

La República Popular China, país que optó por la abstención cuando se votó la resolución 1973 en el Consejo de Seguridad de la ONU, no fue invitada a las cumbres de París y de Londres sobre la cuestión libia.