En ese sentido también nos pronunciamos en defensa del proceso de democratización de la comunicación que está encarando el gobierno de Ecuador, hoy también cuestionado por la SIP. A la vez que rechazamos las falsas acusaciones sobre violaciones a la libertad de prensa y de expresión que se le imputaron al gobierno boliviano por reglamentar la ley antirracista y que fueran expresadas por este grupo de empresarios en su ultimo informe anual de abril del 2011. Exigimos, también, el respeto al proceso de transformación que está encarando el pueblo cubano y sobre el cual la SIP también ha realizado consideraciones negativas en relación a la prensa en línea a los ataques históricos y permanentes que sostiene contra Cuba.

Consideramos necesario, como lo hemos manifestado recurrentemente, que la SIP respete la autonomía de los Estados y los trabajadores de la prensa y la comunicación, así como del conjunto de la ciudadanía toda vez que se avance, por decisión de las mayorías, en la necesidad de democratizar la comunicación para el conjunto de las sociedades democráticas.

De acuerdo con ello, afirmamos que nuestro país intenta avanzar en ese sentido, siendo los principales protagonistas de esta lucha histórica los trabajadores que, con derecho, intentan organizar sus verdades contra tanta mentira organizada.