Las principales cadenas de televisión árabes pro-occidentales transmitiendo vía satélite presentan la situación en Siria como una represión salvaje y despiadada por parte del poder, es decir, en contra de una revolución popular legítima.
Esta presentación de la situación parece incluso aún más creíble cuando esta no es discutida de manera contradictoria.

Dicen estos, la falta es del gobierno sirio que continua de prohibir el acceso al país a los periodistas extranjeros que teme que las informaciones dadas a conocer por la prensa no sean utilizadas por las agencias y servicios secretos extranjeros que coordinan estas agitaciones.

Sin embargo, numerosos periodistas rechazan de participar a la actual campaña de propaganda anti-Siria. Entre estos podemos nombrar la renuncia de dos estrellas de la televisión árabe: Ghassan Ben Jedo de la cadena Al-Jazeera [Qatar] y de Zeina Yazji, presentadora de la cadena TV Al-Arabiya [Emiratos Árabes Unidos].