Hillary Clinton ha decidido de separarse de su portavoz, P.J. Crowley, porque el Pentágono lo tenía en la mira, todo esto porque P.J. Crowley se permitió de criticar el trato brutal dado al soldado Bradley Manning, fuente de toda sospecha en las fugas del caso Wikileaks.

La Secretaria de Estado ha decido de dividir esta función en dos: por un lado Mike Hammer hará de Subsecretario de Estado para las relaciones públicas; por otro Victoria Nuland (foto) se encargará de organizar las conferencias de prensa.

Así pues, la Sra. Nuland regresa y entra por la gran puerta nuevamente. Ella fue embajadora adjunta (2001-2003), posteriormente embajadora de la OTAN (2005-2008). Fue en ese puesto que ella invocó el artículo 5 del Tratado de la Alianza Atlántica Norte, para exigir la movilización aliada en Afganistán a título de asistencia mutua y a consecuencia de los atentados del 11 de septiembre.

De 2003 a 2005, ella fue consejera en política extranjera del vice-presidente Dick Chenay en la administración de George W. Bush.
Campeona de los absurdos, ella desarrolló una ideología según la cual la guerra permitiría de democratizar un Medio Oriente ampliado. Además de la Afganistán y del Irakella tenía en la mira al Líbano y a Siria.

Victoria Nuland es la esposa del politólogo Robert Kagan, quien a su vez es editorialista en el diario Washington Post.
Co-fundador del Project for A New American Century (Proyecto para un Nuevo Siglo Americano), Kagan es un neoconservador de choque.

La Sra. Nuland es también la cuñada del historiador militar Frederick Kagan. Igualmente miembro del Proyecto para un Nuevo Siglo Americano, Frederick Kagan tiene el triste honor de ser uno de los principales propagandistas de la [invasión y] guerra en Irak. Y fue por esos motivos que él se peleó con la Comisión Baker-Hamilton (en la cual León Panetta, el nuevo Secretario de la Defensa de los EEUU hacia parte).
Él ha sido nombrado ahora por el general David Petraeus (el nuevo patrón de la CIA) justamente para que lo ayude a luchar contra la corrupción en Afganistán.

La nominación de Victoria Nuland como portavoz de Hillary Clinton llega a un momento en que el Departamento de Estado [de los EEUU] busca a darse un nuevo discurso, no esta vez para justificar la guerra, sino más bien para justificar la contra-revolución.