Sr. Lynn Pascoe, Secretario General Adjunto de Asuntos Políticos
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Sr. Lynn Pascoe, Secretario General Adjunto de Asuntos Políticos (habla en inglés): Agradezco la oportunidad que se me ha brindado de informar al Consejo de Seguridad sobre la situación en Libia, conforme se pide en la resolución 1973 (2011). Permítaseme comenzar con un breve resumen de los últimos acontecimientos acaecidos en Libia.

Han transcurrido tres meses desde que estalló la crisis política en Libia. Los combates entre las fuerzas gubernamentales y las fuerzas de la oposición continúan, sobre todo en la parte occidental del país. La Operación dirigida por la OTAN, Protector Unificado, ha intensificado su acción en Libia, y el Gobierno ha afirmado repetidamente que ésta ha causado víctimas civiles. Las deserciones del régimen al parecer van en aumento, incluidas las de ocho generales de las fuerzas militares libias que ahora están en Italia junto con muchos de sus oficiales. Han hecho un llamamiento a otros militares para que se sumen a ellos para poner fin a las atrocidades que se cometen contra su pueblo.

Las fuerzas de la oposición han tomado el control de Misrata y, según se informa, repelieron a las fuerzas gubernamentales hacia el oeste, pero persisten los enfrentamientos en las afueras de Misrata, y solo se puede acceder a la ciudad por mar. Las fuerzas gubernamentales han intensificado su campaña para tomar posiciones estratégicas en la zona occidental de las montañas de Nafusa, sobre todo en las zonas aledañas a la ciudad de Yafran, donde más de 54.000 libios han huido a Túnez.

La batalla entre las fuerzas de la oposición y las fuerzas gubernamentales continúa en la frontera entre Libia y Túnez, y a veces incluso dentro de Túnez. Las tensiones entre los refugiados y los residentes locales a lo largo de la frontera han aumentado. Los disturbios que tuvieron lugar en el campamento de Choucha, en Túnez, los días 23 y 24 de mayo causaron la muerte de cuatro residentes del campamento y otros 19 resultaron heridos. El 27 de mayo las dos terceras partes del campamento fueron saqueadas o incendiadas. La comunidad humanitaria y el Gobierno de Túnez debaten ahora las cuestiones relativas a la seguridad, la ubicación y la composición del campamento en Túnez. Aproximadamente 3.000 refugiados, principalmente de Côte d’Ivoire, Eritrea y Somalia, viven en el campamento.

La situación relativa a los derechos humanos sigue siendo muy preocupante. En su exposición informativa al Consejo de Derechos Humanos, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos condenó la brutalidad y la magnitud de las medidas adoptadas por el Gobierno de Libia y describió sus actos como “particularmente vergonzosos por su total menosprecio de los derechos humanos básicos”. También hay denuncias muy graves de que se han cometido actos de violencia sexual contra mujeres, incluidas violaciones en banda cometidas por las fuerzas militares.

Desde que comenzó el conflicto, alrededor de 893.000 personas, en su mayoría migrantes, se han marchado de Libia y no han retornado. Unas 5.000 personas permanecen varadas en los puestos fronterizos de Egipto, Túnez y el Níger. También se informa de que muchos trabajadores del Chad han quedado abandonados a su suerte en la frontera con el Chad. Quizá 50.000 desplazados internos estén viviendo en asentamientos en la zona oriental. Algunos están regresando a Ajdabiya. Hasta la fecha, aproximadamente 14.000 personas han llegado por barco a Italia y Malta; al menos 1.200 han resultado muertas o desaparecidas como resultado de la travesía. Centenares de personas que huyeron a Túnez y Egipto en las últimas semanas han regresado a Libia, al parecer con la idea de abordar buques con destino a Europa.

Según el Consejo Nacional de Transición, 6.000 familias del distrito de Benghazi requieren asistencia. Aunque hay escasez de algunos medicamentos, hay suficientes reservas de alimentos, agua y artículos médicos en las zonas controladas por la oposición. No obstante, la escasez de combustible y de efectivo sigue afectando la vida cotidiana. En Trípoli se informa de que hay escasez de combustible, alimentos básicos para lactantes, productos alimenticios básicos y medicamentos. De acuerdo con las estimaciones, la disponibilidad de alimentos en la parte occidental será suficiente para un mes. El Gobierno de Libia ha solicitado la intervención de las Naciones Unidas para que permita la entrada de cargamentos de gasolina al país, a fin de garantizar la prestación de los servicios básicos.

De acuerdo con las estimaciones del Consejo Nacional de Transición, solo tiene el 40% de los fondos que necesita para cubrir su presupuesto de abril y mayo. Más de 13.700 personas han sido evacuadas de Misrata, y la situación ha mejorado en la ciudad. Los días 21 y 22 de mayo, el séptimo buque de la Organización Internacional para las Migraciones que navegó hasta Misrata entregó más suministros de alimentos y permitió el despliegue de un equipo interinstitucional para hacer una evaluación inicial de las necesidades humanitarias esa ciudad.

El llamamiento urgente regional revisado por la suma de 407 millones de dólares para la crisis de Libia está financiado en la actualidad en un 46% aproximadamente; se han comprometido 185 millones de dólares y se han hecho promesas de contribuciones por valor de más de 4 millones. El llamamiento revisado se centra más en las actividades de asistencia humanitaria en Libia, y se dirige a 1,7 millones de personas necesitadas.

Las Naciones Unidas han establecido presencias internacionales en Trípoli, Benghazi y Tobruk. Como saben los miembros del Consejo, debido al deterioro de la situación de seguridad, el personal de las Naciones Unidas en Trípoli tuvo que trasladarse el 2 de mayo, pero, tras debatir con el Gobierno sobre arreglos de seguridad y de otra índole para los organismos de asistencia humanitaria, un equipo de asistencia humanitaria de las Naciones Unidas, dirigido por el Coordinador de Asuntos Humanitarios, regresó a Trípoli el 29 de mayo, donde permanecerá durante 10 días.

Permítaseme referirme a algunas de las iniciativas políticas del Secretario General, su Enviado Especial y otros agentes.

Las partes en Libia están muy alejadas incluso en lo que se refiere al comienzo de las negociaciones para resolver el conflicto. El Gobierno de Libia ha instado repetidamente a una cesación del fuego, incluido el fin de las operaciones de la OTAN, como requisito para las negociaciones. Por su parte, el Consejo Nacional de Transición sostiene que las negociaciones sobre la cesación del fuego y otros aspectos conexos solo podrán comenzar cuando el Coronel Al-Qadhafi y los miembros de su familia abandonen el poder, y cuando el ejército libio se retire de las ciudades ocupadas por la fuerza tras el comienzo de las hostilidades.

El Secretario General y su Enviado Especial a Libia, Sr. Abdel-Elah Al-Khatib, la Unión Africana y otras partes interesadas han hecho todo lo posible por reducir estas diferencias y comenzar un proceso de negociaciones digno de crédito. El Secretario General ha estado deliberando prácticamente a diario con las autoridades libias y los dirigentes mundiales sobre la situación en Libia. En varias conversaciones telefónicas con el Primer Ministro de Libia, Sr. Al Baghdadi Ali Al-Mahmoudi, la más reciente de las cuales tuvo lugar el 24 de mayo, el Secretario General reiteró la necesidad urgente de una cesación del fuego verdadera y de negociaciones serias sobre la transición a un Gobierno que responda plenamente a las aspiraciones del pueblo libio. El Primer Ministro se ha aferrado a las posiciones declaradas del Gobierno y ha pedido que se pusiera fin a la campaña de bombardeos de la coalición.

El 25 de mayo, el Secretario General asistió a la cumbre extraordinaria de la Asamblea de la Unión Africana, dedicada principalmente al examen de la crisis de Libia. Durante esos debates, en los que participamos también el Enviado Especial y yo, se celebró una serie de debates públicos y sinceros con dirigentes de países africanos y la Unión Africana. Como el Consejo de Seguridad había celebrado debates similares unos días antes con el Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana, hoy no entraré en detalles al respecto.

Si bien hubo observaciones muy divididas formuladas por los dirigentes presentes en esa reunión, en el comunicado final se declaró que únicamente una solución política del conflicto actual permitiría promover la paz en Libia y satisfacer las legítimas aspiraciones del pueblo libio. En el comunicado se exigió que se pusiera fin a la campaña de bombardeos de la coalición. Se pedía también al Comité de Alto Nivel de la Unión Africana sobre Libia que visitara el país, y al Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana que considerara la posibilidad de desplegar observadores y supervisores de la Unión Africana a Libia, de enviar una delegación ministerial a Nueva York para que interactuara con el Consejo de Seguridad y de adoptar medidas prácticas para participar con los asociados interesados en la hoja de ruta de la Unión Africana.

Paralelamente a la cumbre, el Secretario General celebró una reunión con el Ministro de Relaciones Exteriores de Libia, Sr. Abdulati Al-Obeidi, y con personas de confianza del Coronel Al-Qadhafi. El Secretario General reiteró que su Enviado Especial estaba dispuesto a celebrar conversaciones indirectas con ambas partes e hizo hincapié en la necesidad de que se entablara un diálogo exhaustivo y serio y de que ambas partes pusieran fin a las hostilidades. Añadió que el Sr. Al-Khatib regresaría pronto a Trípoli para sostener conversaciones sustantivas que podrían coadyuvar al logro de una solución que responda a la voluntad del pueblo libio. El Ministro de Relaciones Exteriores y su delegación señalaron que estaban dispuestos a trabajar con el Enviado Especial, y pidieron a las Naciones Unidas y a la Unión Africana que declararan una cesación del fuego que incluyera el fin de los ataques aéreos de la OTAN, y que luego organizaran elecciones. El Ministro propuso que la Unión Africana y las Naciones Unidas organizaran las elecciones, agregando que el Coronel Al-Qadhafi respetaría la voluntad del pueblo en esas elecciones.

En la Cumbre del Grupo de los Ocho celebrada en Deauville (Francia), el Secretario General pidió que aumentara el apoyo a la asistencia humanitaria para la población afectada en el país y en los países vecinos. Se reunió con muchos dirigentes, incluido el Presidente de la Comisión de la Unión Africana, Sr. Jean Ping, y el Secretario General de la Liga de los Estados Árabes, Sr. Amre Moussa. En su declaración final, los dirigentes del Grupo de los Ocho exigieron la cesación inmediata del uso de la fuerza contra civiles por las fuerzas del régimen de Libia, así como el fin de toda incitación a la hostilidad y la violencia contra la población civil. Subrayaron el papel fundamental del Enviado Especial del Secretario General a Libia, Sr. Al-Khatib, a la hora de facilitar una solución política incluyente y duradera, que atienda las demandas legítimas del pueblo libio y tenga en cuenta el papel desempeñado por las organizaciones regionales, la Liga de los Estados Árabes y la Unión Africana.

Por su parte, el Enviado Especial del Secretario General a Libia, Sr. Al-Khatib, se ha centrado en dos cuestiones clave en este último mes.

La primera ha sido velar por que las iniciativas de los distintos Estados Miembros y organizaciones regionales estén coordinadas y que el Gobierno y el Consejo Nacional de Transición reciban un mensaje similar de la comunidad internacional. El Enviado Especial también ha celebrado consultas estrechas con los gobiernos interesados, la Unión Africana, la Liga de los Estados Árabes, la Organización de la Conferencia Islámica y la Unión Europea, también durante la reunión celebrada el 30 de mayo por estas cinco organizaciones en El Cairo.

En segundo lugar, el Enviado Especial ha trabajado a fin de atenuar las discrepancias entre las dos partes con el propósito de poder entablar conversaciones indirectas. Presentó sus propuestas a representantes del Gobierno en Trípoli el 15 de mayo y a representantes del Consejo Nacional de Transición en Doha el 24 de mayo. Dichas propuestas están centradas en la necesidad de poner fin a las hostilidades, acordar un proceso de transición, garantizar el acceso humanitario en condiciones de seguridad y aplicar plenamente las resoluciones del Consejo de Seguridad 1970 (2011) y 1973 (2011). El Enviado Especial mantuvo un debate en profundidad con ambas partes sobre el marco general en el que podrían desenvolverse las negociaciones y sobre la manera de atender las demandas legítimas del pueblo libio respecto del establecimiento de un gobierno constitucional y democrático.

Aunque sus posiciones siguen muy alejadas, tanto las autoridades en Trípoli como los representantes del Consejo Nacional de Transición reiteraron su compromiso de seguir recurriendo a la mediación del Enviado Especial. El Enviado Especial viajará de nuevo a Trípoli esta semana, de ser posible, y está a disposición del Consejo para informarle de sus esfuerzos cuando sus miembros lo estimen oportuno.

Como sabe el Consejo de Seguridad, el Secretario General dio inicio a la colaboración regional e internacional sobre Libia copresidiendo una reunión conjunta con la Unión Africana, la Unión Europea, la Liga de los Estados Árabes y la Organización de la Conferencia Islámica el 14 de abril. Presidí una reunión conjunta similar el 5 de mayo en Roma. El Secretario General también celebró amplias deliberaciones en Addis Abeba con los países miembros de la Unión Africana. Ayer se celebró una reunión en El Cairo presidida por el Secretario General saliente de la Liga de los Estados Árabes, a la que asistió el Enviado Especial, Sr. Al-Khatib. La reunión se centró en la coordinación de las posiciones para poner fin al conflicto. Una vez más, las deliberaciones fueron francas, contrastándose considerablemente los enfoques sobre el modo de abordar los problemas. En todas estas reuniones, las Naciones Unidas han procurado insistir en la conveniencia de transmitir un mensaje unificado que subraye la posibilidad de una solución rápida y satisfactoria.

El 30 de mayo, el Presidente de Sudáfrica, Sr. Jacob Zuma, visitó Trípoli y se reunió con el Coronel Al-Qadhafi. Sin duda, el representante de Sudáfrica dispondrá de información más concluyente, pero, según indica la prensa, el Presidente Zuma hizo hincapié en la hoja de ruta de la Unión Africana y en el comunicado de la Cumbre Africana. Todo indica que el Coronel Al-Qadhafi reafirmó las conocidas posiciones libias, ya reiteradas por su Primer Ministro y otros portavoces del Gobierno.

En los párrafos 4, 7 y 8 de la resolución 1973 (2011) del Consejo de Seguridad se exige que los Estados Miembros y las organizaciones o acuerdos regionales interesados informen al Secretario General de inmediato sobre las medidas que tomen con respecto a la protección de civiles, a las exenciones humanitarias y al respeto de la prohibición de sobrevolar el espacio aéreo libio. Desde la aprobación de esta resolución, el Secretario General ha recibido más de 40 cartas de más de 20 Estados Miembros y organizaciones y acuerdos regionales, en las que se le informa de las medidas tomadas para hacer cumplir la resolución. La mayoría de esas cartas se refieren a los párrafos 4 y 8, y el resto, a exenciones humanitarias en virtud del párrafo 7.

Además de las cartas dirigidas al Secretario General, el Enviado Especial ha recibido más de 20 cartas y documentos del Gobierno de Libia y del Consejo Nacional de Transición en las que dan a conocer sus respectivas posiciones y opiniones. En sus cartas, el Gobierno de Libia manifiesta fundamentalmente que ha seguido cumpliendo lo dispuesto en las resoluciones 1970 (2011) y 1973 (2011), permitiendo el paso de buques que llevan asistencia humanitaria a las personas necesitadas, y exhorta a las Naciones Unidas a que faciliten la elaboración de medidas para detener los ataques contra civiles. En sus cartas, el Gobierno ha pedido la asistencia de las Naciones Unidas para poder hacer uso de activos en el extranjero para la compra de artículos de primera necesidad, tales como alimentos y medicinas, así como para obtener combustible para los servicios básicos. Hace también un llamamiento a las Naciones Unidas para que ayuden a poner fin a las operaciones militares.

El mes pasado presenté al Consejo información actualizada relativa a la carta de fecha 26 de abril remitida al Secretario General por el Secretario General de la OTAN, por la que le transmitía su primer informe mensual. Desde entonces, hemos recibido un informe semanal el 6 de mayo y un segundo informe mensual de fecha 26 de mayo. Ambos informes se han distribuido a los miembros del Consejo de Seguridad.

De conformidad con el párrafo 24 de la resolución 1973 (2011), el Secretario General ha nombrado a siete expertos para que formen parte del Grupo de Expertos establecido en dicha resolución para ayudar al Comité establecido en virtud del párrafo 24 de la resolución 1970 (2011) a cumplir su mandato tal como se estipula en las resoluciones 1970 (2011) y 1973 (2011). Los expertos han sido seleccionados por sus méritos profesionales, teniendo debidamente en cuenta la diversidad geográfica, la paridad de géneros y los ámbitos de experiencia que se requieren. Dichos expertos celebrarán su primera reunión con el Comité el 6 de junio.

Permítaseme concluir haciendo tres observaciones.

En primer lugar, la protección de los civiles en las zonas de conflicto sigue siendo una preocupación fundamental. Reitero el llamamiento del Secretario General para que se aumente el apoyo a la asistencia humanitaria en beneficio de la población afectada tanto en Libia como en los países vecinos. Todas las partes en el conflicto deben tomar medidas para proteger a los civiles de los efectos de las hostilidades.

En segundo lugar, con respecto al proceso político, nuestro objetivo inmediato es lograr el compromiso de las partes de entablar negociaciones indirectas basadas en las propuestas que les presentó el Enviado Especial. Creemos que este proceso es crucial en nuestros esfuerzos para encontrar una solución duradera a la crisis, solución que atienda las demandas legítimas del pueblo libio y se ajuste a las resoluciones 1970 (2011) y 1973 (2011).

Por último, estamos preparando planes de contingencia para la consolidación de la paz después de los conflictos. Como señaló el Secretario General en Addis Abeba la semana pasada, el Asesor Especial, Sr. Ian Martin, ha iniciado un proceso de evaluación previa centrado en seis esferas: política, organismos de seguridad, el estado de derecho y los derechos humanos, la recuperación económica, la administración pública y la infraestructura física. Por supuesto, el plan se regirá por el principio de que compete al pueblo de Libia decidir su propio destino, y que son sus representantes quienes deben definir el tipo de asistencia que desean recibir de la comunidad internacional.