El diario francés Le Figaro con fecha del 28 de junio 2011 reveló que ha podido consultar un mapa de los servicios secretos franceses que demuestran que las fuerzas aéreas galas han largado por paracaídas una gran cantidad de pertrechos y armas en cuatro ciudades de Libia.
El periódico también afirma que «dos pistas de aterrizaje hechas de manera improvisada han permitido a diversos aviones viniendo desde el Golfo Pérsico de seguir el relevo de los envíos de armas francesas».

La Red Voltaire por su parte revela que ha podido ver un registro del gobierno de Libia que establece que dos aviones franceses y otros aviones de Qatar con base en Túnez, han efectuado estos envíos de armas.
Según el documento consultado, que incluyen informes de testigos y fotografías, las fuerzas francesas no sólo han largado en paracaídas armas ligeras sino que también suministran armas pesadas y por ellos han aterrizado en esas pistas improvisadas para descargar su carga.
Las entregas se ha hecho igualmente por vía marítima, después de que la OTAN bombardeó la flota de Libia para despejar el paso a sus naves.

Varios miembros de la OTAN afirman que el embargo internacional de armas con destino a Libia sólo se aplica hacia las fuerzas leales al coronel Gadafi (…) el embargo no se aplica a los «rebeldes». Del mismo modo, argumentan que la prohibición de desplegar tropas extranjeras en el suelo libio no se aplica a las operaciones para «proteger a los civiles», aun cuando estos «civiles» se han armado por ellos mismos.

Además, comandos franceses del Comando de Operaciones Especiales fueron desplegados en tierra para marcar los objetivos a bombardear. Francia niega tener tropas sobre el terreno, a excepción de los instructores para supervisar a las fuerzas rebeldes, pero es imposible llevar a cabo bombardeos precisos sin marcar el terreno con aparatos electrónicos (laser, gps) que guiarán a las bombas.