Viernes 1ro de julio de 2011, los libios se han reunido masivamente en Trípoli, en la Plaza Verde y en sus alrededores.
En total 1’700,000 personas manifestaron para defender la patria y en contra de la agresión de la OTAN.

Apoyándose en su voluntad pacífica, en su coraje contra la belicosidad occidental, los libios decidieron hacer de esta manifestación una fiesta. Es en un ambiente jocoso y animado, en medio de cantos y bocinas de autos, que la gente ha gritado en la calle: «¡Con nuestra alma, con nuestra sangre, nosotros defenderemos nuestra patria!»; «¡Trípoli será su tumba!», y sobre todo se escuchó «¡La OTAN son unos bárbaros, Gaddafi tu eres la civilización!».

La multitud que comenzó a llegar de todos los barrios de la capital y de otras ciudades de la región, incluso grupos que iban apretadísimos en un auto para economizar combustible. La movilización comenzó al mediodía bajo un sol que derretía. Pero la manifestación arrancó en la tarde, cuando el calor fue disminuyendo.

Libia, si excluimos la región de Cirenaica ocupada por la OTAN y sus mercenarios, tiene una población de 5 millones de personas, solamente la capital, Trípoli tiene un millón y medio.

Las autoridades han distribuido 2 millones de fusiles-ametralladoras a los civiles para que puedan estar listos a rechazar cualquier invasión extranjera. La multitud que manifestaba estaba entonces armada y es con armas en la mano que ha dado su apoyo a las instituciones de democracia participativa y a su líder revolucionario Gaddafi, quien para ellos ha liberado el país de la tutela occidental.

Los libios continuaron con su fiesta manifestación toda la noche y con un esplendido fuego artificial que ofrecieron a la OTAN en señal de paz, un espectáculo desconcertante para los soldados occidentales que podían apreciar esta fiesta desde sus barcos de guerra anclados no lejos de la costa libia.