La Declaración Final de la 1ª Conferencia Internacional del Despertar Islámico, que reunió en Teherán a 600 delegados representativos de las principales corrientes políticas y religiosas musulmanas de 80 países, dio a conocer una interpretación civilizacional de las revoluciones árabes.

Al contrario de los medios de prensa occidentales, que hablan de una «primavera árabe» y establecen analogías con la adhesión de Europa Oriental al modelo occidental que se produjo a raíz de la caída de la URSS, los participantes en la conferencia hablan de una descolonización cultural que viene a completar los procesos de descolonización política y económica del siglo 20.

La conferencia se dotó de un secretariado permanente cuya dirección estará a cargo del doctor Ali Akbar Velayati, ex ministro iraní de Relaciones Exteriores, y de un consejo administrativo que se encargará de seguir la evolución de los acontecimientos.

Los analistas de la política iraní observan este espectacular regreso del doctor Velayati al escenario político y su confirmación por parte del ayatola Khamenei, de quien Velayati se mantuvo siempre muy próximo.

Velayati será probablemente el próximo candidato del Guía Supremo de la Revolución a la elección presidencial ya que la Constitución no permite que Mahmud Ahmadinejad sea candidato nuevamente después de haber concluido dos mandatos. La Declaración Final de la conferencia parece trazar por lo tanto el objetivo de Velayati como posible candidato: lograr la unión entre los movimientos revolucionarios musulmanes y asumir su liderazgo.

En su discurso de clausura de la conferencia, el presidente Mahmud Ahmadinejad subrayó que las revoluciones del norte de África y el Medio Oriente rechazan la dominación de Estados Unidos e Israel y advirtió a los dirigentes de esos países que no deben regresar a las actitudes colaboracionistas del pasado.