La Batalla de Homs ha sido sangrienta y ha dejado muchos muertos tanto del lado las fuerzas gubernamentales del gobierno sirio como en el bando de los supuestos rebeldes, pero sobre todo en la población civil. Durante los tres primeros días, el Ejército sirio estuvo neutralizado por los rebeldes que impedían cualquier entrada en su barrio. Los rebeldes destruyeron con misiles Milan todos los blindados que se acercaban (para restablecer el orden gubernamental). En última instancia, el Ejército sirio tuvo que hacer uso de lanzadores múltiples de cohetes para destruir los puestos de tiro rebeldes utilizando modernos y poderosos misiles Milán, con el riesgo que esto esto podría causar numerosas víctimas civiles.

Cada puesto de tiro o batería de misil Milán, colocados por los «rebeldes» en cada calle a la entrada del pueblo de Bab Amr cuesta 100,000 euros y cada misil tiene un precio de 12,000 euros. Los misiles fueron disparados a una cadencia de dos a tres misiles por minuto. Este equipo es fabricado por el complejo militaro-industrial francés llamado Nord-Aviation (Francia) conjunto con el complejo MBB (Alemania). Estos misiles habrán sido regalados al Ejercito Libre de Siria por el Reino Unido y Alemania.

En abril de 2011, funcionarios árabes del Golfo en la ciudad de Doha habían reconocido que Qatar había entregado misiles Milan a los insurgentes libios en Benghazi para ayudar a derrocar el gobierno libio de Gaddafi, aprovechando que en ese momento la ONU había emitido una resolución autorizando la entrega de «armas de defensa» (sic) a la oposición libia.

Misiles Milan utilizados en Libia contra Gaddafi: