Mucha confusión ha rodeado la suerte de Javier Espinosa, el periodista del gran cotidiano madrileño El Mundo. Javier Espinoza se encontraba bloqueado la semana pasada en el Emirato Islámico de Baba Amro debido a los combates callejeros entre las fuerzas gubernamentales sirias y los rebeldes [mercenarios] islámicos.

Contactado en Madrid el 26 de febrero, el director ejecutivo del diario El Mundo nos informó y confirmó que su reportero [Javier Espinoza] se encontraba en una «zona tranquila» y no necesitaba ser evacuado. Sin embargo, estas declaraciones van contra la lógica y coherencia de los sucesos porque Javier Espinoza escribía e informaba a su diario El Mundo que Baba Amro era una ciudad «bombardeada» por el Ejército gubernamental sirio.

Disponiendo de un enlace telefónico personal, Javier Espinosa, continuó enviando sus artículos y fotos a su redacción en Madrid, al mismo tiempo que mantenía activa y al día su cuenta Twitter.

Sin embargo, poco después, Javier Espinosa se quedó en silencio.

Mientras que las agencias de noticias comerciales occidentales anunciaban la inminente llegada de Javier Espinosa a Beirut (Líbano), el Ejército gubernamental sirio descubría en Baba Amro el cuerpo sin vida de un hombre de tipo europeo y cuyos documentos de identidad y carnet de prensa eran los de Javier Espinosa.

El individuo murió en el derrumbe de un pasillo subterráneo, cuando intentaba huir del Emirato. Él estaba dentro del grupo de diez combatientes del «Ejército Libre de Siria». A pesar que el cadáver está mutilado, el cuerpo se asemeja mucho a la imagen [o foto] de Javier Espinosa. Por el momento no ha sido identificado.